El juez denegó esta tarde la solicitud de absolución perentoria y la defensa dijo que no presentaría prueba, encaminando el caso a su final.

La defensa del productor Sixto Jorge Díaz Colón pidió, sin éxito, al juez Francisco Besosa la desestimación total del pliego acusatorio por extorsión, intento de extorsión y obstrucción a la justicia argumentando que lo único que hay en evidencia son conversaciones que no constituyen delito

Mientras, la fiscalía se opuso enfocando en que un elemento de la extorsión es el miedo y que el exsecretario de Asuntos Públicos, Anthony Maceira Zayas, dijo sentir miedo.

El juez denegó la solicitud adjudicando que hay suficiente evidencia para que un jurado pueda fallar en contra del acusado.

Inmediatamente después, el jurado entró a sala y el abogado defensor, Rafael Castro Lang, expresó que “entendemos que el gobierno no ha probado su caso”, por lo que notificó que la defensa no presentaría prueba. El juez interrogó a Díaz Colón para asegurarse de que estaba renunciando a su derecho a testificar en defensa propia y este afirmó que estaba consciente.

Castro Lang solo había mencionado su interés de traer como testigo de defensa al último testigo de fiscalía, el agente especial del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Juan Carlos López Velázquez. Pero su cliente había dicho públicamente que testificaría en su defensa.

El jurado regresa mañana a la 1:00 pm para escuchar las instrucciones del juez y los argumentos finales de las partes.

La decisión de la defensa de no presentar prueba resultó en sala tan sorpresiva como la de la fiscalía de acabar su caso ayer sin presentar el testimonio de Raúl Maldonado Nieves, en cuyo nombre el acusado supuestamente extorsionó a Maceira Zayas. Maldonado Nieves es el hijo del exsecretario de Hacienda, Raúl Maldonado Gautier y, según la evidencia en el caso, fue la persona que obtuvo del teléfono de su papá el chat de Telegram cuya divulgación desembocó en la renuncia del exgobernador, Ricardo Rosselló Nevares.

Después de que ayer la fiscalía federal dijera que no presentaría más testigos contra Díaz Colón, la mañana de hoy se consumió en la argumentación sobre la absolución perentoria, o lo mismo que pedirle al juez que desestime el pliego ahora por insuficiencia de la prueba. Lo cual el juez denegó.

“Este caso convertiría una mera conversación que contempla la comisión de un delito en el delito en sí mismo. Tiene que haber algo más, y ese algo más está totalmente ausente en este caso”, dijo Castro Lang al juez. El abogado calificó el testimonio de Maceira Zayas en corte como “distorsionado y falso” y puntualizó que era “fatal” para el caso del gobierno que el exfuncionario se negara a llevarle a su cliente un pago de $20,000 porque entiende que no hay pruebas de que el productor realizó acto afirmativo alguno para darle consecuencia a la supuesta amenaza que hizo al exfuncionario.

El juez preguntó a Castro Lang si había visto algún caso de extorsión donde el acusado dijera abiertamente que estaba extorsionando a la víctima y el abogado contestó que ha tenido casos donde la víctima fue acusada de muerte si no accedía a las exigencias del acusado. “Si fuera extorsión, Sixto diría, ‘Si no me das $300,000 salen más chats’”, dijo el abogado causando que todos en la mesa de la fiscalía se miraran automáticamente e hicieran gestos de afirmación, como comunicándose que esa exactamente es su teoría.

Pero la postura de la defensa es que las ocasiones en que Díaz Colón conversó sobre $300,000 con Maceira Zayas fue desde la perspectiva de lo que la administración necesitaba darle a Maldonado Nieves para calmarlo. El abogado enfatizó también que el gobierno nunca presentó la grabación que el FBI tiene de Díaz Colón hablando con Maldonado Nieves sobre el dinero y que entiende sería exculpatoria.

Por su parte, el fiscal Michael Lang llamó la atención del juez a que sentir miedo de sufrir daño es uno de los elementos de la extorsión y que su testigo principal sentía miedo porque apenas tenía 30 años, apenas llevaba seis meses como secretario de Asuntos Públicos y se enfrentaba a la posibilidad de que la divulgación de unos chats de Telegram le afectaran su empleo y las posibilidades futuras en su carrera. Planteó al juez que las posiciones de Maceira Zayas en Fortaleza y como director de la Autoridad de los Puertos eran suficientes para concretar el vínculo de efecto sobre el comercio interestatal que debe cumplir la prueba para que haya jurisdicción federal en las imputaciones.

Sobre el cargo de obstrucción a la justicia por mensajes de Telegram que Díaz Colón supuestamente borró el mismo día que agentes federales le incautaron su teléfono, Lang apuntó a que el testimonio del agente López Velázquez es que el acusado estuvo manipulando su teléfono frente a los agentes todo el tiempo antes de que lo incautaran y que los habría borrado cuando cayó en cuenta de los motivos para la visita del FBI. Sin embargo, el testimonio del agente López Velázquez fue también que Díaz Colón les firmó un consentimiento para que revisaran los mensajes de su teléfono y que, en efecto, los agentes pudieron revisar y tomar nota sobre los mensajes. Nadie ha establecido si los mensajes que el FBI pudo ver son los mismos que luego se alega que el acusado borró.

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