La información surgió durante la vista en que el contratista corrupto, José Bou Santiago, recibió sentencia de 24 meses en cárcel por sobornar al exalcalde de Cataño.

El corrupto exalcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado Montalvo, quien aguarda sentencia tras declararse culpable de delitos federales, trabaja ahora en un colmado y recibió un regaño del tribunal por acercarse el lunes pasado a uno de los contratistas a los que delató mientras estaba grabando conversaciones y recopilando evidencia para el Negociado Federal de Investigaciones (FBI).

Los hechos quedaron revelados el martes en la vista de sentencia en la que la jueza Aida Delgado Colón impuso 24 meses de cárcel al contratista José Bou Santiago, de la empresa Bou Maintenance Services, quien regaló un reloj Rolex modelo “Pepsi” a Delgado Montalvo a cambio de contratos en el municipio. El reloj está valorado en $39,000.

El fiscal del Departamento de Justicia federal, Nicholas Cannon, trajo a colación el encuentro entre el contratista y el exalcalde en un intento porque la jueza enviara a prisión a Bou Santiago de inmediato, en vez de permitirle entregarse en una fecha futura.

Según Cannon, el lunes el contratista llegó a un colmado, “un lugar pequeño”, en el que trabaja Delgado Montalvo, se encontró con este y, “en vez de meterse en su carro e irse, lo siguió hasta dentro (del local) y lo culpó por los problemas que tenía”.

Bou Santiago, de 51 años, inicialmente negó en dos ocasiones a agentes del FBI que estuviera involucrado en un esquema de corrupción con Delgado Montalvo, y trató de que este le devolviera el Rolex o que le encubriera su procedencia a los investigadores, pero luego decidió entregarse y declararse culpable al percatarse de que el exalcalde lo había grabado en conversaciones incriminatorias.

El abogado de Bou Santiago, el exfiscal federal Ernesto Hernández Milán, dijo a la jueza que su cliente fue al colmado a comprar unos artículos sin saber que el exalcalde estaría allí y que fue Delgado Montalvo el que se le acercó primero. Acotó que, después de seguir al exalcalde al interior del local, su cliente “se fue y no compró nada”.

Cannon indicó que el intercambió quedó captado en cámaras de video, presumiblemente del local, y admitió que es Delgado Montalvo el que se observa acercándose primero a Bou Santiago. “Le pidió al alcalde que dijera la verdad”, zanjó Hernández Milán sobre el intercambio, cuya grabación no fue presentada en sala.

Tras indagar en los detalles, la jueza Delgado Colón decidió no tomar este episodio en cuenta en contra del contratista y le permitió que se entregara en vez de ordenar su ingreso inmediato.

“El gobierno debe decirle a su testigo (Delgado Montalvo) que no se acerque a acusados contra los que ha testificado”, lanzó la jueza al fiscal Cannon.

Mientras, le dijo a Bou Santiago que, como no se alegó que hubiera amenazado al exalcalde durante el incidente, que no iba a usar el episodio en su contra, pero que le va a revocar la fianza y encarcelarlo si se acerca a alguna persona relacionada al caso o permite que alguien relacionado al mismo se le acerque.

“[N]o cometa el mismo error dos veces, en la medida en que se deje llevar por sus emociones, en vez de su raciocinio”, le aconsejó Delgado Colón.

La amonestación del tribunal a Bou Santiago no fue acogida por sus familiares quienes, al salir del tribunal, intentaron entorpercer la labor de la prensa tapando con sus cámaras los lentes de los fotoperiodistas para que no captaran la imagen del corrupto cuyo rostro, de todos modos, está ampliamente difundido en medios mediante fotos de sus propias redes sociales.

Bou Santiago había pedido probatoria y los 24 meses que recibió son el mínimo recomendado por las guías de sentencia, ya que su encarcelamiento pudo haber sido de hasta 30 meses. Además, se le impuso una multa de $13,000 y renunció a todo derecho sobre el Rolex, que ahora está confiscado y en manos de las autoridades federales.

En su alocución a la jueza antes de la sentencia, Bou Santiago dijo que “me siento totalmente avergonzado y arrepentido y le pido disculpas a mi familia, a mis amigos, a todas esas familias que se quedaron sin empleo bajo toda esta situación presentada”.

“Nunca esperé estar en semejante situación y tengo a mi madre que está cumpliendo 87 años, que no la está pasando muy bien bajo esta situación, y, vuestro honor, muy lamentable, espero que me disculpe”, concluyó.

La jueza devolvió que los sufrimientos que alega son “daños colaterales” de sus propios actos y que “esto es corrupción descarada y es conducta impermisible”. Delgado Colón no fue persuadida por las alegaciones de daños económico que había sufrido la empresa de Bou Santiago. El abogado defensor planteó que la empresa de su cliente estaba cerrada e inoperante y que despidieron a 72 empleos debido a los contratos públicos que le cancelaron después de que se declarara culpable en agosto pasado, pero, tras preguntas de la jueza, tuvo que admitir que la empresa sigue operando “de manera limitada” y que deriva ingresos al alquilar su flota de vehículos.

De hecho, los récords del Departamento de Transportación y Obras Públicas reflejan 38 vehículos a nombre del convicto. El abogado dijo que algunos eran de uso personal y otros para uso de la empresa, pero la jueza resaltó que hay varios de alto valor, como una guagua que aparece bajo un ‘lease’ de $118,000.

Bou Santiago es residente de Bayamón y en ese municipio es que tuvo y tenía la mayoría de sus contratos públicos cuando se declaró culpable. También tuvo contratos con agencias del gobierno central y la Cámara de Representante, precisamente con la representante por Bayamón, Yashira Lebrón. Igual que otros contratistas involucrados en el esquema de corrupción con Delgado Montalvo, el convicto tiene pendiente una demanda civil que sometió el Municipio de Cataño para declarar nulos los contratos y recibir de vuelta el dinero pagado.

En una moción previa a la sentencia, los fiscales dijeron que su solicitud de encarcelamiento se basaba, en parte, a “la manipulación de Bou Santiago del proceso de obtener contratos gubernamentales”, pero en la vista no ampliaron sobre esto. Una investigación de El Nuevo Día reveló que Bou Santiago falsificó licitaciones para aparentar que hubo competencia entre suplidores, que usaba frentes corporativos a nombre de su esposa y que, igual que hizo inicialmente con los actos ilegales que cometió con Delgado Montalvo, negó su involucración con el contrato sospechoso en la oficina de Lebrón.

Vea:

Contratista pidió al Cano que le devolviera Rolex cuando se enteró de pesquisa