De vuelta a clases ya, entre los estudiantes del recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) imperan sentimientos encontrados sobre la huelga que mantuvo cerrado el campus por más de dos meses, pero no dudaron tuvo sus logros y sus daños.

Durante la mañana del lunes el recinto mantenía un movimiento normal de estudiantes, mientras las áreas verdes y la planta física ya no reflejaban el descuido que distinguió algunas secciones cuando se reabrieron los portones la semana pasada. La oficina de admisiones en Plaza Universidad se mantuvo ocupada durante la mañana, mientras los decanatos de asuntos estudiantiles de las diversas facultades que tiene el recinto tampoco registraron una afluencia de estudiantes tramitando bajas totales.

No obstante, según datos provistos por la administración del recinto riopedrense, hasta la fecha han registrado 2,345 solicitudes de admisiones confirmadas. Para agosto del año pasado la cifra final de admisiones confirmadas fue de 3,022.

Una estudiante de primer año de la facultad de Ciencias Sociales comentó a este medio que, a pesar de no estar acostumbrada al cese de labores académicas prolongado, no contempla mudarse a otra institución universitaria. Sostuvo que por ser la universidad del estado se compromete con apoyarla, a pesar de los conflictos que puedan suscitar entre los estudiantes.

De mismo modo, ella comentó que en un principio apoyó la huelga estudiantil, pero con el paso del tiempo y la falta de progresos sobre los reclamos, su apoyo a proceso mermó.

Otro estudiante de la facultad de humanidades dijo sentirse frustrado con la huelga pues tuvo que darse de baja de una clase al su profesora dar trabajo en medio del conflicto. Gabriel Rincón también indicó que, a diferencia de otros estudiantes, durante la huelga trabajó a tiempo completo como mesero.

'Hay que saber cuándo es que hay que hacer una huelga y cuando no porque la Junta de Control Fiscal todavía está ahí y se va a quedar ahí y los recortes como quiera se van a hacer. So la huelga no hizo nada y no va a hacer nada porque la Junta no le importaba. No es como la huelga del 2010 que sí hizo un cambio, pero digamos que el enemigo es diferente', comentó Rincón en cuanto la huelga.

Por su parte Emanuel – estudiante de biología – se expresó en términos similares al indicar que no favoreció la huelga pues 'no era una huelga que estaba bien pensada'. Dijo que favorecía en vez una estrategia de decretar huelga y mantener la universidad abierta. 'Una universidad que cierra es una universidad que no es importante. Importante en términos del gobierno', dijo y abundó que los huelguistas estaban actuando según quería el gobierno.

Caleb Lantigua - estudiante de Ciencias Naturales - coincidió con el anterior al señalar que la huelga debió culminar el momento que el gobernador asumió una postura de no intervención con la UPR. Aunque sí vio positivo que la huelga haya producido una reunión con la Junta de Control Fiscal y con altos funcionarios del gobierno, dijo que la reapertura se pudo dar más temprano y se debió cambiar la estrategia de presión para ser más efectivos.

Sobre las condiciones de la planta física, Lantigua indicó que en el día tuvo clases en la facultad de ciencias sociales que tuvieron que cambiar de salón por no estar en condiciones aptas para dar clase. Mencionó que aún hay problemas con las unidades de aire acondicionado y el mantenimiento general de la estructura.

Aun así, a juicio de otra estudiante de humanidades abordada por este medio, la estructura física siempre ha demostrado una crasa falta de mantenimiento desde mucho antes que iniciara la huelga. Pero, sostuvo que algunos medios aprovecharon las imágenes del vandalismo cuando reabrieron los portones para causar sensación entre sus audiencias.

'El grafiti aquí siempre ha existido, los rotos en las puertas de los baños siempre han existido. Es algo que siempre pasó pero como la universidad estaba cerrada y para hacer como un simbolismo de Armagedón y de fin del mundo pues se metieron a la universidad a poner lo que ya estaba porque esto siempre pasó. Que el pasto estaba más alto, pues obviamente el pasto crece', expresó la estudiante.