Ana Cacho, una de las sospechosas del asesinato del su hijo Lorenzo González Cacho, transita por las calles del país sin licencia de conducir desde que se le venció la suya en el 2001.

NotiCel confirmó que la licencia de conducir de Cacho está caducada, expirada, vencida, desde el 12 de noviembre de 2001.

NotiCel se reserva el número de licencia, pero el expediente de Cacho revela que tiene dos multas por exceso de velocidad que nunca pagó. Una de las multas es de $130 y la otra por el monto de $125.

La multa de $130 fue en Guaynabo en marzo de 2009. La multa de $125 en Cataño en diciembre de 2002. El expediente tiene un mensaje que dice: ‘Tiene memos, tiene multas sin pagar, licencia caducada’.

Una fuente indicó que Cacho no puede alegar que tiene otra licencia, ni tan siquiera de los Estados Unidos porque las de ese país sólo sirven por un tiempo limitado de unos 30 días. De acuerdo con la fuente, Cacho tampoco podría decir que tiene una licencia de conducir con otro número porque los conductores, no importa los años que pasen, viven ‘toda la vida’ con el mismo número de licencia desde el primer día que se emite el documento de identificación.

En mayo, Cacho reclamó sin éxito que el tribunal expidiera una orden de protección a su favor porque alegadamente el padre de sus hijas, Ahmed Al González, la había perseguido y le había tirado su carro encima en un tramo largo entre la salida del Viejo San Juan y la avenida Kennedy. La jueza que examinó la petición de Cacho la denegó, pero no se explicó la razón.

Cacho se encuentra en la mirilla de la justicia desde el asesinato de su hijo en hechos ocurridos en su residencia en marzo de 2010.

Aunque las autoridades no han presentado cargos contra ninguna persona en este caso, ayer trascendió que, además, de Cacho hay otros tres sospechoso en la mirilla del Departamento de Justicia.

Los tres sospechosos -Genaro Camacho, el agente federal William Marrero y Arnaldo ‘Naldy’ Colón- visitaron la residencia de Cacho en Dorado del Mar la fatídica noche de los hechos.

El secretario de Justicia, Guillermo Somoza, fue parco el miércoles sobre el caso de Lorenzo y se escudó en su cacareada respuesta de que cuando estén listos van a someter las acusaciones.

‘Continuamos citando testigos y levantando prueba. Este caso no se va a quedar impune y nosotros estamos para radicar el caso cuando estemos listos para sostenerlo, como siempre hemos dicho, más allá de duda razonable’, destacó Somoza.

El fiscal general Obdulio Meléndez le mostró a Camacho algunas de las piezas de evidencia con las que se propone sostener las acusaciones, pero no se precisó si se le ofreció algún tipo de acuerdo o inmunidad por su declaración. Según el diario, junto a Camacho también serían acusados Cacho, Colón y el agente Marrero.

El niño Lorenzo, de 8 años de edad, fue asesinado el 9 de marzo de 2010 mientras estaba al cuidado de su madre en su residencia de Dorado del Mar.

En sus primeras declaraciones a los medios, Cacho dijo que el niño se cayó de la cama y que murió a consecuencia del incidente, pero posteriormente la directora del Instituto de Ciencias Forenses (ICP), María Conte, confirmó que se trató de un asesinato y afirmó que había prueba contundente en el caso.