Guerra de Paulson contra Ghaffar es para no pagarle $290 millones de negocios en PR
Fahad Ghaffar, exmano derecha del magnate John Paulson, divulga detalles financieros de los negocios de este en la isla, incluyendo que está detrás de empresa de basura con contratos públicos.
Malos negocios y su divorcio han reducido la riqueza de John Paulson, por lo que ahora no quiere pagarle al que le desarrolló una cartera de inversiones en Puerto Rico que podrían dejarle $1,000 millones en los próximos años, alegó su exmano derecha, Fahad Ghaffar en una demanda que radicó ayer y en la que divulgó detalles financieros de las inversiones de Paulson en la isla.
La demanda de Ghaffar llega tres días después de que Paulson lo demandara en el mismo foro con una relación extensa de maneras en las que su exmano derecha se habría enriquecido a sí mismo, a amigos y a familiares mediante la operación de una empresa criminal continua. El dúo acumula ya varias reclamaciones mutuas tanto en el tribunal de Puerto Rico como en el federal.
En el escrito que presentó el jueves, Ghaffar no riposta el detalle de los actos ilegales que se le imputan, pero presenta datos desconocidos para el público sobre la magnitud y el rendimiento de los negocios que maneja Paulson en la isla y que incluyen a EC Waste, una empresa de manejo de desperdicios sólidos que tiene 24 contratos públicos vigentes.
Estos contratos suman poco más de $40 millones con agencias públicas como los departamentos de Justicia, Familia y Recursos Naturales y Ambientales, con LUMA y con los municipios de Caguas, Naguabo, Adjuntas, San Juan, Trujillo Alto, Loíza, Coamo, Gurabo, Ponce , Yabucoa, Maunabo y Moca. Durante el juicio por corrupción contra el exalcalde de Guaynabo, Ángel Pérez Otero, surgió que el cabildero de EC Waste es el exfuncionario, Anthony Maceira Zayas.
Según la demanda, EC Waste es una de las inversiones de Paulson sobre las que Ghaffar tiene derecho a cobrar bonos y compensación con relación a su desempeño, como parte de una Carta Especial de Pago (CEP) que ambos suscribieron en 2019 y en la que estructuraron las formas en que Ghaffar recibiría ingreso adicional por el rendimiento de las inversiones que gerenciaba para Paulson y que incluyen también concesionarios de autos, restaurantes y desarrollos hoteleros, turísticos y residenciales. La compensación básica era que Ghaffar cobraba $30,000 mensuales como consultor de la entidad a través de la que Paulson actúa en la isla, Paulson PRV Holdings, LLC.
Ghaffar alega que el 30 de junio pasado, se reunió con Paulson en el St. Regis Bahía Beach en Río Grande y que le mostró datos sobre el rendimiento que tendrían sus inversiones locales en los próximos cuatro años: $250 millones en los concesionarios de autos, $160 millones el proyecto Vanderbilt Residences (en construcción), $350 millones en el St. Regis, y $250 millones en los hoteles La Concha y Vanderbilt. Ghaffar le recordó que, del total de $1,010 millones, a él le tocarían $290 millones por los términos de la CEP.
“Cuando Ghaffar explicó los cálculos, Paulson se agitó y se volvió incómodamente agresivo… Paulson abandonó esa reunión resuelto a apropiarse de lo que le tocaba a Ghaffar”, plantea el documento radicado por los bufetes Vicente Law LLC, Russo PLLC, Farrell Fritz PC, y los licenciados José Andréu Fuentes y Alfredo Umpierre Soler. En la demanda que radicó el lunes pasado, Paulson está tratando de descalificar a estos últimos dos de la representación de Ghaffar debido a los servicios que prestaron previamente a las entidades que maneja Paulson.
La premisa que presenta Ghaffar para la reacción de Paulson, y para su eventual decisión de romper los acuerdos que tenían y de demandarlo, es que el gerente de inversiones ya no es el billonario que solía ser y que malas decisiones de negocios, así como un divorcio contencioso para el que movió sus activos a fideicomisos dejándolo solo con ingresos regulares reducidos, lo han llevado a maniobras desesperadas para tener acceso a capital que pueda usar irrestrictamente.
Antes de que esto sucediera, “durante una década Paulson veía con regocijo cómo Ghaffar supervisaba PRV”, pero ahora, Paulson se ha tornado “envidioso y hostil porque se ha dado cuenta de que Ghaffar puede generar cientos de millones de dólares mientras que (él), un exbillonario en decadencia, solo tenía derecho a comisiones relativamente pequeñas de manejo (de los fideicomisos)”. Basado en conversaciones personales con Paulson y en documentos financieros a los que ha tenido acceso, Ghaffar aseguró que el magnate vale actualmente menos de $500 millones.
La demanda describe como “esfuerzos hercúleos” los que realizó Ghaffar para meterse de lleno en el desarrollo y gerencia de las distintas propiedades. Asegura que se encargó de todos los detalles, incluyendo la interacción con el gobierno para permisos.
Algunas propiedades son los hoteles St. Regis, La Concha, Vanderbilt y Condado Beach. Otras entidades enumeradas son AIP Holdings LLC, Ashford HC LLC, Chardon HC LLC, Laguna Acquisition LLC, Regency Acquisition LLC, 270 Muñoz Rivera, San Juan Beach Hotel LLC, La Plage LLC, Ropa Vieja LLC, Beach Homes LLC, Great Taste LLC, LAS Palmas LLC, EC Waste y Earle HC LLC.
Como ejemplo del rendimiento de los proyectos, puso de ejemplo los condominios de lujo Ocean Drive Residences ubicados en St. Regis. El primero costó $30 millones y se vendió por $35 millones; el segundo costó $30 también, pero se vendió por $50 millones; el tercero costó $40 millones y se vendió por $64 millones (en este la única unidad que está sin pagar es el penthouse que Paulson se reservó para sí y al que supuestamente le bajó el precio provocando que subiera el precio de todas las demás unidades); los condominios 4, 5 y 6 está en construcción y ya están vendidos a un nivel respectivo de 60%, 40% y 20%. Cada uno debe dejar entre $25 y $34 millones de ganancia. Hay permisos otorgados para los condominios 7 y 8, los cuales tienen ganancias proyectadas de $79 millones.
De igual manera, reclamó que su trabajo aumentó el valor y rendimiento de otros proyectos y de los hoteles y que tiene correos de Paulson felicitándolo por ello.
Las alegaciones de fraude y actividad ilegal que ahora hace Paulson son “un subterfugio” al que recurrió después de que Paulson le ofreciera resolver extrajudicialmente sus diferencias haciéndole una oferta que rebajaba “más de $100 millones” la cantidad que Ghaffar entiende que le adeuda.
La reclamación de Ghaffar es resultado de que Paulson no atendiera el proceso de arbitraje que, según los términos de su acuerdo, se supone ocurriera en Nueva York.
Para ver la demanda, pulse aquí.
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