No está acusado, pero el inversionista Fahd Ghaffar era vínculo directo entre la exgobernadora Wanda Vázquez y el banquero Julio Herrera y fue el que le presentó a la mandataria una encuesta política sobre su elección.

Como en algunas películas, todo empezó en una boda.

Fahad Ghaffar está radicado en la isla desde 2014 como beneficiario de un decreto de exención contributiva bajo la anterior Ley 22. Para muchas personas, es socio del magnate financiero John Paulson, pero realmente tiene una participación menor en algunos proyectos de Paulson en la isla y tiene encargada su administración. El hotel Condado Vanderbilt, sus restaurantes y el resort St. Regis Bahía Beach son algunas de esas propiedades. Otra más reciente es el concesionario de autos Gómez Hermanos Kennedy LLC, que Paulson adquirió a través del ente corporativo F40 LLC en febrero pasado.

Con el aura de ser representante de Paulson, se adentró en el mundo político, tanto por el bando rojo como el azul, y así llegó en diciembre de 2019 a reunirse en La Fortaleza con la entonces gobernadora Wanda Vázquez Garced y el secretario de Hacienda, Francisco Parés Alicea, para dar "seguimiento" a proyectos de desarrollo económico, según un tuit de la exmandataria.

Esa visita conllevó que Vázquez Garced y su esposo, el entonces juez superior Jorge Luis Díaz Reverón, asistieran a la boda de Ghaffar el 4 de enero de 2020, un evento que tuvo también entre sus invitados al expresidente de la Junta de Supervisión Fiscal, José Carrión III, y a la jueza presidenta del Tribunal Supremo, Maite Oronoz Rodríguez.

Pero para Ghaffar, la exmandataria no fue una invitada más. Fue la oportunidad de iniciar una incursión en la venta de influencias que lo llevaría a protagonizar, sin ser nombrado, la acusación histórica que un gran jurado federal emitió el miércoles contra Vázquez Garced.

La acusación es contra Vázquez Garced, el banquero venezolano Julio Herrera Velutini y su consultor, el exagente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Mark Rossini, pero una lectura del mismo deja a Ghaffar como la persona con las comunicaciones más directas con la exgobernadora y con el banquero. Se acusa que Herrera Velutini logró que Vázquez Garced realizara actos oficiales que le beneficiaban a cambio de ofrecerle apoyo económico y técnico en su fallida campaña por la nominación a la gobernación del Partido Nuevo Progresista (PNP).

Aunque no está incluido en la acusación, las intervenciones de Ghaffar con Vázquez Garced a favor de los intereses de Herrera Velutini ocurrieron al mismo tiempo que, a través de un concesionario de autos que controla, V Garage, le hizo un negocio favorable al esposo de la exgobernadora para que se llevara un modelo lujoso y exclusivo de la marca BMW. En una demanda civil por despido injustificado que todavía está pendiente, un exempleado dijo que Ghaffar se había ufanado de que le había regalado el vehículo a Díaz Reverón, pero tanto el inversionista como el exjuez han negado esto.

Pero, volviendo a la boda, cuando la exsecretaria de la Gobernación, Lillian Sánchez Pérez, le dijo a Ghaffar que la exgobernadora iría a la boda, el inversionista le contestó que la información de tres "billonarios" que sentaría en la misma mesa con la mandataria. Uno de esos era Herrera Velutini, quien quería "pasarle una aplanadora" a la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) y a su entonces director, George Richard Joyner Kelly, para detener una evaluación que estaban haciendo de su banco, Bancrédito International Bank & Trust, y que arrojaría múltiples violaciones a requisitos de divulgación de actividad sospechosa que tenían que ver con movimientos hechos en las mismas cuentas personales de Herrera Velutini.

En efecto, Ghaffar sentó a Vázquez Garced y a Herrera Velutini en la misma mesa, con Paulson también, y de esa forma echó a andar la trama en la que el inversionista siguió teniendo participaciones importantes.

De una lectura del pliego, se puede concluir que Ghaffar fue una de las tres personas que más contacto directo tuvo con Vázquez Garced sobre los hechos por los que está acusada de delito. Los otros fueron Sánchez Pérez y John Stanley Blakeman Ortiz, el consultor de la entonces gobernadora, y agente político del Partido Nuevo Progresista desde la época del exgobernador, Pedro Rosselló González. Blakeman Ortiz se declaró culpable en marzo pasado y oficialmente coopera con las autoridades, pero de las alegaciones se desprende también que la fiscalía ha tenido la colaboración de Sánchez Pérez y de Ghaffar.

Según la acusación, Ghaffar sería una de las personas que iba a financiar la campaña de la exgobernadora a través de un Super PAC. Ghaffar sirvió de mensajero de Vázquez Garced para preguntarle a Herrera Velutini que a quién quería nombrar en OCIF después de que la mandataria destituyera a Joyner Kelly. Es Ghaffar uno de los que organiza la reunión en el Condado Vanderbilt en la que Herrera Velutini le presentó a Vázquez Garced su plan de crear el Super PAC y de sufragarle una firma internacional de consultoría política que le correría la campaña a la gobernación.

Fue Ghaffar el que le envió directamente a Vázquez Garced la propuesta de servicios de esa firma y luego le envió la primera encuesta política que realizaron (ella dijo que se veía bien) y fue Ghaffar a quién Sánchez Pérez le notificó de la carta de renuncia de Joyner Kelly en un mensaje con ''emoji'' de corazón. Además, Ghaffar fue quien le dijo en mensaje directo a Vázquez Garced sobre la persona que el Super PAC contrataría como "coordinador político"; y también el que dio seguimiento con Blakeman Ortiz, sobre la designación como nuevo comisionado de OCIF de Víctor Rodríguez Bonilla, un exconsultor de Bancrédito.

Las intervenciones de Ghaffar con Vázquez Garced se dieron a la vez que estaban ocurriendo reuniones en Fortaleza y de que otras personas allegadas a Herrera Velutini estaban presionando a Sánchez Pérez para que se dieran las condiciones que el banquero había puesto para apoyar a la gobernadora: destitución de Joyner Kelly, nombramiento de Rodríguez Bonilla y suspender el examen regulatorio de OCIF sobre Bancrédito.

Cuando Vázquez Garced designó a Rodríguez Bonilla el 14 de mayo, Ghaffar le envió un mensaje directo a Herrera Velutini diciéndole "finalmente usted tiene poder aquí, señor" y le informó que el nombramiento sería aprobado "tan pronto el Senado esté en sesión". La aprobación de ese cuerpo ocurrió el 4 de junio.

Herrera Velutini contestó ese mensaje indicándole al inversionista que debería mantener la trama en secreto, a lo que Ghaffar contestó, según el pliego, que el poder "no dura", a menos que sea "silencioso siempre".

Para ver el pliego acusatorio, pulse aquí.

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