El escrito alega falta de evidencia para elementos de los delitos de secuestro con muerte y de muerte de una criatura no nacida.

La defensa del boxeador Félix Verdejo Sánchez sometió una solicitud para que el juez federal Pedro Delgado Hernández lo absuelva de de los delitos de secuestro con muerte y de muerte de una criatura no nacida por los cuales un jurado lo condenó el 28 de julio pasado.

El jurado no pudo ponerse de acuerdo en otros dos cargos, carjacking resultante en muerte y uso de un arma de fuego durante un delito violento.

La solicitud es rutinaria en este tipo de caso y no es lo mismo que la apelación que el convicto podría someter después de que sea sentenciado el 3 de noviembre. En la moción sobre absolución, se alega que no se presentó evidencia suficiente para cumplir con los requisitos de los delitos por los que fue encontrado culpable. De otro lado, en la apelación se puede cubrir esto, pero se añaden argumentaciones sobre los errores que el tribunal haya podido cometer en el trámite del juicio.

Los argumentos de absolución habían sido discutidos oralmente ante el juez justo antes de que los abogados defensores Jason González Delgado y Gabriela Cintrón Colón presentaran sus testigos durante el juicio que se extendió por casi un mes y en el que hubo 31 testigos del gobierno y nueve de la defensa. El boxeador fue enjuiciado por los eventos que resultaron en la muerte de su pareja, Keishla Rodríguez Ortiz, quien estaba embarazada supuestamente de Verdejo Sánchez.

Los abogados plantean al juez que el único testimonio que involucra a Verdejo Sánchez con el secuestro es el del cooperador convicto Luis Cádiz Martínez, pero que este presenta incongruencias. Por ejemplo, este alegó que el boxeador propinó un puño a la víctima en el lado izquierdo de su cara. Pero ninguno de los peritos forenses, uno de defensa y una de fiscalía, indicaron que la víctima tuviera la quijada fracturada o dislocada y la de fiscalía, Dra. Rosa Rodríguez Castillo mostró contusiones que estaban en el lado derecho del rostro, no el izquierdo.

Añaden que Rodríguez Castillo concluyó que el impacto del golpe habría provocado sangrado, pero los peritos del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) no encontraron rastros de sangre en el interior de la guagua Dodge Durango de Verdejo Sánchez en la que habría ocurrido el secuestro, el golpe a la cara, la inyección de heroína a la víctima y el amarre de sus pies y brazo con un cable de metal unido a un bloque de concreto.

Cádiz Martínez dijo que después de que todo eso ocurrió dentro de la guagua, y de que arrojaran a la mujer a la laguna San José desde el puente Teodoro Moscoso, limpió el interior de la guagua usando Clorox, pero las fotos del vehículo tomadas después de eso mostraban que no estaba limpia y los investigadores no encontraron rastros de Clorox.

Señalan también que no se encontró heroína en el cuerpo de la víctima y que el testimonio de la perito de fiscalía es que la mujer estaba viva cuando fue arrojada a la laguna y, por esto, la muerte habría ocurrido después del secuestro y no durante el secuestro, como sostienen los abogados que tenía que haber pasado para cumplir con los elementos del delito.

Para el otro cargo, los abogados proponen que la fiscalía tenía que haber probado que Verdejo Sánchez sabía que Rodríguez Ortiz, en efecto, cargaba “una criatura en su útero” y no meramente que estaba embarazada. Esto, porque el delito requiere que se haya provocado intencionalmente la muerte de una criatura en el vientre de una mujer.

La moción subraya que “no fue hasta que se presentó evidencia de la autopsia realizada (a Rodríguez Ortiz) que alguien se pudo percatar que (la mujer) cargaba un bebé en su útero, y este es un aspecto crucial dado que el estatuto requiere que el bebé esté en el útero, no meramente que la mujer estuviera embarazada”.

Ni defensa ni fiscalía presentaron como testigo a la perito de Ciencias Forenses que realizó las pruebas sobre el material orgánico que se encontró en el útero durante la autopsia, pero la patóloga Rodríguez Castillo dijo que era un embrión con tres a seis semanas de gestación.

El perito de defensa, patólogo Mark Shuman, no disputó esta parte de la autopsia.

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