Mientras ocurre cambio de calendario, presentan denuncia contra supuesto gatillero relacionado con narco tiroteado en negocio de exalcalde Félix “El Cano” Delgado.

El juez federal Raúl Arias Marxuach concedió una posposición final para el 2 de abril de la vista de sentencia contra el convicto contratista Oscar Javier Santamaría Torres, quien está al centro de la racha de arrestos por corrupción desde 2021 contra alcaldes, exalcaldes y funcionarios municipales de los partidos Nuevo Progresista y Popular Democrático.

Santamaría Torres, el también contratista Raymond Rodríguez Santos y el exalcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado Montalvo, fueron los primeros arrestos del esquema en noviembre de 2021. Todos fueron cooperadores del gobierno y los tres tienen sus casos ante el juez Arias Marxuach, quien ya sentenció a Rodríguez Santos a 30 meses de cárcel.

La sentencia a Rodríguez Santos era la mayor que dictaban las guías y más de lo que pidieron la fiscalía y la defensa, lo que causó desconcierto tanto en el abogado defensor como en el equipo del gobierno porque entendían que podía ser un desincentivo a la cooperación. “Para bailar tango hacen falta dos, el que da el soborno es tan corrupto como el oficial que lo recibe”, comentó al juez.

Los detalles que se conocen de la negociación de Santamaría Torres con el gobierno son que entregaría $6 millones y que tanto fiscalía como defensa acordaban solicitar sentencia de 60 meses, o lo mismo que cinco años de cárcel.

Aparte de la cooperación que prestaron para efectos investigativos, lo que incluyó grabaciones encubiertas, tanto Delgado Montalvo como Santamaría Torres fueron testigos del gobierno en el caso contra el convicto exalcalde de Guaynabo, Ángel Pérez Otero.

La posposición de la sentencia de Santamaría Torres se tramitó de manera confidencial, pero de común acuerdo entre defensa y fiscalía. El expediente refleja que fue necesario justificarle la solicitud al juez mostrando evidencia independiente. Su abogada, María Domínguez, dijo que la motivación fue asuntos de salud.

La nueva fecha para Santamaría Torres tiene el efecto de separarlo de Delgado Montalvo, ya que ambos escucharían su sentencia el mismo día, el 13 de marzo. La sentencia de Delgado Montalvo sigue pautada para ese día.

El escenario para la sentencia de Delgado Montalvo se complicó después de que el lunes de la semana pasada ocurriera un tiroteo con cinco muertos y cuatro heridos en el negocio de Toa Baja, La Casita del Árbol. Entre los heridos, está el hermano del exalcalde.

La Policía entiende que el objeto del ataque fue un narcotraficante que resultó muerto, Xavier Matos Rivera. Pero el incidente reveló que Delgado Montalvo era dueño del negocio cuyo permiso se había tramitado bajo el nombre de un socio que no tiene antecedentes criminales y que una guagua Toyota que estaba en la escena también es propiedad del exalcalde, pero con otra persona como frente.

Al momento de la sentencia, a los jueces federales se les permite tomar en cuenta factores que no son solo los que tienen que ver con los cargos oficiales, sino que puede incluir cualquier otra conducta conocida aunque no haya implicado procesamiento legal. La recomendación de sentencia que Delgado Montalvo negoció con el gobierno fue de entre 37 y 41 meses de cárcel.

Relacionado con el ataque, la fiscalía federal presentó denuncia por narcotráfico y posesión ilegal de armas contra Michael Antonie Montalvo Delgado y su compañera, Jariana Rivera Jiménez, a quienes se les ocupó el martes pasado una pistola con tres peines y varias balas de distinto calibre, tres libras de marihuana, once bolsitas de cocaína, otros contenedores con cocaína, tres celulares, $643 y otra parafernalia.

La declaración jurada del agente federal de Seguridad Nacional (HSI en inglés), Miguel Oliveras, no menciona ningún elemento que vincule al imputado con el ataque al negocio o con la ganga del narcotraficante asesinado. La Policía había indicado que allanaron la residencia de Montalvo Delgado en el barrio Campanilla de Toa Baja porque lo identificaba como un gatillero que podría haber realizado un ataque de venganza por la muerte de Matos Rivera.

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