Ricky Martin demanda a su sobrino "desajustado" y dice no se siente seguro en PR
El cantante reclamó daños ascendentes a $30 millones por los actos de extorsión, persecución maliciosa y difamación que dice sufrió a manos de su sobrino.
Aunque su abogado había dicho que no interesaba entablar una demanda como secuela de la orden de protección infundada que le puso su sobrino, el cantante Enrique Martin Morales, conocido internacionalmente como Ricky Martin, sometió esta tarde una demanda contra su sobrino, Dennis Yadiel Sánchez Martin reclamándole compensación de $30 millones por los daños que le ha causado lo que llamó una campaña de extorsión.
La demanda es secuela del escándalo mundial por el que atravesó el cantante y actor después de que el 1 de julio pasado Sánchez Martin obtuviera una orden de protección en contra de su tío alegando que habían tenido una relación íntima y que éste lo acechaba, lo cual resultó ser falso. El propio Sánchez Martin retiró voluntariamente la solicitud de orden de protección durante una vista el 21 de julio en la que no fue necesario que la defensa del cantante presentara prueba porque el retiro de la acción ocurrió de inmediato.
De hecho, tras la vista, uno de los abogados de Martin Morales, Joaquín Monserrate Matienzo, había asegurado a preguntas de NotiCel que demandar al sobrino "no es nuestro ánimo", en referencia tanto a él como a su representado.
La demanda detalla una serie de comunicaciones de parte de Sánchez Martin a su tío antes, durante y después del episodio de la orden de protección que se resumen como una "campaña de asesinarle su reputación e integridad mediante imputaciones falsas y maliciosas".
Los abogados del cantante en este pleito civil, Dora Monserrate Matienzo y José Andreu Fuentes, sostuvieron al tribunal que las acciones del sobrino "han causado que el demandante y su familia no se sientan seguros en Puerto Rico" y pidieron que, además de lo relacionado a los daños económicos, le ordene a Sánchez Martin que "se abstenga inmediatamente de comunicarse con el demandante y su familia, ya sea personalmente, telefónicamente y/o mediante las redes sociales".
Esta solicitud es sobre la base de un historial de comunicaciones no deseadas del sobrino a su tío que, según el documento, comenzaron en octubre de 2021 y continuaron en el poco más de un mes que ha pasado desde que se archivó la orden de protección.
Primero, en octubre, habían mensajes a través de WhatsApp, que llegaron a exceder diez en un día y que eran, en su mayoría, "diatribas sin sentido y sin propósito particular alguno, escritos, a todas luces, por un individuo desajustado". "No obstante, el demandante, en rol de tío, los contestaba cuando podía, intentando proveerle palabras de aliento y deseos de superación", añade.
Luego, a mediados de diciembre de 2021, "y en su desesperado deseo de atención", el sobrino le envió una foto de su perfil en Instagram y le pidió que le diera un "follow" para poder jactarse y el demandante no lo hizo. También en ese periodo, el sobrino le pidió llevar al cine a los hijos del cantante, a lo que este no accedió, y le creó un perfil en redes sociales a uno de los tres menores, tras lo cual el demandante "se consternó sobremanera e ignoró todos los mensajes que el demandado Sánchez le envió subsiguientemente".
Como supuesta represalia a este silencio de Martin Morales, su sobrino publicó el número de teléfono celular personal de este en Instagram, lo que provoco que el cantante tuviera que cambiar su número.
El 1 de julio, cuando Sánchez Martin procuró la orden por supuesto acecho, "el demandante había estado residiendo en California ininterrumpidamente desde el 28 de mayo de 2022", dice el documento para argumentar sobre la falsedad de las declaraciones que el sobrino hizo para obtener la orden. "El demandado Sánchez hizo las imputaciones contenidas en su solicitud de orden de protección maliciosamente, sin contar con causa probable alguna, con grave menosprecio a la verdad y sabiendo que las mismas eran falsas", añade.
La demanda acusa que el sobrino entregó copia de la orden de protección al diario El Vocero el mismo día que la obtuvo y que intentó comunicarse con uno de los abogados del cantante antes de la vista para una reunión que nunca ocurrió. La demanda recuerda también que el sobrino tiene dos órdenes de protección por acecho en su contra que están vigentes.
Después de que fuera archivada la solicitud de orden contra el cantante, el sobrino volvió a comunicarse con su tío mediante mensajes el 12 y 14 de agosto pasado. "Estos mensajes decían 'Tío necesito tu ayuda' y 'cómo estás?' respectivamente". "La persecución y acecho del demandado Sánchez no tienen otra explicación que hacerle aún más daño al que ya le ha hecho al demandante", abundan.
En cuanto a los daños, Martin Morales no entra en detalles y su reclamación causa confusión porque en una parte dice que la revelación de la orden de protección infundada "vio amenazadas sus oportunidades de negocio" y por el otro dice, sin proveer detalles, que, más allá de amenazas, las acciones de su sobrino "causaron que le cancelaran al demandante contratos millonarios y proyectos artísticos presentes y futuros", daños que valorizó en $10 millones. A esto añadió $20 millones por daños a su reputación que, hasta ahora, era una "intachable ganada a través de su larga trayectoria artística y altruista por los últimos casi 40 años de su vida".
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