Grabación y supuesta admisión de culpa dominan argumentos en apelación de Pina
Un panel de jueces apelativos federales llevó a cabo vista oral sobre la apelación del productor Rafael Pina Nieves de su sentencia de tres años y cinco meses.
Cuán grave para sus posibilidades de defensa fue el que un juez permitiera al jurado conocer que desde antes del juicio estaba resignado a cumplir cárcel, ese fue uno de los puntos más discutidos en la vista oral en la que un panel de jueces federales evaluó los argumentos del productor Rafael Pina Nieves para conseguir una revisión del veredicto de culpabilidad que recibió por posesión ilegal de armas de fuego.
Después de que el juez Francisco Besosa lo sentenciara a cárcel por tres años y cinco meses, es la tercera ocasión en que el tribunal apelativo federal atiende controversias del caso. En la primera le pidieron a Besosa que fuera más claro en sus fundamentos sobre por qué el productor no debía tener fianza en apelación y en la segunda ocasión rechazaron revocar esa decisión de Besosa de dejarlo sin fianza en apelación, por lo que Pina Nievas ya está extinguiendo su sentencia.
En esta tercera ocasión, los jueces David J. Barron, Sandra Lynch y Angel Kelley entraron de lleno en los argumentos de la defensa sobre supuestos errores que cometió Besosa que ameritarían la revocación del veredicto y la celebración de un nuevo juicio.
Principal en la discusión figuró la decisión de Besosa de revelarle al jurado un escrito en el que el abogado de defensa Francisco Rebollo Casalduc, explicó las dificultades que había en entablar una negociación con fiscalía porque fiscalía tenía información de que su cliente estaba "resignado" a cumplir cárcel en este caso. Esa moción estaba sellada pero, a solicitud de fiscalía, el juez la publicó, por lo que no solo estuvo accesible a los jurados para su consideración sino que fue materia de múltiples referencias que hizo la fiscalía durante el proceso.
No todos los errores que pueda cometer un juez son automáticamente meritorios de una revocación de veredicto, así que parte del enfoque en la vista oral, y de las preguntas del panel de jueces, fue qué tipo de error pudo haber sido la revelación de esa moción al jurado y si alcanzaba el grado de requerir la revocación del veredicto.
"El prejuicio a mi cliente fue extendido e intenso", planteó el abogado de Pina Nieves, Martin G. Weinberg, al recordar que la fiscalía incluso usó esta moción de Rebollo Casalduc al final del juicio cuando agradecieron a la defensa que les pusiera en bandeja de plata esa evidencia. Para persuadir a los jueces de que se trataba de un error grave, Weinberg aludió a que esta revelación causó que se afectara el derecho constitucional de Pina Nieves a tener representación adecuada y libre de conflictos porque la fiscalía expuso a Rebollo Casalduc como el originador de una evidencia incriminatoria.
Por parte de la fiscalía, el abogado Kevin James Barber restó peso a la admisión de este escrito al recordarle a los jueces apelativos que los jurados estuvieron expuestos a evidencia "irrefutable" (smoking gun), en la forma de grabaciones telefónicas interceptadas en las que el productor dice que las armas encontradas en una residencia suya en Caguas son de su propiedad, sale dando órdenes a un subalterno con relación a las mismas y sale indagando con su compañía de seguridad privada sobre si en el allanamiento que agentes federales hicieron a su residencia habían llegado a un tipo de "cuarto de pánico" que tenía escondido detrás de una pares y en la que almacenaba armas de fuego, municipios, armas blancas, dinero y documentos personales.
"Nuestra posición no es que los abogados de Pina (Nieves) querían incriminarlo, fue un momento de incauto en el que sencillamente revelaron la conciencia culposa (de su cliente)", argumentó Barber.
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