Santamaría estuvo días completos contando al FBI lo que sabe de corrupción
Jurado en caso contra Ángel Pérez Otero vieron videos del alcalde recibiendo dinero en tres ocasiones del contratista convicto.
El contratista convicto por corrupción, Oscar Javier Santamaría Torres, estuvo por lo menos cinco días completos contando al Negociado Federal de Investigaciones (FBI) lo que sabe sobre corrupción pública en Puerto Rico, tras unos 20 años de pasearse entre las esferas altas de los tres poderes gubernamentales en la isla.
¿Cuánto de eso escuchará el jurado en el juicio contra el exalcalde de Guaynabo, Ángel Pérez Otero? La respuesta se puede conocer a partir del lunes, cuando se espera el testimonio del abogado de origen colombiano, quien llegó a la isla a estudiar en la Universidad de Puerto Rico con una beca por jugar fútbol.
El viernes, la jueza Aida Delgado Colón confirmó varias veces al jurado que entre los próximos testigos estaba Santamaría Torres y el jurado pudo verlo y escucharlo brevemente por primera vez cuando el agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Miguel Rodríguez, presentó las tres grabaciones encubiertas que se hicieron en verano de 2021 que muestran al contratista entregando, en cada ocasión, $5,000 a Pérez Otero.
Pérez Otero y Santamaría Torres se conocen desde inicios de los 2000 cuando ambos trabajaban en el Capitolio, pero la relación tuvo un quiebre cuando el contratista decidió apoyar al senador Carmelo Ríos en la primaria que perdió ante Pérez Otero. Se supone que el convicto exalcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado Montalvo, haya sido instrumental en reconciliarlos pero en su turno en el banquillo el viernes, la fiscalía no preguntó a este por ese episodio. Delgado Montalvo sí dijo que, como un favor que le pidió Santamaría Torres, le dio un contrato de servicios legales a la esposa de Pérez Otero, la exjueza Liza Fernández, sin que el municipio de Cataño realmente necesitara de esos servicios.
Pero, para la defensa, la intervención de Santamaría Torres probablemente será más crucial para abonar a su teoría de que los pagos que dio a Pérez Otero no eran sobornos, sino donativos políticos. Durante el testimonio de Rodríguez, el abogado defensor José Olmo llevó a que el testigo afirmara que una de las cosas que le dijo el contratista es que el dinero fue para pagar campaña. “Una porción (del dinero), sí”, cualificó el agente. Inmediatamente, el fiscal Nicholas Cannon llevó al testigo a decir que, después de pagar la deuda de campaña, Santamaría Torres siguió dando dinero al alcalde.
Rodríguez dijo que comenzaron a investigar a Pérez Otero, “en algún momento de 2020” y que la pesquisa de corrupción en municipios realmente cogió velocidad cuando el exacalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado Montalvo, los llamó para confesarle el esquema de soborno que tenía con Santamaría Torres y comenzar a grabar a contratistas. Eso ocurrió en verano de 2020.
En mayo de 2021, los agentes de la escuadra de Corrupción Pública, sección de oficiales electos, se acercaron a Santamaría Torres para “virarlo” y convertirlo en cooperador por el peso de la evidencia que Delgado Montalvo había acumulado en su contra. Habilitaron al contratista, y su vehículo, con aparatos de grabación y le pidieron que siguiera con el ritmo usual de pagos a Pérez Otero, lo que les produjo tres grabaciones.
Las tres, 19 de mayo, 15 de julio y 19 de agosto de 2021, tenían como punto de encuentro el local Café Shots, en la calle Carazo de Guaynabo, al lado del edificio donde ubica la televisora Tele-Once y a pasos de la alcaldía. El alcalde llegaba en su guagua Suburban oficial, y se retiraba en el vehículo del contratista, quien lo llevaba hasta la alcaldía. Las tres también estaban reforzadas con fotos encubiertas que agentes hicieron desde afuera, mientras el testigo y el acusado llegaban y salían del local.
La primera grabación fue un poco accidentada y de menor calidad, pero se aprecia al entonces alcalde sentarse en una mesa junto al testigo y, mientras comunica su orden a la mesera, recoge por debajo de la mesa un sobre con $5,000 en billetes de $20. El intercambio se da sin que ni siquiera ocurra una pausa en la alocución de Pérez Otero con la mesera.
En la segunda ocasión, salen del local y entran en la guagua Maserati lujosa color azul pero con interiores rojos de Santamaría Torres y, mientras hablan, el testigo le pasa el sobre y, tampoco sin pausa, el alcalde lo toma y sigue hablando de que el presentador de Jugando Pelota Dura, Ferdinand Pérez, lo había ido a visitar en nombre del nuevo dueño de Tele-Once sobre su interés de acceder a varias propiedades del municipio alrededor de la televisora.
En la tercera, la entrega ocurre en una guagua Mercedes Benz blanca del contratista e, igual que en otras ocasiones, charlan con naturalidad y sin pausa mientras Pérez Otero toma el dinero y, simultáneamente, se lo guarda en una media y saluda a empleados municipales que trabajaban en áreas verdes. Una foto de esa entrega fue la que fiscalía publicó al momento del arresto del exalcalde en 2022 para pedir una fianza alta.
En ninguna de las tres instancias, ninguno de los dos hombres hace ninguna referencia al sobre, al dinero o a su acuerdo.
El quinto testigo de fiscalía fue breve.
El funcionario de la Oficina de Ética Gubernamental (OEG), Héctor Bladuell Viera, quien por 25 años ha realizado auditorías a los informes financieros de funcionarios, dijo que en los informes que Pérez Otero sometió bajo juramento de 2019 a 2021 dijo “no” haber recibido regalos o reembolsos de personas privadas. La defensa ripostó al testimonio con solo una pregunta de Osvaldo Carlo Linares, “¿estos informes se refieren a asuntos que tengan que ver con donativo políticos?”. A lo que el testigo contestó que los informes no tienen que ver con donativo políticos.
Más temprano el viernes, previo al testimonio de Delgado Montalvo, se completó el testimonio de Carlos de Jesús Pagán, un testaferro que Santamaría Torres puso como presidente de Island Builders, la empresa a la que Guaynabo extendió un contrato, con enmiendas, por casi $2 millones y que la fiscalía propone fue a cambio del dinero que el contratista pagó al alcalde.
El hombre dijo a la fiscal Myriam Fernández que los trabajos contratados se realizaron y que nunca habló o se reunió con Pérez Otero. A preguntas de Carlo Linares, De Jesús Pagán dijo que insistió en la Oficina de Finanza por pagos que se le debían a la empresa, que Santamaría Torres no intervino en la realización de cotizaciones y que hubo por lo menos una licitación en el municipio a la que Island Builders compareció y no se le concedieron los trabajos. De hecho, solo manejaron un contrato en la ciudad. Estas respuestas van a la teoría de defensa de que Pérez Otero no hizo nada especial por Santamaría Torres a cambio del dinero que recibió.
La fiscalía consumió un turno de redirecto para enfatizar que fue Santamaría Torres el que le dijo a De Jesús Pagán que lo llamarían de Guaynabo para un contrato y que era este también con quien el testigo se comunicaba cuando la empresa enfrentaba problemas con alguno de los otros contratos públicos que tuvo. Aunque De Jesús Pagán figuraba en papeles como presidente de la empresa, la dueña era la esposa de Santamaría Torres, dijo.
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