Viuda de Vasarely enfrenta cargos criminales por obras incautadas en Viejo San Juan
A Michele Taburno Vasarely se le presentaron los cargos dos días después del llamativo operativo en el que el FBI ocupó decenas de obras de Víctor Vasarely.
Michele Catherine Taburno Vasarely, la beneficiaria de decreto contributivo bajo Ley 60 quien adquirió el antiguo Colegio de Párvulos del Viejo San Juan y fue objeto de un operativo federal para retirar de allí decenas de obras de arte, enfrenta cargos criminales en su Francia natal por el equivalente a fraude electrónico y postal y se expone hasta a siete años de cárcel.
El operativo del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) ocurrió el 11 de abril pasado y, en ese momento, pocos sabían que la vieja estructura que fue propiedad de la Iglesia Católica albergaba una colección de arte impresionante, especialmente de los fallecidos Víctor Vasarely y su hijo, Jean Pierre “Yvaral” Vasarely, quienes fueron, respectivamente, suegro y esposo de Taburno Vasarely.
Víctor Vasarely es considerado el originador del movimiento artístico conocido como “Op art” y cuyo distintivo es la simulación de movimiento usando figuras geométricas.
En entrevistas posteriores, la mujer indicó que la incautación se debía a controversias legales en Francia sobre la titularidad de las obras, las cuales ella sostiene le fueron legadas legítimamente. Pero no mencionó que dos días después del operativo, el 13 de abril, compareció a la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en Puerto Rico para que, a través de una conexión por computadora, jueces investigadores franceses le presentaran cargos criminales que la exponen a entre cinco a siete años de cárcel por conducta delictiva que, en el foro federal, sería equivalente a fraude electrónico y postal y que surge de su tenencia y disposición ilegal de las obras. La mujer tenía pendiente una orden de arresto desde 2018 que quedó sin efecto una vez las autoridades francesas le presentaron los cargos en esa vista virtual en la que tuvo representación legal tanto de Puerto Rico como de Francia.
El detalle lo proveyó el Departamento de Justicia federal en una moción que sometieron la semana pasada para oponerse a una solicitud que hizo Taburno Vasarely al Tribunal de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico para que se paralice el traslado de las obras, se le devuelvan y se celebre una vista en la que se puedan discutir sus alegaciones sobre las deficiencias de la orden de allanamiento.
En su petición al tribunal para la devolución de las obras, Taburno Vasarely disputó esta representación y ripostó que lo que enfrenta en su país son procesos civiles, no criminales, y que las autoridades francesas han provisto información de manera selectiva a sus contrapartes estadounidenses. Planteó que la incautación fue inconstitucional y constituye una privación ilegal de su propiedad.
El devenir de las obras de los Vasarely, las controversias familiares al respecto, y otras pugnas que ha protagonizado la mujer con relación a las piezas han producido casos judiciales en Illinois, Puerto Rico y Francia. Pero, que se conozca, este es el primer evento que le representa la presentación de cargos criminales a Taburno Vasarely. El proceso penal en Francia tiene dos partes civiles, o víctimas, la Fundación Vasarely y Pierre Vasarely quien, a la sazón, es nieto de Víctor, hijo de Jean Pierre e hijastro de Michele.
Las alegaciones contra Taburno Vasarely son que participó en una conspiración para manipular un proceso de arbitraje inflando el valor de obras que se le habían donado a herederos del artista y que abusó su posición como presidenta de la Junta de Directores de la fundación para apropiarse ilegalmente de obras de Víctor Vasarely para lucro personal. Los herederos no pueden donar más de lo que tienen derecho a recibir, por lo que la inflación de los valores provocó que las obras retornaran a la fundación, bajo el control de la acusada. Un abogado persa que estuvo al centro del proceso de arbitraje, y al que se le atribuyó públicamente una relación sentimental con la acusada, Yann Streiff, fue desaforado y todavía enfrenta un proceso criminal por estos hechos.
Se alega que Taburno Vasarely sacó las obras de Francia violando las regulaciones aduaneras y, desde entonces, “las vende pieza a pieza para sufragar su estilo de vida extravagante en Puerto Rico”. Una fuente de NotiCel con conocimiento de los detalles del proceso francés y el historial artístico de los Vasarely indicó que las obras de arte no tienen mucho valor individualmente pero que, cumulativamente, sí pueden representar una fuente de ingresos considerable. Taburno Vasarely dijo en una entrevista que el valor de las obras era menos de $20 millones.
Antes del operativo, Justicia federal, en nombre de las autoridades francesas, y las abogadas de Taburno Vasarely estuvieron en negociación sobre la entrega de las obras. Pero las discusiones se “estacaron”, lo que dio pasó al operativo que resultó en la incautación de 112 piezas. La lista de obras sujetas a incautación suma 228 piezas, por lo que quedan obras que no han sido recuperadas.
Hubo 49 obras que la mujer aseguró a las autoridades que las tenía en su casa y las guardaría, pero que no aparecieron el día del allanamiento. De esas, los agentes encontraron evidencia de que siete habían sido consignadas a una empresa en Dubai mediante un acuerdo que expiraba el día después del operativo. También, los agentes recuperaron en el hogar 15 obras que la mujer había dicho durante las negociaciones que no tenía porque habían sido vendidas o robadas.
La moción de Justicia federal indica que Taburno Vasarely no había mantenido una póliza de seguro sobre las obras y que mantenía algunas de ellas “en una pila en la mesa de su cocina”. Además, el FBI tomó posesión de una computadora, dos tabletas y evidencia electrónica. Sin detalles, la fiscalía también aludió a una orden previa con la que obtuvieron correos electrónicos.
El caso está ante la consideración de la recién designada jueza María Antongiorgi Jordán, quien dio a las partes hasta el 6 de junio para sus argumentos y después decidirá sobre la petición de Taburno Vasarely.
Justicia federal le aseguró a la jueza que la incautación respondió a las obligaciones de los Estados Unidos bajo un tratado con Francia y que la única razón por las que no han enviado las piezas a ese país europeo es para dar una oportunidad a que decida la impugnación que presentó la mujer. Detallaron que las bases legales de las autoridades francesas para reclamar las obras son dos: una orden de incautación de 2021 y una orden de 2023 que las trata como piezas de evidencia en un proceso criminal, un trámite que requiere acceso a las obras para poder tasarlas.
Justicia federal advirtió que, si el tribunal decide que las obras deben quedarse en Estados Unidos hasta que termine el proceso francés contra Taburno Vasarely, van a pedirle que le imponga a ésta los costos del almacenaje en Texas, donde el gobierno federal retiene objetos incautados de este tipo. Si se entregan a Francia, las autoridades de ese país se encargarían de los gastos.
Si un tribunal francés adjudica que las obras deben ser confiscadas, se devolverán a la fundación, y, si no son confiscadas, se le devolverán a Taburno Vasarely, indicaron los fiscales a la jueza. Aseguraron también que la devolución a la mujer si el tribunal no las confisca fue una condición que puso Estados Unidos así como que se le permitiera a la representación legal de la mujer acceso a las obras durante la pendencia de los procesos.
“Simplemente no es el caso bajo las leyes francesas de incautación que los acusados pueden ser los custodios de los objetos incautados por el tribunal francés”, resumieron los fiscales a la jueza.
Para la petición de Vasarely, pulse aqui.
Para la contestación del Departamento de Justicia federal, pulse aquí.
Vea:
FBI realiza allanamiento en colaboración con autoridades francesas