La infante perdió la vida en la piscina de sus abuelos en Gurabo el 11 de enero, pero todavía el Departamento de Justicia no ha presentados cargos criminales.

El Departamento de Justicia se ha limitado a responder que continúa recopilando evidencia en respuesta a la interrogante sobre el curso de acción tomado a raíz del ahogamiento en una piscina de la niña Amira Narea Jiménez en la residencia de sus abuelos en Gurabo el 11 de enero.

El 13 de abril del 2012, otra nieta infante de Agneris Santiago Torres y su esposo, Erick Jiménez Figueroa, también murió ahogada en la misma piscina. Esa tragedia no desembocó en cargos criminales contra la pareja.

No obstante, tras la muerte Amira Narea, casi inmediatamente se le leyeron los derechos como parte de una investigación de índole criminal.

En abril, Justicia fue más generosa en sus declaraciones, emitidas a través de su portavoz Joan Hernández. En aquel entonces, se precisó que ese mismo mes se relizaría una reunión en que participaría el equipo investigador, entiéndase la Policía y la fiscalía y en el encuentro también participaría la patóloga Rosa Rodríguez. Hernández indicó entonces que faltaban pruebas periciales del Instituto de Ciencias Forenses.

Sin embargo, ahora en julio la respuesta ha sido más parca.

“La investigación se encuentra activa. Durante la reunión celebrada (en abril) se acordó recopilar prueba adicional para completar el protocolo de autopsia. La fiscalía está trabajando directamente con la Policía y al Instituto de Ciencias Forenses para emitir una conclusión en el caso y tomar las acciones que corresponden a base de la prueba”, fue la declaración autorizada de Justicia.

Otros casos, igual de desgarradores, siguen sin producir cargos.

Por ejemplo, el 11 de abril un hombre alegó que se quedó dormido y esto dio paso a la muerte por ahogamiento en una piscina de su hija de dos años en hechos ocurridos en la urbanización Villas de Loíza, de Canóvanas.

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Sí se han logrado convicciones por casos de ahogamientos de niños y niñas en piscinas residenciales en Aguada y Patillas.

Jenniska Mary Ramírez González, de 32 años, se declaró culpable tras ser acusada por cargos de maltrato de menores, modalidad de negligencia, y homicidio involuntario, en conexión con la muerte por ahogamiento en una piscina de su hija de año y medio, Mikeily Lía Cordero Ramírez. El incidente ocurrió en una residencia de alquiler a corto plazo, conocida como finca Nicanor Medina, ubicada en Aguada, el 9 de septiembre.

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También se declaró culpable Christine Rivera Santiago. El pasado 28 de septiembre se encontró causa por negligencia y homicidio negligente contra la mujer, madre de un menor de cuatro años que murió ahogado en una piscina el pasado 16 de julio en Patillas.

Según la pesquisa, la mujer y su hijo acudieron a un quinceañero en un local con piscina en Patillas. El menor, junto a su madre, disfrutó de la fiesta y permanecieron en la piscina hasta pasada la medianoche.

Supuestamente la imputada actuó negligentemente cuando permitió que su hijo permaneciera jugando en una piscina en horas de la madrugada y sin la debida supervisión, lo que provocó su muerte mediante ahogamiento.

Un tercer caso no ha producido cargos criminales. Se trata de la muerte de Xionelys Cloé Rivera Pérez, encontrada flotando el 30 de julio al final del callejón Girasol de la barriada Cantera, en Santurce.

La muerte de la infante ocurrió en circunstancias poco detalladas. El cuerpo fue encontrado por un vecino que estaba en la laguna probando una lancha.