Tres mujeres aseguran Verdejo es “pacífico” y llevan su defensa a la recta final
Dos exparejas y una hermana del boxeador comparecieron como testigos en su defensa para hablar de su carácter y su miedo a las agujas.
La defensa del boxeador Félix Verdejo Sánchez quedó encaminada a la recta final después de que hoy comparecieran como testigos dos exparejas y una hermana suya para enfatizar el carácter tranquilo y “de paz” por el que conocen al acusado y de su miedo a la agujas.
La sesión en el juicio federal por carjacking, secuestro, uso de arma de fuego en delito de violencia y muerte de una criatura no nacida terminó a mediodía porque la defensa no tiene más testigos hasta el jueves. Se espera que entonces comparezcan dos peritos, el patólogo Mark Shuman y Ruth Cardona, quien realizó pruebas genéticas al material embriónico encontrado en el cuerpo de la expareja del púgil, Keishla Rodríguez Ortiz, cuando su cuerpo fue encontrado golpeado, drogado y amarrado a un bloque de concreto en la laguna San José el 1 de mayo de 2021.
La fiscalía federal presentó 31 casos en la primera parte de su presentación de prueba y todavía podrían escoger presentar testigos de refutación después del turno de la defensa.
Por otro lado, a lo largo de los ocho testigos que han presentado hasta ahora, los abogados Jason González Delgado y Gabriela Cintrón Colón, se han concentrado en atacar la prueba que coloca a la guagua Dodge Durango negra de su cliente en el Puente Teodoro Moscoso el 28 de abril de 2021, cuando el cómplice cooperador Luis Cádiz Martínez dijo que habían pasado para mirar la ruta y las cámaras que había en el lugar en el que arrojarían a la victima, amarrada pero todavía con vida, a la laguna el día siguiente.
También, usando peritos del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) que participaron en la investigación de los hechos, pero los fiscales no los presentaron, la defensa estableció que dentro de la guagua no se encontró sangre ni se levantó material genético que confirmara la versión del cómplice sobre cómo ocurrieron los hechos y que no se realizaron pruebas al arma de fuego de Verdejo Sánchez que supuestamente fue disparada dos veces durante los hechos. la defensa también llevó a que el entrenador físico Cruz Manuel “Pensa” García Figueroa testificara que el que reciba un derechazo del acusado en la cara no podría hablar posteriormente porque sus puños son “como piedra”. Esto porque Cádiz Martínez dijo que la víctima habló después de que Verdejo Sánchez supuestamente le diera un puño dentro de la guagua.
Con las tres mujeres que comparecieron hoy, la defensa ataca las muchas impugnaciones sobre el carácter de Verdejo Sánchez que los fiscales Jonathan Gottfried y Jeanette Collazo hicieron con sus testigos.
Nilka Marie Colón Torres, de 31 años, fue la primera en sentarse en el banquillo de los testigos. Fue pareja del acusado antes del huracán María y la última vez que tuvieron contacto fue cuando el huracán. “Es amable, educado, respetuoso”, dijo. “Problemático, que yo sepa, no (es)”, añadió. Gottfried intentó atacarla planteando que hacía mucho tiempo no se relacionaba con el acusado y que, cuando lo hizo, no vivieron juntos. Pero González Delgado la llevó a consignar que, durante la relación, visitó con Verdejo Sánchez los lugares que este frecuentaba, como Cupey y el residencial Manuel A. Pérez.
Aunque nunca con detalles, Colón Torres había sido mencionada en otros testimonios cuando los fiscales recitaban nombres de mujeres que habían sido pareja del acusado. Particularmente, el jurado sabe que Colón Torres fue la mujer que peleó en la calle con Eliz Marie Santiago Sierra, madre de la hija de Verdejo Sánchez. Cuando Santiago Sierra compareció como testigo, Cintrón Colón la contrainterrogó para destacar que la mujer tenía un carácter violento contra otras parejas del acusado y la llevó a confirmar que en una ocasión lo vio cenando con Colón Torres, la siguió en su vehículo y se enfrascó en una pelea con ella en plena calle que resultó en un cicatriz en la rodilla izquierda. El acusado fue quien las separó. Santiago Sierra añadió que amenazó a Verdejo Sánchez con dejarlo si detectaba más mensajes hacia él de parte de Colón Torres, pero admitió que, aunque volvió a ver mensajes de ella, no lo abandonó. También dijo que el padre de su hija no era violento.
Luego testificó Nicole Vázquez Avilés, exgimnasta artística medallista centroamericana, quien fue novia del acusado cuando ambos cursaban la escuela superior en la Escuela Especializada en Deportes del Albergue Olímpico en Salinas. La mujer de 28 años dijo que la relación comenzó en 2010 y terminó en 2012 de manera amable, por lo que hasta hoy continua teniendo relación con el acusado y la tuvo con este hasta su arresto en mayo de 2021.
“Yo siempre lo conocí a él como una persona bien pacífica”, dijo al confirmar también que Verdejo Sánchez “le tenía miedo a las agujas” y por eso nunca se realizó en las instalaciones de la escuela los laboratorios que eran requisito para la solicitud de ingreso anual a ese plantel. La insistencia de la defensa en el miedo que el acusado le tiene a las agujas responde a la aseveración de Cádiz Martínez de que fue Verdejo Sánchez quien inyectó a Rodríguez Ortiz con una jeringuilla de heroína que el cómplice había preparado.
“Estoy dando mi testimonio porque es la versión que conozco de él”, dijo la testigo cuando Gottfried quiso resaltar en el contrainterrogatorio que compareció para ayudarlo por un sentido de amistad.
La tercera testigo fue Yashira Verdejo Sánchez, hermana del acusado, quien es el menor de cinco hermanos. La mujer vive en Estados Unidos, compró un pasaje el sábado pasado y viajó el domingo para comparecer como testigo. Inicialmente, se mostró nerviosa en el banquillo. Tras superar el nerviosismo, dijo a la abogada Cintrón Colón que su hermano “nunca buscaba problemas con nadie, al contrario, él siempre lleva la paz”. La palabra “paz” la pronunció enfáticamente. “Él es una persona súper amable, de buen corazón, deja de ser él para las demás personas”, aseguró.
Con su testimonio, los abogados volvieron a presentar el miedo de su cliente a las agujas. El boxeador era “bien cobarde” en las citas para las vacunas porque “le tenía miedo a las agujas, no se quería vacunar”. Acababa poniéndoselas, “pero peleando”, contó. En el contrainterrogatorio, la fiscal Collazo la llevó a afirmar que estaba testificando para protegerlo como hermano menor y que haría lo que pudiera por protegerlo.
Estos testimonios se dieron en el contexto de mociones selladas en las que la fiscalía pidió al juez que se limitara el testimonio sobre el carácter del acusado. No hay decisión formal del juez Delgado Hernández sobre esas mociones, pero en sala denegó la mayoría de las objeciones de la fiscalía sobre las aseveraciones de las testigos.
Hasta ahora, no hay mayor claridad sobre los trabajos que las partes realizaron ayer con el juez Pedro Delgado Hernández fuera de sala todo el día y que evitaron que hubiera sesión en corte abierta. No ha ocurrido una comparecencia de representación legal adicional para Verdejo Sánchez, como pareció que ocurriría cuando ayer una abogada participó de una conferencia en el estrado con las partes.
Mañana, miércoles, los abogados, fiscales y juez estarán discutiendo las instrucciones que se le darían al jurado antes de deliberar. Como van los trabajos, esa deliberación podría comenzar el miércoles de la semana que viene porque lunes y martes el tribunal no estará operando.
Hoy hubo otra sustitución de jurado, por lo que solo queda un jurado suplente en caso de que algún otro jurado regular tenga que ser retirado. El juez dejó claro que el compromiso de tiempo que se le pidió a los jurados fueron cuatro semanas y que luce que el proceso se va a exceder de eso.
Vea:
Una pausa larga, y misteriosa, atrasa el juicio contra Verdejo