Sixto George debía a cada santo una vela durante supuesta extorsión
FBI investigó las finanzas del productor después de que él mismo les dijera que tenía deudas contributivas, hipotecarias y de su carro.
Después de una primera semana en la que presentaron a la persona que inició el caso, una grabación encubierta y las interioridades de dos empresas con contratos públicos, los fiscales en el caso federal contra el productor Sixto Díaz Colón quedaron listos para entrar el lunes en las finanzas personales del acusado y preparar el terreno para el anticipado testimonio de Raúl Maldonado Nieves, hijo del exsecretario de Hacienda, Raúl Maldonado Gautier.
Pasadas las cinco de la tarde el viernes, el juez Francisco Besosa cerró la sesión cuando la fiscal Myriam Fernández se aprestaba a presentar al jurado un informe crediticio de Díaz Colón que el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) obtuvo. El abogado defensor, Rafael Castro Lang, objetó la admisión del documento en evidencia, pero el juez lo declaró no ha lugar.
La fiscal introdujo el documento con el octavo testigo del estado, el agente del FBI, Juan Carlos López Velázquez, quien desde septiembre de 2022 es el director de la escuadra de corrupción pública en la oficina de San Juan y fue uno de los agentes que desarrolló el caso contra Díaz Colón después de que el exsecretario de Asuntos Públicos, Anthony Maceira Zayas, se querellara de que el productor lo extorsionaba.
Tras un texto por parte de Díaz Colón el 20 de junio de 2019 que encontró amenazante, el funcionario grabó una conversación con el productor el 21 de junio, la cual no fue presentada en evidencia y en la que Maceira Zayas dice que el acusado le exigió $300,000 para evitar que Maldonado Nieves divulgara información dañina al gobernador Ricardo Rosselló y su administración, incluyéndole a él. Luego, el funcionario visitó en Florida al exsecretario de Seguridad Pública, Héctor Pesquera, quien lo puso en contacto con el entonces jefe del FBI en San Juan, Douglas Leff, el 25 de junio.
Según el testimonio, no hubo más comunicación de Maceira Zayas con el FBI hasta después de que el 13 de julio el Centro de Periodismo Investigativo publicó 889 páginas de un chat de Telegram del gobernador que desembocó en su renuncia.
López Velázquez explicó que fue el 15 de julio que primero tuvo contacto con Maceira Zayas. Le realizó una entrevista y redactó un informe que presentó a un fiscal federal. El día siguiente, 16 de julio, lo alambró con tres aparatos de grabación a eso de las 6:30 pm y lo envió a una reunión con Díaz Colón en el restaurante Il Postino porque “necesitábamos corroborar la información que había provisto en la querella”. Tras unas dos horas, lo recogió en el restaurante Bebo’s Café de la calle Loíza en Machuchal para recoger los equipos de grabación y llevarlo a su casa.
Tres días después, el 19 de julio, vuelven a reunirse porque el agente había obtenido autorización para darle $20,000 que podría entregarle a Díaz Colón bajo la supervisión del FBI y así desarrollar evidencia del productor recibiendo directamente parte del dinero que había exigido como supuesta extorsión para lograr que Maldonado Nieves no sacara más chats. Pero Maceira Zayas se negó a hacerlo. “Él dijo que era muy bajo”, testificó el agente sobre que la postura del funcionario es que el productor había pedido $300,000 y no funcionaría aparecerse solo con $20,000. El agente no mencionó otra razón que Maceira Zayas consignó en su testimonio, que no tenía protección legal, o inmunidad.
En vez de ese operativo de pago, Maceira Zayas solo envió un mensaje a Díaz Colón, supervisado por los agentes, de que no se había olvidado de lo que hablaron en el restaurante y seguía trabajando con la “asignación”.
El próximo paso del FBI fue visitar la residencia de Díaz Colón en Caguas en la mañana del 26 de julio. Detectaron que había alguien en el apartamento localizado en un segundo piso, pero nadie les contestó. Fueron a San Juan a buscarlo a Il Postino y luego volvieron a Caguas, donde el productor los recibió diciéndole que había instruido a su esposa a no recibirlos en la mañana porque pensaba que podían ser representantes del Servicio de Rentas Internas federal que lo buscaban por deudas, o acreedores de su hipoteca y del préstamo de su carro “porque estaba delincuente en sus pagos”, según relató el agente.
El agente dijo que en esa visita consiguieron que Díaz Colón le hiciera una llamada a Maldonado Nieves y le incautaron el teléfono, pero no entró en detalles sobre eso. Los incidentes de esa tarde fueron objeto de mociones de supresión de evidencia previas al juicio, y que el juez denegó, y de una querella que se mantiene abierta en el Departamento de Justicia federal porque el acusado sostiene que lo “coaccionaron” para hacer la llamada y que lo “entramparon”.
No fue hasta agosto de 2019 que los agentes tuvieron acceso al contenido extraído del teléfono de Díaz Colón, incluyendo mensajes con Maldonado Nieves que la fiscal introdujo en evidencia y presentó al jurado. Entre ellos, uno el 25 de junio, cuatro días después de la primera reunión con Maceira Zayas y un día después de que el gobernador despidiera fulminantemente a su padre, en el que el productor le dice a Maldonado Nieves que “quiero descojonar a estos hijos d puta”. “Sin armas no puedo enfrentarme a estos cabrones. Dime q vas a hacer”, añadió en el mensaje que Maldonado Nieves parece no haber contestado.
El viernes abrió y cerró con expresiones de Besosa sobre el servicio eléctrico que arrancaron carcajadas. Justo al iniciar la sesión, se fue la luz brevemente y el juez gritó desde el estrado “¡LUMA!”. En la tarde, después de despachar al jurado, recordó que el lunes reanuda a las 9:00 am y lanzó: “¿Alguien quiere apostar si se va la luz?”.
Más temprano, el secretario de Hacienda, Francisco Parés Alicea, pasó un sofocón en el banquillo cuando Castro Lang comenzó a preguntarle si había consultado el caso con algún agente federal, lo que sería una violación a las reglas del tribunal. Cuando el funcionario dijo que sí, que con la agente Lajara el jueves, el juez mandó al jurado a retirarse para explorar el tema. A preguntas del abogado, Parés Alicea dijo que le pidió a la agente “la totalidad” de las facturas y documentos de una compañía asociada a Díaz Colón que tuvo contrato con Hacienda porque no sabía qué se le preguntaría y quería estar preparado. La agente le dijo que había sido un buen testimonio, “pero no me instruyó en lo absoluto (sobre qué decir)”. “Es la primera vez que me siento a declarar en un tribunal”, dijo sin que el episodio pasara a mayores.
Castro Lang protagonizó su propio incidente el viernes, fuera de la presencia del jurado. El abogado tiene décadas de experiencia, camina lento, utiliza bastón, regularmente habla fuera del alcance del micrófono, tiene problemas para manejar la tecnología del tribunal y en algunas instancias ha confundido fechas y hechos al exponer sus preguntas. Los fiscales Michael Lang y Myriam Fernández usualmente se esfuerzan por tener paciencia y un trato amable, pero en la tarde, antes de llamar al banquillo al agente del FBI, el abogado les preguntó varias veces quién era el próximo testigo y lo ignoraron. “Este tipo no me habla… no me hablan”, dijo Castro Lang entre risas y en referencia a los fiscales.
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