El hijo de la señora imputada de racismo enfrentaba dos cargos criminales.

La situación que viene dilucidándose entre vecinos de Canóvanas en la que una familia ha denunciado insultos y ataques racistas por parte de una vecina y su hijo vio terminada otra etapa el pasado viernes cuando Luis Espinet García fue declarado no culpable por los delitos de amenaza y violación al artículo 6.14 de la Ley de Armas.

El matrimonio compuesto por Luis Ramírez Walker y Chanelly Cortés es el que ha levantado las denuncias de hostigamiento racial contra sus vecinos Carmen García Gutiérrez y su hijo Luis Espinet García.

La situación comenzó en 2020 cuando García Gutiérrez escribió epítetos y dibujos “extremadamente racistas en una cisterna y desde un balcón que les era visible a Luis y a Chanelly desde su casa en Haciendas de Canóvanas, en Loíza Valley”, de acuerdo con una denuncia que hicieron varias organizaciones de derechos humanos en febrero de este año.

A principios de este año, Cortés denunció que Espinet García también la amenazó de muerte, lo que comenzó el proceso criminal que culminó el pasado viernes.

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El caso civil, en el que García Gutiérrez solicita un interdicto contra Ramírez Walker y Cortés continúa con una vista judicial el próximo lunes, indicó la oficina de prensa de la Administración de Tribunales.

En esa demanda de interdicto, García Gutiérrez alega que sus vecinos dañaron el portón de su residencia y que le tiraban basura y excreta a su terreno. También porque supuestamente la hirieron con una piedra que le tiraron.

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