“Existimos, estamos vivas”, dicen víctimas de violador en serie a juez federal
Cuando las víctimas del violador Félix Hernández Doble pensaban que ya habían dado todas las luchas posibles por asegurar que cumpla su castigo, tienen que volver a empezar.
Han pasado 20 años ya desde que Félix Hernández Doble cambió irremediablemente las vidas de 24 mujeres violándolas o cometiendo otros actos de agresión sexual en su contra, usualmente a punta de pistola, y todavía estas víctimas reviven sus traumas buscando asegurarse de obtener la medida mínima de justicia: que el hombre cumpla la sentencia que se le dictó por los delitos que cometió.
Un grupo de las víctimas se ha mantenido activo y llegaron a conseguir que, apenas en mayo pasado, el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia convirtiera en ley un proyecto que cortaba la posibilidad de que Hernández Doble fuera liberado antes de tiempo.
En 2022, sin escuchar a las víctimas de delito, la legislatura y el gobernador aprobaron la Ley 85, una modificación amplia a los criterios de libertad bajo palabra que hacía que los confinados fueran elegibles para ese privilegio con menos tiempo cumplido que antes. Pero las víctimas de Hernández Doble se contactaron entre sí y, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, comenzaron a contactar legisladores y consiguieron la enmienda que excluye de esa ley a los que, como su violador, cometieron cualquier tipo de delito de agresión sexual en cualquier momento.
Con esa enmienda de mayo, el 6 de agosto pasado la Junta de Libertad Bajo Palabra (JLBP) notificó al convicto que declaraba no ha lugar su solicitud de reconsideración para que se le conceda la excarcelación bajo ese privilegio.
Era el resultado que las víctimas tenían en mente cuando impulsaron la enmienda. Pero no hubo tiempo de celebración. Cuatro días antes, el 2 de agosto, se enteraron que Hernández Doble llevaba desde diciembre de 2022 con un recurso de habeas corpus pendiente en el Tribunal de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico. El habeas corpus es el instrumento que tiene todo confinado para cuestionar la legalidad de su sentencia. No siempre lo consiguen, pero en noviembre de 2023 el juez federal Francisco Besosa provocó titulares cuando ordenó la excarcelación de uno de los convictos de la Masacre de Trujillo Alto, Antonio Ramos Cruz, en lo que resolvía su habeas corpus porque el Departamento de Justicia se había tardado en someter las traducciones de las transcripciones del juicio.
La posibilidad de que Hernández Doble se beneficie de una orden similar por parte del juez que atiende su petición, Pedro Delgado Hernández, tiene a sus víctimas aterradas, según dos de ellas que hablaron con NotiCel.
“Físicamente te drena y te dan síntomas de PTSD (síndrome de estrés postraumático). Yo me considero bastante fuerte y ese viernes (2 de agosto) yo dije, ‘¿cómo va a ser?. Después de todo lo que logramos en la (JLBP), todo el esfuerzo de ir oficina por oficina (en el Capitolio) para hablar con todo el mundo y lograr lo que pensamos que era el final, para entonces que venga esta otra cosa. Yo no sabía lo que era habeas corpus, me puse a leer, no soy abogada, me empapé del caso de Trujillo Alto. Cuando uno piensa que ya lo cerraste, entonces vuelve. Uno siente no solo lo emocional, no dormir, la ansiedad, pero también es físico, dolor de barriga, náuseas, migraña, todo vuelve. Además, la seguridad de nuestras hijas”, manifestó una de las víctimas que pidió no ser identificada.
Marta Alexandra Flores, la única víctima de Hernández Doble que ha accedido a ser identificada, apuntó también que “nosotras somos las que tenemos que velar por nosotras mismas, debido a que no tenemos un gobierno, una defensa en la que podamos confiar que nos llegue la información, que nos den el apoyo necesario, que hagan lo que tienen que hacer, nosotras nos hemos visto obligadas a estar a cargo de todo, leer documentos, a buscar nuestros abogados, a verificar fechas”.
La mujer se refiere a que el Departamento de Justicia le notificó a las víctimas sobre el habeas corpus apenas el 2 de agosto, un año y medio después de radicado, un año después de que la agencia fuera citada formalmente en el caso y el día después de que el juez denegara una solicitud de Justicia para desestimar la petición.
El lunes pasado, las víctimas pudieron reunirse por primera vez con fiscales de Justicia sobre este caso y las fiscales les aseguraron que la agencia cumplirá con el plazo de someter una contestación al habeas corpus para este viernes y que ya están tramitando los fondos para traducir transcripciones, de forma que no vuelvan a encontrarse en el predicamento que tuvieron en el caso de la Masacre de Trujillo Alto.
Pero las víctimas no están del todo convencidas.
“Nuestro miedo sigue siendo que no hagan el trabajo como se supone. Yo no me siento tranquila todavía. Se están moviendo porque estamos encima de ellos”, dijo la víctima no identificada.
En su recurso federal, Hernández Doble alega que sus abogados en el caso estatal no le proveyeron asistencia adecuada cuando dejaron pasar el término para apelar su sentencia. Un jurado encontró culpable en votación 10-2 al hombre en el caso de una de sus víctimas. En los demás casos, se declaró culpable. El hombre cometió asesinato en primer grado, agresión, violación, actos lascivos e impúdicos, secuestro, secuestro agravado, amenazas, portación de armas sin licencia y apuntar con un arma de fuego antes de ser arrestado en 2003.
Hernández Doble quería apelar porque entiende que Justicia falló al someter agravantes para su sentencia, que resultó ser de 177 años. Esa alegación no ha sido evaluada porque la controversia se ha concentrado en si se le va a permitir que presente su apelación fuera de tiempo por la supuesta falla de sus abogados. El Tribunal Supremo dijo en noviembre de 2022 que no había que aceptarle la apelación, pero ahora un juez federal puede revisar eso y decidir otra cosa.
Las mujeres intentaron que la fiscalía federal les diera asistencia como victimas, pero ese servicio solo está disponible cuando se trata de casos criminales activos, no en un proceso de habeas corpus, que es civil. Aún así, la ley federal dice que las víctimas no pueden ser excluidas en un proceso de habeas corpus y lo que las mujeres quieren, según la mujer que no identificamos, es que el juez Delgado Hernández “sepa que existimos, estamos vivas y queremos ser parte del proceso”.
Las víctimas no tendrían objeción si Hernández Doble es excarcelado antes de los 177 años porque cumplió con bonificaciones que están disponibles a otros reclusos, pero entienden que su violador no está rehabilitado y lo que busca es algún recoveco legal para evadir su pena y volver a cometer agresiones sexuales.
“Hay una diferencia cuando tú sales porque te toca, a que literalmente estás tratando de burlar el sistema para salir antes”, afirmó Flores.
Vea:
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