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Tribunales

Grupo religioso judío demanda a inversionista residente que incumplió promesas de donativos

Chabad PR sostiene que ayudaron al inversionista a conseguir su decreto contributivo, a pesar de un caso criminal en su contra, pero luego este los engañó con donativos y propiedades.

Chabad Lubavitch of Puerto Rico, Inc., una organización religiosa sin fines de lucro que profesa el judaísmo y que opera en la isla desde 1999, recurrió al tribunal en contra de un inversionista residente, contratista federal, de quien dicen nunca les dio los donativos prometidos, aún después de que estos intervinieran para ayudarlo a conseguir su decreto contributivo en medio de un caso criminal que enfrentaba en Colorado.

La reclamación es contra Joseph Lipsey III, su esposa Shira Lipsey, y las entidades que controlan, Isla-Mar Development Corporation y PLR Isla Verde, LLC. A través de las empresas Lipsey Water y Lipsey Logistics, el hombre ha tenido contratos con la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) y el Ejército de los Estados Unidos para proveer, respectivamente, agua y suministros. Lipsey está vinculado con la entrega de 15 millones de botellas de agua a la isla tras el huracán María.

El grupo religioso que encabeza el rabino Mendel Zarchi busca que el tribunal emita sentencia declaratoria reclamando su derecho bajo el Código Civil a obligar a Lipsey a cumplir con las declaraciones unilaterales que realizó sobre donativos económicos y en propiedades que haría a la organización y, también, que la demanda interpuesta se anote en el registro de propiedad para los cinco inmuebles que están al centro de la controversia. Estos son cuatro en el área de Isla Verde, donde ubica actualmente el centro de operaciones de Chabad, y uno en Dorado, donde vive Lipsey.

El escrito tiene también afirmaciones que pueden tener consecuencias para el decreto contributivo que disfruta Lipsey como inversionista residente bajo la Ley 60.

El decreto contributivo bajo la Ley 60 “se obtuvo mediante declaraciones falsas, aprovechándose de la reputación de la comunidad religiosa de Chabad Puerto Rico”, plantea sin detallar cuáles fueron esas declaraciones falsas. Lo que relata es que Lipsey esperó hasta dos años después de mudarse a la isla para solicitar su decreto porque tenía pendiente en Colorado acusaciones que surgieron de una actividad en su casa y que originalmente incluían distribución de drogas a menores, pero que fueron desestimados. Lipsey y su esposa terminaron con sentencia de probatoria tras declararse culpables de delitos menos graves de proveer bebidas alcohólicas a menores, mientras que el hijo de la pareja se declaró culpable de posesión de drogas y conducta negligente.

“Considerando que era un miembro de la comunidad de Chabad Puerto Rico y descansando en recomendaciones de otros líderes religiosos, el Rabino Zarchi apoyó la solicitud de (Lipsey) para obtener un decreto contributivo”, añade al recalcar que el hombre “ utilizó a Chabad Puerto Rico para rehabilitar su reputación que se había visto lacerada, entre otras cosas, por incidentes notorios de naturaleza criminal”.

Las propiedades en disputa son unas que Chabad tenía vistas, en un caso por hasta 10 años, para cumplir con su plan de expansión en la isla. El patrón que le imputan a Lipsey es que hizo promesas a Chabad de que las iba a adquirir las propiedades para donárselas, intervino en trámites y conversaciones que la organización ya tenía con los dueños de las propiedades, adquirió las propiedades y luego las puso en venta para su lucro personal en vez de cumplir con la promesa de donación.

En el caso de la propiedad de Dorado, el propio rabino Zarchi compareció como representante autorizado de Lipsey en la transacción. El grupo añadió que, después de la adquisición de las propiedades, invirtieron cientos de miles de dólares en fondos de la organización para remodelarlas, hacerle reparaciones o pagar cuotas de mantenimiento. Así como que invirtieron en un arquitecto que hizo un plan de desarrollo de Chabad basado en el potencial de crecimiento que tendrían con las propiedades nuevas.

Además, señalan que Lipsey hizo manifestaciones públicas de que iba a hacer un donativo de $360,000 a Chabad por motivo de su cumpleaños 60, pero nunca lo hizo. En la gala de 25 aniversario de Chabad prometió públicamente donarles $250,000 y tampoco lo hizo. Y que su hijo les dijo que recibirían una subvención igualada de $10 millones a través de la Lipsey Foundation, pero que eso tampoco sucedió.

“Las transacciones realizadas por Joe Lipsey revelan un esquema inequívoco y sistemático de adquirir propiedades inmuebles colindantes o cercanas a las propiedades inmuebles existentes de la parte demandante que representan los únicos terrenos que permitirían a Chabad Puerto Rico expandir la planta física de sus facilidades”, se asegura en la demanda.

Para leer la demanda, pulse aquí.

PDF: Demanda Chabad v Lipsey.pdf
Periodista y abogado con 25 años de experiencia. Cofundador, o miembro de los equipos fundadores, de NotiCel, el Centro de Periodismo Investigativo, Red 96, Primera Hora y El Nuevo Día Interactivo.