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Tribunales

No causa contra Pedro Julio, pero fiscal irá en alzada en su contra

Los dos testimonios del día ubicaron a Serrano como la víctima de las agresiones.

Continuación de la vista preliminar por cargos de agresión sexual contra el activista de la comunidad LGBTTIQ+, Pedro Julio Serrano.
Foto: Juan R. Costa / NotiCel

La jueza Yazdel Ramos Colón del Tribunal de Primera Instancia de San Juan determinó que no había causa para juicio contra el activista y defensor de los derechos de la comunidad LGBTTQIA+ Pedro Julio Serrano Burgos, por las imputaciones de violencia de género que pesaban en su contra.

Sin embargo, la fiscal Linnette Velázquez Grau adelantó de inmediato en sala que solicitará una vista preliminar en alzada para retar la determinación, pero al salir de sala especificó que debía comunicarse con la alegada víctima, quien era el prometido de Serrano Burgos y suponían casarse en diciembre de 2020.

Serrano Burgos enfrentaba dos cargos por violaciones al Artículo 3.5 de la Ley 54 contra la Violencia Doméstica, por denuncias en su contra el pasado 6 de julio y por las cuales se le arrestó y se le impuso una fianza de $20,000.

La fiscal aseguró que estaba satisfecha con su desempeño en el procedimiento y respetaba la determinación de la jueza, pero también entendía que era difícil que las víctimas denuncien este tipo de conducta, pues hay una relación amorosa de por medio.

“Muchas de las víctimas tienen amor, hay sentimientos encontrados, como pasa aquí muchas veces, que las víctimas mismas se echan la culpa. Lo hacen sentir culpables”, exclamó Velázquez Grau.

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La representación del Estado recontó lo que sucedió en vistas anteriores, en que la alegada víctima testificó que Serrano Burgos lo violó y que desde el día uno se encargó de intimidarlo y le demostró que conocía gente influyente y tenía acceso fácil a los medios de comunicación. Según Velázquez Grau, el caso no hubiese llegado al tribunal si no fuese por la madre de la víctima.

La defensa de Serrano Burgos, compuesta por la licenciada Sylvia Juarbe Berríos, Julio Fontanet y Emanuel Grant, no emitió comentarios al salir de sala.

No obstante, como parte de su argumento de cierre, Juarbe Berríos aseguró que el caso se basaba en el despecho de la expareja de su cliente.

“Este es el caso del despecho. Si Pedro Julio no hubiese terminado la relación, jamás hubiese venido este caso a su Señoría de una persona que tanto terror le tiene a Pedro Julio, que dormía desnudo a su lado”, exclamó la licenciada.

Mira este video de lo que pasó hoy.

Serrano como víctima

Aunque es a Serrano Burgos a quien se le imputaban dos cargos de violencia de género, las dos testigos que sentó su defensa lo presentaron como víctima de agresión por parte de su expareja. En específico, fue descrito como asustado, nervioso y que temía por su vida.

Una de las testigos, que es su vecina, recontó cómo Serrano Burgos le escribió mensajes mientras estaba encerrado en un cuarto, luego de una discusión con su expareja en que se lanzaron objetos contra el piso. A su entender, eran ruidos de vidrio y retumbaron unas tres o cuatro veces.

“Por favor esto es confidencial, está rompiendo cosas”, le escribió el activista.

“¿Quieres que llame a la policía cualquier cosa?”, preguntó Brenda Ramos González, quien vive un piso debajo del imputado.

“No sé. Aún no, pendiente por si acaso”, contestó Serrano Burgos.

Continuación de la vista preliminar por cargos de agresión sexual contra el activista de la comunidad LGBTTIQ+, Pedro Julio Serrano.
Foto: Juan R. Costa / NotiCel

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La conversación ocurrió a eso de las 4:30 de la tarde en mayo y fue la primera vez que intercambiaban mensajes a través de Whatsapp, aunque eran vecinos desde hace dos años. Los mensajes continuaron por espacio de una hora, hasta que ambos sintieron que el compañero de Serrano Burgos estaba calmado.

“Me asusté porque era un ruido fuerte, el apartamento retumbaba. Al poco rato recibo un mensaje de texto de Pedro diciéndome que su novio se había puesto violento y que él estaba un poco asustado”, recordó Ramos González.

Serrano Burgos, también empleado del Municipio de San Juan, le indicó a su vecina que al otro día su pareja tenía cita con una psiquiatra por teleconferencia. El día de la cita, el activista le informó que todo fluyó con normalidad.

La fiscal Velázquez Grau enfatizó que la testigo no estuvo presente físicamente en el apartamento y que solo podía dejarse llevar por lo que cree que escuchó. También cuestionó si habló con la expareja de Serrano Burgos luego del incidente, a lo que la testigo dijo que no.

A la segunda testigo, una corredora de bienes raíces, Serrano Burgos le solicitó que estuviese preparada para llamar al 9-1-1 cuando él finalizara la relación con su compañero.

Según el testimonio, el activista se disponía a visitar una propiedad en Guaynabo junto a su expareja con miras a comprarla previo a la boda. Al finalizar el recorrido, le daría la noticia a su compañero mientras la testigo, Marian Hidalgo, observaba a la distancia.

“Me dijo que quería ejecutar el plan de esta manera porque tenía miedo, como [su pareja] lo había encerrado en su cuarto días antes sin dejarlo salir… así que me pide también que luego de mostrarle la propiedad lo siga hasta la casa de su mamá”, explicó Hidalgo.

Serrano Burgos e Hidalgo se conocen desde hace varios años y tienen una relación cuasi familiar, por eso el activista se sintió en la confianza de llegar a la cita antes de la hora pautada, montarse en el carro de Hidalgo y reclutarla para el plan.

Como parte de las medidas de precaución en el plan, el hermano del activista también estaría en el apartamento que Serrano Burgos compartía con su pareja para vigilar las pertenencias, ya que en ocasiones previas la expareja había roto objetos.

A la hora de ejecutar el plan, el 2 de julio a las 4:30 de la tarde, la testigo no escuchó el intercambio, pero vio cómo la expareja del activista caminaba de lado a lado y hasta trató de entrar al carro de Serrano Burgos.

“Se podía entender que estaba alzando la voz. En una pude ver que trató de abrir la puerta del carro de Pedro Julio y Pedro Julio le hace gesto como que se calme. [La pareja] se fue a las millas, rápido, casi chillando gomas. Luego de eso, Pedro Julio camina hacia mi carro y me pide que lo siga a casa de su mamá. Lo acompaño adentro. Yo también estaba con muchos nervios y quería calmarme antes de guiar”, declaró Hidalgo.

La fiscal, por su parte, insistió que Hidalgo no sustentó que hubo animosidad entre las partes, tanto en el chat de Whatsapp de los tres —titulado CASA—, como en el momento en que acabó la relación tras el recorrido.

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Periodista que cubre temas de gobierno, tribunales y política. También le interesan los deportes, las películas y la música. Es exalumna de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.