Una década en prisión para maestra que se acostó con su estudiante
Yaira T. Cotto Flores, maestra acusada de llevar a un estudiante de 14 años hasta un motel para sostener relaciones sexuales, fue sentenciada a 10 años de prisión, más ocho años de libertad supervisada, en la sala del juez federal Daniel Domínguez.
La mujer escuchó llorosa su sentencia, parada al lado de su representante legal, el licenciado Luis Rivera, mientras que su esposo tambien trataba de controlar el llanto en la primera fila de la sala, justo detrás de la mesa de la defensa.
'El tiempo que usted pasará en la cárcel lejos de sus hijos será la peor sentencia que va a recibir', dijo el juez, quien ordenó que la mujer permaneciera en libertad en lo que se define la prisión federal a la que irá.
El juez mencionó que era importante que la mujer se mantuviera recibiendo ayuda psiquiátrica, ya que temía que pudiera enfrentar una depresión.
'Ella es una madre, parece que tiene un buen matrimonio. Es importante que reciba la atención de un siquiatra para asegurarse de que reciba todo lo que necesite', dijo Domínguez. 'Son 10 años, es normal que pueda caer bajo una depresión'.
'Estamos de acuerdo con usted. Ese tratamiento será muy apreciado, juez', dijo el abogado.
El pasado mes de abril, la maestra de la escuela Manuel Torres Villafañe en San Lorenzo, fue declarada culpable por un jurado por transportar a un menor de edad --uno de sus exalumnos-- para sostener relaciones sexuales con el.
Cotto Flores permaneció en arresto domiciliario desde que fue hallada culpable.
Este caso se remonta a marzo de 2016, cuando el estudiante tenía 14 años y Cotto Flores tenía 26. Durante el juicio, la fiscal federal Elba Gorbea planteó que la exmaestra abusó de su poder para forzar al estudiante a incurrir en un acto sexual.
'Este no un caso en el que la vida de alguien este arruinada… no creo que vaya a ser arruinada por el resto de su vida. Pero por ser varón, no tiene el mismo impacto que para una mujer', dijo el juez.
Una vez el juez salió de sala, la acusada se abrazó a su esposo y empezaron a llorar. Otros familiares que la acompañaban se sumaron al abrazo.