Tras estar 365 días a más de 12,456 kilómetros de distancia, regresaron a la Isla unos 87 soldados de la compañía 1473 de la Guardia Nacional de Puerto Rico, que estaban destacados en Afganistán.

La Base Aérea Muñiz en Carolina fue el escenario donde los hombres y las mujeres que partieron hacía una misión militar hace un año se pudieron confundir en abrazos y besos con sus seres queridos, luego de que durante esa travesía su única comunicación fuera a través de una computadora o el teléfono.

La comandante Ariel Paul, la tercera mujer en estar al mando de una tropa en esa área de Afganistán, estaba feliz de haber traído a todos sus soldados de vuelta al país. De los 119 soldados que partieron el pasado octubre a Afganistán solo quedan alrededor de 20 en una base de New Jersey recibiendo tratamiento médico.

Según explicó Paul a NotiCel, cerca del 50 por ciento de los soldados ya había ido anteriormente a Afganistán, por lo que se sentían más preparados en esta misión.

Paul, quién reside de Dorado, puntualizó que ‘me siento muy bien, bien segura y afortunada de traer a mis soldados para atrás. Son bien talentosos y apasionados con el trabajo’.

Esta compañía estuvo a cargo del transporte de suministros y administración de logística en dos áreas distintas en Afganistán.

Pero de seguro esta experiencia será inolvidable en sus vidas, al menos esa fue la percepción cuando este medio digital le preguntó a varios de los soldados que regresaron al fin a casa. Una y otra vez la mirada parecía quedar en el vacío y a penas podían expresarse, cuando se le indagaba por la experiencia en la zona de combate. Y es que tal vez, de ahora en adelante lo más difícil es vivir con aquello que dejaron atrás.

Así afirmó Miguel Sáez, uno de los soldados entrevistados, quién manifestó que ‘es algo grandioso estar con la familia mía, estaba loco por llegar ya. Gracias a Dios ya estamos aquí y todo salió bien’. Este fue el primer viaje del juanadino a Afganistán.

Su esposa, Elizabeth Cruz, dijo estar emocionada por su regreso. Añadió que fue un proceso difícil por sus hijos, en el sentido de ‘ellos adaptarse a estar sin él’.

Por su parte, la soldado Lisandra Mena, expresó estar contenta de estar de regreso en Puerto Rico.

La utuadeña, quién viajó por primera vez a Afganistán, señaló que no hubo gran contratiempo durante la misión.

Tanto su madre, Zoraida Colón, como su hijo, Ricardo González, estaban agradecidos de tenerla ya en Puerto Rico, pues detallaron la extrañaron mucho.

Su esposo, Ricardo González, expresó que era ‘una alegría inmensa, tuvimos un año bien difícil, pero pudimos superar todo…Yo creo que la parte más difícil era saber cómo estaba ella por allá, a veces la comunicación no es tan constante’.

Finalmente, el loiceño Jayson Negrón, puntualizó que aunque este era su segundo viaje a Afganistán y estuvo destacado en el 2003 en Kuwait, las emociones por su regreso eran distintas.

Negrón fue por primera vez a Afganistán en el 2007 y regresó en el 2008. Su misión fue en aquel entonces en una flota de artillería. Aseguró que esta última misión fue más tranquilo porque fungió como mecánico.

Todos aseguraron que el apoyo de los compañeros y compañeras en la misión militar fue clave para sobrellevar ese periodo en la guerra.

La compañía 1473 recibió 2 Medallas Estrellas de Bronce, 102 Medallas de Encomio del Ejercito, 23 Medallas de Logro del Ejército y 118 Medallas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por servicio. También recibieron la Citación al Mérito.

La guerra más larga de Estados Unidos

Mañana domingo, 7 de octubre, se cumplen 11 años desde que comenzó la guerra de Afganistán contra el terrorismo. Y el pasado 20 de marzo se cumplieron 9 años desde la invasión a Irak.

El mayor Paul Dahlen, oficial de Asuntos Públicos de la Guardia Nacional de Puerto Rico, precisó a NotiCel que desde el 2001 unos 16,500 puertorriqueños han servido en distintas misiones militares desde los ataques terroristas del 11 de septiembre. Aún se mantienen movilizados 250 soldados de la Guardia Nacional que están en misiones en la base de Guantánamo en Cuba y en Honduras.

Para la comandante Paul ‘este es mi tercer combate y comandar a una unidad en una área bien delicada, es bien difícil, pero no imposible. Si estamos juntos como familia con un propósito en común, la misión se cumple’.

A su vez Sáez, reiteró que su participación en esta guerra, ‘como decimos nosotros, es por nuestros hermanos e ir a defender la nación’.

Mientras Mena, apuntó que ‘para mí fue un honor servirle a mi país, a la nación. Se hace lo que haya que hacer’.

Por su parte, Negrón, añadió que ‘mi sentimiento como tal es que estoy orgulloso de haberlo hecho. Soy veterano de tercera generación, mi abuelo estuvo en la Segunda Guerra Mundial y mi papá estuvo en Vietnam. No me avergüenzo de lo que he hecho ni de lo que represento. Me dieron el llamado y acepté porque me gusta’.