Charbonier: "Ninguna cárcel, por cruel o benigna que sea, puede causarme angustia o desesperanza"
En un mensaje público, la exrepresentante agradeció el trabajo de sus abogados
La exrepresentante María Milagros Charbonier Laureano, sentenciada ayer a ocho años de cárcel por un esquema de corrupción realizado mientras fue funcionaria, agradeció hoy a su abogado, Francisco Rebollo Casalduc, por el trabajo realizado en su defensa y reveló que pudo sobrellevar su juicio teniendo en cuenta las virtudes de amar y perdonar.
“En el proceso de estos cuatro años pocos conocen muchos detalles. Algún día lo sabrán. Pero hoy sepan esto. Nunca olvidaré las palabras que me dijo el Lcdo. Francisco Rebollo Casalduc en una de tantas reuniones que teníamos en función a presentar la defensa de nuestro caso: ‘Licenciada, ayúdeme a ayudarla!’ Fue casi como una súplica cuando era yo la que suplicaba internamente por su ayuda”, escribió Charbonier Laureano en su página de Facebook.
“La Lcda. Anita Hill también me dijo que antes que su madre falleciera le expresó que, a fin de cuentas, en la vida lo más importante era AMAR Y PERDONAR. Pensé, que por esas expresiones no tenía que conocer a su mamá, ¡para saber lo privilegiada que fue de haber contado con una madre así! Tampoco olvidaré esas palabras porque me alertaron de la actitud que debía tener enfrentando este proceso. Hoy le doy las gracias a ambos por la batalla que dieron en nuestra defensa”, manifestó.
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Reveló también que ahora ve cada paso como un avance en su proceso.
“Todavía nos queda un largo camino que recorrer, pero la paciencia ya no es impaciente en mi vida. Mirar el camino, cuán largo como sea es avanzar. Un paso aquí, un paso allá es avanzar. Mis respetos a ambos”, indicó.
En su carta a Rebollo Casalduc, Charbonier Laureano le confesó que antes del proceso había orado a Dios para que él aceptara ser su abogado. “Ese fue uno de los más poderosos milagros que Dios me ha permitido ver en todo este proceso”.
“Día a día estoy convencida de que nuestra mayor derrota ha sido nuestro mayor triunfo en este proceso. La razón es que usted ha luchado por la verdadera justicia”.
“La justicia de Dios es perfecta e inmutable y no añade tristeza. Por tanto, para mí, ninguna cárcel, por cruel o benigna que sea, puede entonces causarme angustia o desesperanza, sino que es una absoluta bendición porque cumple los propósitos de Dios y sus propósitos son eternos”, afirmó.
El esposo de Charbonier Laureano, Orlando Montes Rivera, también fue sentenciado ayer a cuatro años y nueve meses de cárcel por cargos similares.
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