Miguel Santiago Laiz enfrenta un segundo caso que lo implica con organizaciones de narcotráfico que llevaron a cabo asesinatos, incluyendo el de un policía.

La jueza Silvia Carreño Coll sentenció a 30 meses de cárcel a Miguel Santiago Laiz, apodado “Miguelito” y suegro del boxeador Félix Verdejo Sánchez, por un caso de posesión de un arma ilegal y también por poseer esa arma de manera ilegal al ser un convicto que no tiene derecho porque era un convicto que no podía tener armas.

El nombre de Santiago Laiz, de 46 años, fue uno de los más mencionados durante el juicio contra Verdejo Sánchez por la muerte de su expareja, Keishla Rodríguez Ortiz, quien estaba embarazada. Durante los interrogatorios, se planteó que el hombre pudo haber tenido relación personal con la víctima y que pudo haber pagado la defensa de quien fue el principal testigo de la fiscalía contra el púgil, Luis Cádiz Martínez.

El hermano de Cádiz Martínez, Ricardo, vio a Santiago Laiz dar dinero en efectivo al licenciado Edwin Prado Galarza, abogado de su hermano y dijo que ni él ni su hermano nunca pagaron honorarios al abogado. La defensa de Verdejo Sánchez citó a Prado Galarza como testigo, pero el tribunal dejó la citación sin efecto.

El abogado de Santiago Laiz, Wilfredo Díaz, recordó a la jueza estas “teorías de conspiración” para presentarlo como una de las penurias que su cliente había pasado mientras estaba en prisión sin fianza por el caso de armas. Cuando se dirigió a tribunal en búsqueda de clemencia, Santiago Laiz también dijo entre lágrimas que le pedía disculpa a su hija “por dejarla en su proceso”, en referencia a Eliz Marie Santiago Sierra, madre de la hija de cinco años de Verdejo Sánchez y quien fue citada a un gran jurado y como testigo durante el juicio contra éste. Durante la vista, estuvieron en sala Santiago Sierra, así como unas sobrinas, un amigo, la pareja consensual, el padre y la madre del convicto.

La jueza Carreño Coll dijo que lo que había pasado en el juicio del boxeador no venía al caso para la sentencia y que nada podía proveer ella al respecto. En lo que sí enfatizó, igual que lo hizo cuando decidió mantener al hombre sin fianza, fueron las circunstancias que se registraron cuando la policía lo arrestó por la posesión ilegal de una Glock modificada para disparar automático y un peine con 19 balas.

Ese 23 de agosto de 2022 en el residencial Manuel A. Pérez, individuos rescataron a Santiago Laiz de la custodia de los agentes y, estando esposado, se lo llevaron en una motora, quitándole a los agentes también el teléfono celular del hombre. Santiago Laiz fue arrestado siete días después en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín antes de abordar un vuelo a Nueva Jersey, para el cual mostró que tenía boleto de regreso via Orlando.

Carreño Coll resaltó que “si la Policía hubiera comenzado a disparar para tratar de retener la custodia del Sr. Santiago, hubiera sido un incidente bien lamentable”. Hubiera sido un “baño de sangre”, subrayó. Los 30 meses que impuso eran el máximo que dictaba el rango de sentencia que las partes acordaron cuando Santiago Laiz aceptó culpa.

En el caso de narcotráfico, que está pendiente ante la misma jueza, a Santiago Laiz se le imputa control sobre el trasiego de drogas en Manuel A. Pérez. Oficialmente, en ese residencial el hombre gerencia, y es dueño, del colmado Pepín.

Díaz aseguró que su cliente tomó cursos de artes culinarias en 2018 en la Universidad del Este y que cocinar “es su pasión y es lo que quiere hacer después de completar su tiempo en prisión”. “Este proceso ha sido una llamada de alerta para Miguel, tiene que tomar decisiones más inteligentes en su vida”, añadió.

“[Quiero] disculparme por todo el tiempo que estamos perdiendo por mis malas decisiones… como le digo siempre a mi familia, esto es un día a la vez”, dijo el hombre al dirigirse al tribunal.

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