Imperio Bad Bunny: nuevo pleito por un pedazo de RIMAS
Exmilitar venezolano que puso el dinero para iniciar la disquera enfrenta demanda en la que le reclaman hasta $100 millones.
El artista urbano Kent, cuyo nombre de pila es Kent Berry Jaimes Ramírez, presentó una demanda federal en la que reclama ser dueño del 10% de la disquera RIMAS y pide una compensación millonaria contra su fundador, el exmilitar venezolano, Rafael Ricardo Jiménez Dan, y su esposa, Dayva Soto.
Jaimes Ramírez es residente de Puerto Rico desde 2018, mientras que Jiménez Dan reside en Weston, Florida, por lo que la reclamación de incumplimiento de contrato, daños y enriquecimiento injusto está sometida ante la jueza del Tribunal de los Estados Unidos del Distrito de Puerto Rico, Silvia Carreño Coll.
El contrato al que se hace referencia es verbal y sería el arreglo que Jiménez Dan acordó con el demandante para darle 10% de RIMAS, mientras que el restante 90% se dividiría entre el exmilitar y el puertorriqueño Noah Assad Byrne, manejador de Benito Antonio “Bad Bunny” Martínez Ocasio.
La reclamación legal presentada el 31 de diciembre no es la primera con relación al imperio de RIMAS que, aunque tiene a varios otros artistas, se convirtió en un jugador peso pesado de la industria de la música mundial con el éxito de “Bad Bunny”.
La expareja consensual de Assad Byrne, y madre de sus dos hijas, Gretchen Marie Hernández Rivera, mantiene una demanda a nivel estatal en la que reclama una parte de la participación de Assad Byrne en RIMAS ya que sostiene que contribuyó trabajo en la creación y desarrollo de esa empresa.
El pleito de Jaimes Ramírez no implica a Assad Byrne, sino que es solo contra Jiménez Dan, quien habría vendido en 2023 su participación en la empresa. El demandante dice que mantuvo comunicación con él hasta ese momento, pero después no pudo contactarlo más y alega que se le deben $50 millones por su participación en RIMAS, $40 millones de enriquecimiento injusto que tuvieron los demandados y $10 millones por angustias mentales, para un total de $60 millones.
Igual que la acción de Hernández Rivera, la de Jaimes Ramírez provee algunos detalles, desde su perspectiva, de cómo surgió la empresa detrás del fenómeno de “Bad Bunny” y que fue una apuesta de Jiménez Dan por aventurarse en el mundo del entretenimiento después de dejar posiciones de confianza en el gobierno de Hugo Chávez.
El demandante de 42 años era miembro del dúo “Kent y Tony” en Venezuela cuando contrató a la modelo Zaphyro Artiles como su manejadora. Entre 2011 y 2012, la mujer le presentó a Jiménez Dan en el restaurante caraqueño El Alazán. Mientras continuaban las conversaciones, Jaimes Ramírez le lanzó la idea de crear una entidad que uniera a artistas venezolanos y boricuas por los lazos que ambas escenas musicales habían desarrollado a lo largo de años.
Para este momento, ya Jiménez Dan tenía una organización de abogados, contadores, secretarios, asistentes, guardias de seguridad y choferes en su oficina del sector Sabana Grande, en Caracas, que impresionó al demandante. Jiménez Dan ofreció aportar recursos económicos para crear la entidad que le proponían, mientras el demandante aportaría sus contactos y experiencia en la industria, así como su labor artística.
Jiménez Dan creó KYT Productions para manejar el dúo y comenzó la grabación de su primer disco. En esa producción, “Kent” entabló amistad con Assad Byrne y se lo presentó al exmilitar. Luego, en un estacionamiento en el Viejo San Juan, el puertorriqueño le pide ser manejador del dúo y el demandante aceptó.
En la evolución de la idea de crear una entidad, el demandante le dijo a Jiménez Dan que debían crearla fuera de Venezuela y tener también un estudio de grabación, a lo que este aceptó y creó RIMAS Entertainment. El nombre correspondería a las iniciales de los hijos del exmilitar. Es en ese momento que primero la demanda menciona que el acuerdo verbal con el demandado es que el cantante recibiría 10% de “todos los ingresos, regalías, beneficios derivados de los ingresos, dineros y/o participación en RIMAS Entertainment y otras corporaciones y/o instrumentos usados para negocio en la industria del entretenimiento para el propósito de este proyecto”. Cada vez que Jaimes Rodríguez pedía llevar el arreglo a un escrito, el demandado le decía que no se preocupara, que eso se haría luego. Se alega que en 2013, 2014 y 2017 hubo conversaciones en las que se reiteraron los términos del acuerdo.
En esos años, Jaimes Ramírez dice que estuvo involucrado en la contratación de artistas como Ozuna, el dúo Jowell y Randy y Eladio Carrión. También, que seleccionó la propiedad de Ocean Park que estaba reposeída por un banco y que se convirtió en el estudio de grabación de RIMAS. El demandante indica que vivió allí y fue el gerente de la propiedad, que fue adquirida a través de otra entidad, Risamar Business Group LLC y para cuya transacción Jiménez Dan proveyó capital.
En el caso de Hernández Rivera, se alegó que en 2014 Jiménez Dan puso $2 millones a disposición de Assad Byrne para el desarrollo de RIMAS pero no se menciona a Jaimes Ramírez. En ese otro pleito, que es una controversia de división de la sociedad de bienes que la mujer sostiene que estableció con Assad Byrne, a RIMAS se le valora en hasta $1,000 millones, mientras que en la acción de “Kent” se afirma que el valor de la empresa está en “bien por encima de los $250 millones”. RIMAS no solo es una disquera, sino también es una editorial musical y hace gerencia y representación de artistas como Tommy Torres, como Arcángel, Mora y Rafa Pabón, además de Martínez Ocasio.
Jaimes Ramírez, representado por los abogados Jean Vissepó Garriga y Jane Becker Whitaker, da por completada una transacción en la que Jiménez Dan habría vendido su participación en RIMAS en 2023, aunque eso todavía no se ha confirmado públicamente. La demanda no le pone cantidad al dinero que el demandado habría recibido por esa transacción.
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