El desarrollador del condominio Condado Blú demandó a vecinos que señalaron deficiencias en los permisos de construcción y este los demandó por difamación, pero perdió el pleito.

Una jueza superior determinó que vecinos que recurrieron a los medios de comunicación para quejarse de la construcción de un condominio en el Condado y señalar deficiencias en sus permisos no cometieron difamación, como había alegado el desarrollador en una demanda.

El Condominio Blú todavía se construye en la esquina de las calles Delcasse y Clemenceau, un área baja del Condado particularmente susceptible a inundación porque las aguas de la laguna del Condado invaden las calles circundantes cuando sube el nivel. La obra, con una inversión de $4.6 millones, está a cargo del desarrollador Adriel Longo Ravelo a través de la empresa Clemenceau 2, LLC.

En 2019, un grupo de vecinos hizo expresiones públicas en radio, televisión, prensa y mediante un anuncio pagado exponiendo preocupaciones sobre el proyecto y planteando deficiencias en sus permisos. Algunos también presentaron pleitos judiciales y acciones en el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) sobre esa obra.

Para Longo Ravelo, estas publicaciones fueron “una sorpresa desagradable, un evento traumático y un ataque personal que ponía en entredicho su nombre y reputación”, por lo que demandó al grupo que incluye a Antilles Enterprises, Inc. (que opera el hotel El Canario by the Inn justo al lado del lote en construcción) y su dueño John Visco, el hidrólogo Ángel José Román Más (junto a su esposa y su fundación, Román-Más Foundation, Corp.), y a la vecina Lizzie Rosso, quien entonces era empleada de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF).

Longo Ravelo alegó que las expresiones y actos del grupo constituían difamación, libelo y calumnia, que le habían provocado daños millonarios en la forma de atrasos en el proyecto y que había un patrón de persecución mediante la presentación de recursos legales y administrativo en contra del proyecto. Además, Longo Ravelo escribió a la JSF para que la investigaran por posible interferencia indebida de su parte en los permisos de la obra.

Las expresiones contenían preocupación por la magnitud de la obra (14 pisos en 750 metros cuadrados), falta de permiso para extracción de agua, efectos de la construcción en la estructura del hotel vecino y que lo que tenían aprobado al momento de las expresiones públicas eran 46 apartamentos y no los 26 a los que luego el desarrollador cambió cuando decidió darle más espacios a menos apartamentos.

Tras un juicio de cinco días a principios de este año, la jueza superior Aileen Navas Auger desestimó la demanda al entender que las expresiones no fueron difamatorias y que el desarrollador no pudo demostrar ningún daño económico conectado con estas expresiones.

La jueza resaltó que una queja ante el DRNA resultó, en efecto, en una multa al desarrollador y que, aunque otras querellas no prosperaron, todas estaban sustentadas por peritos.

“Este es un caso de una comunidad de vecinos quienes legítimamente presentaron sus preocupaciones sobre el proyecto Condado Blú del desarrollador Clemenceau 2, LLC. Dichas preocupaciones sobre el impacto a la comunidad, a la Reserva Natural de la Laguna de Condado y a la estructura colindante, estuvieron avaladas por profesionales expertos. Las expresiones de los codemandados están legitimadas en su derecho a la libre expresión y en protección a su comunidad. Además, la presentación de la querella ante el (DRNA) culminó con una imposición de multa al desarrollador y la expedición de un permiso. Los procedimientos judiciales y administrativos presentados por el colindante Antilles Enterprises se fundamentaron en el ejercicio de su derecho a intervención en cuanto a los permisos y en su derecho de protección a su propiedad. El hecho de que no hayan prosperado no es suficiente para que se configure una causa de acción de abuso del derecho”, concluyó la jueza.

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Vea:

Vecinos del Condado denuncian extracción ilegal de agua