''Supliqué por la vida de Jancarlo para que no le dispararan más''
Desgarrador testimonio de la novia del militar asesinado en El Tuque de Ponce en la vista preliminar contra madre e hijo imputados en el crimen: Ana Napoleoni Medina y Jeromy Pietri Napoleoni.
Sin apenas poder contener las lágrimas, la compañera sentimental de Jancarlo Rivera Lugo, el joven militar que fue asesinado el pasado 14 de noviembre en una calle del sector Nueva Vida del barrio El Tuque, en Ponce, testificó que originalmente los asesinos amenazaron con matarla a ella y fue Jancarlo quien la defendió, lo que al final le costó la vida.
En la vista preliminar contra Ana Napoleoni Medina y Jeromy Pietri Napoleoni (madre e hijo), la mujer, identificada como Jineyshka Cruz Bonilla, dijo a preguntas de la fiscal Annette Esteves que ambos habían salido de su residencia en su auto Toyota Yaris azul para comprar unas decoraciones navideñas y decidieron bajar por la calle 8, “porque era la más rápida y siempre tomábamos esa ruta”.
“Cuando íbamos bajando por la calle 8 vemos a tres personas arriba armadas. Luego, vemos a la señora presente (Ana Napoleoni) en la parte derecha (de la carretera). En ese momento, cuando íbamos bajando, ella de forma agresiva le grita a Jancarlo que por ahí no se baja... Jancarlo le dice que no hay ningún rotulo y ella camina hasta su lado, mete su mano por la ventana que estaba abajo y le dio un golpe a Jancarlo en el rostro”, narró la mujer.
Indicó que, en ese momento, Jancarlo decidió apagar el carro y sacar sus llaves porque en el llavero tenía un “pepper spray” y la roció en el rostro, le tomó una foto y llamó al 9-1-1 para informar que había una situación en el lugar.
“Nos mandaron a bajar del carro agresivamente. Jancarlo se bajó por su lado y nos encontramos en la parte de atrás del carro. Yo puse mi teléfono en grabación y me lo puse en el chaleco. Cuando eso, ella (Ana Napoleoni) hace una llamada. Lo que escuché fue ‘sal un momento que me hicieron algo’. Salió un joven agresivamente con una pistola. Era larga, la parte de arriba era marrón de madera, la punta era negra”, contó con detalle, además de identificar que se trató de Jeromy Pietri.
“Tan pronto salió (Jeromy) dijo ‘¿El cabrón este fue?’’’, refiriéndose a Jancarlo.
Dijo que el hombre le dio a ella un golpe en el rostro antes de apuntarle con el arma.
“Cuando la recarga, Jancarlo le dio un cantazo al arma para que no me hiciera daño y empezó a dispararle a Jancarlo… Escuché a Jancarlo decir ‘me dispararon’. Se me fue de lado y se cayó al piso”, contó entre lágrimas.
“Yo supliqué por la vida de Jancarlo para que no le dispararan más. Lo que hice fue abrazarlo y cargarlo al auto para llevarlo al hospital”, agregó.
Cruz indicó, a preguntas de la fiscal, que en ese momento Ana Napoleoni “se estaba riendo” y que a su lado había otra persona grabando todo con un celular.
También dijo que Jeromy la agredió por la espalda, aunque no pudo precisar con qué objeto y que Ana le sacó el celular que tenía en el chaleco.
La testigo indicó, además, que la acusada metió la mano en el auto y agarró el teléfono de Jancarlo y se le acercó a la cara para decirle: “Si tú dices algo, te voy a mandar a matar a ti también”.
Cruz Bonilla llevó a su pareja al hospital, pero poco después le notificaron que había muerto.
Al próximo día, según indicó, fue citada a la comandancia de Ponce donde las autoridades le presentaron varios ''line ups'' y allí pudo identificar a la persona que acabó con la vida de su prometido.
''Esa cara no la voy a olvidar'', sostuvo.
Previo a su testimonio, la fiscalía sentó a declarar a Carlos Alberto Rivera Medina, padre de Rivera Lugo, quien entre lágrimas narró cómo se enteró de que su hijo había sido herido.
Dijo que estaba trabajando cuando recibió una llamada a las 6:55 p.m. para notificarle que habían herido a su hijo
''Me destrozaron la vida. Jamás iba a pensar que a mi nene lo iban a herir de bala. Jamás en la vida”, dijo Rivera Medina al recordar cuando recibió la llamada de que su hijo había sido herido.
Dijo que al llegar al hospital Damas en Ponce se encontró con los oficiales de la Policía y luego fue conducido hasta el cuerpo de su hijo.
“¿Usted lo vio?”, preguntó la fiscal Annette Esteves.
“Sí”, contestó Rivera Medina.
“¿Dónde lo tenían?”, volvió a preguntar.
“En una camita. Estaba muerto… Me lo mataron”, expresó entre sollozos.
La defensa de los acusados, representados por los abogados Luis Quiñones González (Ana Napoleoni) y Carlos Torres Nolasco (Jeromy Pietri) no contrainterrogaron al padre de la víctima, mientras que a la pareja la interrogarían en la tarde.
Napoleoni Medina enfrenta cargos por asesinato, tentativa de asesinato, robo agravado, amenaza o intimidación a testigos y violación a la Ley de Armas.
Mientras, Pietri Napoleoni encarga cargos por asesinato, tentativa de asesinato, robo agravado y violación a la Ley de Armas.
Previo al inicio de la vista, la defensa de los implicados solicitó al ministerio público que proporcionara parte de la prueba por entender que sería exculpatoria.
Específicamente, solicitaban un vídeo de una entrevista al comisionado del Negociado de la Policía, Antonio López Figueroa, y una pieza de ropa ocupada en la residencia de Napoleoni Medina.
Sin embargo, la jueza Avilés Mendoza declaró no ha lugar la petición.
Defensa intenta establecer contradicciones en el testimonio de la pareja
En el contrainterrogatorio, el abogado de Pietri Napoleoni, el licenciado Carlos Torres Nolasco, intentó establecer que hubo contradicciones en la declaración jurada de la pareja de la víctima y también señaló lo que fue el procedimiento que llevó a cabo la Policía para la toma de declaración jurada y la ocupación de artículos relacionados con el crimen.
Trató de establecer que Cruz Bonilla dio dos versiones distintas, una en su declaración jurada que dio el 23 de noviembre ante el sargento Miguel Torres y agente José García.
Cuestionó por qué si el asesinato fue el 14 de noviembre y se entrevistó con los agentes los días 14, 15 y 16 y 20, no fue hasta el 23 de noviembre que finalmente le tomaron la declaración jurada.
Además, indagó por qué no se ocupó la ropa que ella llevaba puesta para analizar la posible presencia de pólvora, a pesar de que ella testificó que el disparo ocurrió justo a su lado, cuando Rivera Lugo intentó evitar que le dispararan a ella.
“Ese mismo día se me perdió (la ropa) en el hospital”, dijo Cruz Bonilla, quien dijo que sus padres le habían traído ropa para cambiarse, pero que en varios momentos se desmayó y no sabe qué pasó con su ropa.
“¿La Policía no le dijo: vamos a hacer gestiones para recuperar esa ropa?”, preguntó el licenciado.
“No”, contestó Cruz Bonilla.
Torres Nolasco también señaló en varias ocasiones que la declaración jurada de la testigo y las declaraciones que emitió en la vista en horas de la mañana se contradecían porque no guardaban relación con el relato cronológico de los hechos. Como ejemplo, cuestionó a la testigo que en la declaración a los agentes indicó que luego que la mujer (Ana Napoleoni) les ordenara detenerse porque supuestamente iban en contra del tránsito fue cuando vio a otros tres individuos armados, pero en el interrogatorio de la fiscal Esteves dijo que los había visto arriba, al principio de la carretera y que luego fueron detenidos.
También indicó que los hombres armados “no hicieron nada”, pero en su testimonio escrito dijo que la mujer (Napoleoni) y los hombres armados les ordenaron que se bajaran.
De igual forma, preguntó por qué, luego de que Rivera Lugo recibiera el golpe en el rosto, no decidió poner el auto en marcha y alejarse del lugar y en cambio optó por poner el auto en ‘’parking’’, sacar las llaves y rociar a la mujer con “pepper spray”.
Tras el contrainterrogtorio de Torres Nolasco, la jueza ordenó un receso a petición de la testigo, quien al parecer enfrentó una complicación de salud y tuvo que ser atendida por una enfermera del poder judicial.
Sin embargo, al regresar del receso y a preguntas de la jueza, aseguró que estaba en condiciones de continuar con el contrainterrogatorio del abogado de Napoleoni Miranda.
Igual línea de preguntas llevó el licenciado Quiñones González en su turno, al tratar de establecer que la testigo dio versiones distintas en varias ocasiones, entre su declaración jurada y las contestaciones en el directo de la fiscalía.
Incluso cuestionó por qué, luego que su pareja recibió el golpe en el rostro y este roció con “pepper spray” a la mujer, no abandonaron de inmediato el lugar, al tiempo que estableció que la mujer se alejó del carro y no volvió a agredirlo.
“No había nada que impidiera que ustedes salieran del lugar. Las llaves estaban en la mano, no había nadie en el medio que impidiera que el vehículo saliera… En ese momento la dama no estaba agrediendo a nadie allí”, destacó el letrado.
Testigo identificó a Jeromy Pietri como la persona que disparó
Mientras, la fiscal Esteves, en el redirecto, llevó a la testigo a identificar a Jeromy Pietri Napoleoni como la persona que le disparó a Jancarlo Rivera Lugo, a pesar de la objeción del licenciado Torres Nolasco.
-“¿Usted vio o no vio quién disparó?”, preguntó la fiscal.
-“Sí”, respondió la testigo.
-''¿Quién disparó?''
-“El caballero que está ahí”, respondió Cruz Bonilla, mientras señalaba en sala a Pietri Napoleoni.
-''¿Usted tiene alguna duda de que este señor fue quien le disparó a Jancarlo?''
-''No''.
-"Y el abogado le preguntaba del ‘line up’ y las mujeres que vio allí y usted dijo que identificó la número 4".
-''Sí''.
-''¿Y dónde está esa persona en sala hoy?''
-“La dama que está de blanco”, mientras señalaba a Ana Napoleoni Medina.
-''¿Usted tiene alguna duda que esta señora fue la que provocó este incidente y toda esa cadena de eventos que ha narrado ahí?''
-"No".
En un turno posterior, el abogado de Pietri Napoleoni cuestionó a la testigo que en su contrainterrogatorio había dicho que no había visto quién le disparó y que solo dijo que, luego que Rivera Lugo le diera con la mano al arma, escuchó un “prá”, en referencia al sonido de los disparos.
“No recuerdo”, contestó entonces la testigo.
La fiscalía tenía otros testigos en sala, entre ellos, dos oficiales del Sistema de Emergencias 9-1-1 que prestarían su declaración, pero las partes acordaron aceptar la grabación de la conversación que se registró en el sistema el día de los hechos, aunque la defensa se reservó el derecho de impugnar su contenido una vez sea presentado.
Por lo pronto, la fiscalía anunció que tendría tres testigos adicionales, los dos agentes que atendieron el caso y un tercero que también la defensa esperaba sentar como testigo.
La vista continuará el próximo viernes, 10 de febrero a las 2:00 p.m.
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