“Si el jurado se quiso creer ese cuento, ese es problema de ellos”
Rompe el silencio el abogado Francisco Rebollo en torno al caso de la exlegisladora penepé María Milagros Charbonier y adelanta que apelará el caso.
El licenciado Francisco Rebollo, abogado de defensa de la exlegisladora penepé María Milagros Charbonier Laureano, rompió el martes el silencio para hablar sobre el principio jurídico de la presunción de inocencia, elemento que a su juicio estuvo ausente durante el proceso federal enfrentado por su cliente.
Durante el proceso, Rebollo intentó establecer sin éxito que el dinero en efectivo marcado por el FBI y que fue recibido por la ayudante Francés Acevedo Ceballos nunca apareció en la casa de Charbonier Laureano, lo que redundó en que tanto ella y su esposo Orlando Montes fueran declarados culpables de todos los cargos que enfrentaban a nivel federal por corrupción.
Charbonier Laureano y su esposo estaban acusados de conspiración, robo de fondos federales y soborno, fraude de servicios honestos y lavado de dinero, todos estos en conjunto, y, Charbonier además, de obstrucción a la justicia.
“Este caso en particular, es un caso lleno de toda duda razonable, que lamentablemente resultó en la convicción de una mujer inocente”, expresó Rebollo durante una entrevista el martes en el programa Jugando Pelota Dura.
“Y me explico: aquí todos saben o todos sabemos cual es la teoría del gobierno que alegaba que supuestamente la licenciada Charbonier le subió el sueldo a una de sus empleadas y a cambio de eso se le paga 3,000 dólares mensuales como el famoso kick-back federal. A eso hay que añadirle dos hechos importantes. Uno es que alegaba el gobierno el total de los kick-backs sumaban más de 100 mil dólares. Y el segundo (punto) importante: el ‘case agent’, el agente del caso Andy Walts, testificó bajo juramento, no solamente en las declaraciones juradas que sometió al tribunal en múltiples ocasiones buscando ordenes de registro, y órdenes de ese tipo, sino que en el testimonio del juicio, la teoría del gobierno era que la empleada le daba el dinero al informante —Jonathan Alemán Arce—, y que ese se lo entregaba a la licenciada Charbonier. Pero había un problema y era que el gobierno no tenía prueba alguna de que en las cuentas de Charboniber hubiese esa cantidad de dinero ni nada que se acercara, número uno. Número dos: ustedes vieron en innumerables ocasiones, cuando le registraron la casa, no había un solo dólar en efectivo que se ocupó. Así que el problema que tenía el gobierno era que el dinero no aparecía en las cuentas. No había prueba de que la licenciada hubiese hecho gastos extraordinarios, ni de que el dinero estuviera en su casa”, indicó.
Rebollo, quien adelantó que solicitará formalmente una apelación al caso, por entender que Charbonier Laureano es inocente de todo lo que se le imputa, alegó que el proceso estuvo viciado desde el primer día, al a su juicio, no respetarse principio básico de presunción de inocencia.
“La pregunta que le hago yo al jurado es cual: en ese proceso en el que el informante es el intermediario, el dinero efectivamente ¿llegó a la licenciada Charbonier, o el intermediario se quedó con él? Y ahí viene el dato importante, que incluso sorprendió a los fiscales y agentes, que durante los argumentos finales, recordarán que yo sumé, porque ellos habían presentado unas tablas, en las que establecían el dinero de cada cheque de salario que la empleada recibía y depositaba una parte y se quedaba con otra. Y eso lo hacía durante el tiempo que duró el supuesto esquema que duró del 2017 al 2020. Así que si usted suma el dinero lo que daba, sumaba 68,450 dólares mas o menos, y eso lo hizo hasta el 2019”, continuó.
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“Pues resulta que dos semanas más tarde, el 25 de julio de 2019, el informante del gobierno (Jonathan Alemán), el intermediario a través de por el que iba el dinero, sale pagando, saldando su hipoteca con el banco popular. Un individuo que tenía escasamente 30 años y que era empleado público toda la vida. Ese es Alemán. Saldaba una hipoteca por la cantidad de 68,555 dólares. Una diferencia de 110 dólares. ¿Pues a donde estaba yendo el dinero?. El dinero no estaba pasando del intermediario. Eso es duda razonable. Estamos levantando duda razonable. Pero voy a decir porqué eso ocurrió (un veredicto en tres horas). En este país, estamos viviendo unos momentos bien, bien, peligrosos. Porque casos que envuelven figuras de algún relieve, alcaldes, legisladores, artistas, no existe la duda razonable. No existe la presunción de inocencia. En esos casos, desde que radican la acusación, por los últimos tres años y medio, antes del juicio, a la licenciada Charbonier la crucificaron en este país, los medios. Al no existir la presunción de Inocencia. Al ser destruida de la forma en que estamos llevando las cosas en este país. Se supone que la fiscalía radica unos casos, pero esa persona es inocente, se presume inocente, y se supone que estamos mirando a que eso es una persona inocente contra la que se está hacienda esa alegación. Y ese jurado está siendo bombardeado con eso constantemente y no solamente es el periodo de 2020 a 2023, sino que durante el curso del juicio, aquí compañeros abogados que debería estar defendiendo la presunción de inocencia, yo los escuché decir en este y otros programas de radio decir que la prueba es contundente. 'Muy complicado para la defensa'. 'No sé como van a salir de esto'. Oiga, usted está llamado a defender la presunción de inocencia. Esos son derechos importantes. Son derechos fundamentales que son la base de la sociedad libre en la que vivimos. Y aquí se están perdiendo y ese jurado, bombardeado con eso, pues no podíamos esperar mucho”, alegó.
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Rebollo fue más allá y estableció que el jurado se quiso “creer el cuento” planteado por la parte acusadora y no tuvo problema en explicar durante el espacio televisivo en el que intentó cubrir todas sus alegaciones sobre caso.
“Las grabaciones no son de las ayudantes de Tata Charbonier, las grabaciones son de la ayudante Frances Acevedo. Las grabaciones son de ese señora, y es señora estaba dentro de la creencia, porque el dinero, según la teoría del gobierno, el esquema es que Alemán le dice a ella, —Alemán que era quien le subió el salario a Frances Acevedo porque la primera subida de salario se la dio Charbonier, porque tiene que ser así, porque es el cambio de administración— pero todas las posteriores se las daba Alemán. Y Alemán le estaba diciendo a esa señora “Me lo das a mí y yo se lo llevo a Charbonier”. Esa señora estaba bajo la creencia de que el dinero que ella le estaba dando a Alemán iba para Charbonier. Así que no sorprende a nadie que ella esté hablando como si el dinero fuera de verdad para Charbonier. La alegación del gobierno era que el kick-back, todos los meses era de 3 mil dólares. Esas transacciones electrónicas duraron cinco meses. La cantidad total de esa transacciones electrónicas sumaron 4,300 dólares. Si fuera parte del esquema, pues ¿cuanto tenía que dar? Son 3 mil por mes, en cinco meses, pues tenía que dar $15 mil, y no da $15 mil, da $4,300 dólares. Evidentemente la explicación es otra para esos pagos. Y la explicación surgió de la prueba del gobierno. Y nuevamente, yo no tengo que traer pruebas. Los testigos del gobierno dijeron que cuando se iban de viaje, la licenciada Charbonier le adelantaba gastos a sus empleadas. Y esos gastos no eran un regalo, había que pagarlos para atrás. Y ella los estaba pagando para atrás. ¿Porque pararon después de cinco meses? Porque se saldó la deuda. Si no fuera esa deuda, y fuera el ‘kick-back’ que tenía que seguir hasta el 2020, pues entonces descubrimos un nuevo método de hacer las transferencias”.
Rebollo calificó igualmente la cobertura mediática como una que también tergiversó mucho puntos importantes del caso. Como por ejemplo, el argumento de que el esposo de Charbonier Laureano guardó dinero en un pastizal aledaño a su hogar.
“El mejor ejemplo de cómo ser tergiversa en los casos, se reportan de una forma, cogen vuelo propio, se siguen repitiendo, yo llegué a oír de los abogados comentaristas, de que este era el momento insigne del caso. Ese cuento es el cuento más absurdo y más ridículo, que usted se puede imaginar. Y mire como fue el cuento. La testigo Sheila Miranda dice “que en un momento dado la licenciada Charbonier no tenía la capacidad de gastar un dinero así que se lo llevó a ella, poniendo a un lado lo absurdo de ese planteamiento, ese miedo de gastar el dinero, aparentemente dura 24 horas, porque al otro día envía a su esposo, el señor Orlando Montes, a buscar el dinero, entonces el Sr. Orlando Montes ese día piensa, según la testigo, Sheila Miranda, del gobierno, que Orlando Montes tiene una vigilancia por mar, por aire y por tierra del FBI. No estuvo claro. Oiga, si usted tiene una vigilancia detrás de usted, usted no va a buscar un dinero ilegal. Pero es tan absurdo el cuento, que él va a buscar el dinero ilegal. Llega allí, coge el dinero ilegal, y le dice, no se lo lleva. Coge y entonces con una vigilancia encima, según el testimonio del testigo, va a un pastizal aledaño, en un sitio público, para que la vigilancia lo coja, a enterrar o guardar el dinero", sostuvo.
"Pero entonces aparentemente, ese miedo de que te están siguiendo los federales, también dura 24 horas, igual que el miedo de gastar el dinero. Porque al otro día él regresa a buscar el dinero, pero antes, de buscar el dinero, decide para en la casa, (convenientemente para el gobierno) decide para en casa de la testigo, y le dice “aquí vengo a buscar el dinero. Voy a buscarlo allá al pastizal”. Entonces va al pastizal supuestamente y busca el dinero. Pero no conforme con eso, el cuento con eso es que Sheila Miranda, va al pastizal, (y oiga, el pastizal más pequeño de Puerto Rico tiene 300 o 400 metros cuadrados y si es con la yerba alta, ¿cómo es que usted va a ir allí en un pastizal a buscar en cada esquina?. Y ella va al pastizal, y certifica que el dinero no esta allí y por lo tanto concluye que él se lo llevó. Mire mi hermano, si el FBI se quiere creer ese cuento, y si el jurado se quiso creer ese cuento, eso es problema de ellos. Pero hay una frase bien famosa del tribunal supremo de Puerto Rico, que dice que los jueces, y los jurados son jueces. Los jueces no podemos ser tan inocentes como para creer lo que nadie más creería. Pero en este caso lo creyeron, lo resaltaron en los medios como el destroce del caso. Aquí esto fue el campanazo final. Y es a lo que me estoy refiriendo. Usted tiene que esperar y yo estoy haciendo un llamado a que la presunción de inocencia es un cuestión tan importante”, apuntó.
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