Derecho al aborto puede ser solo el primero de muchos en caer
La revocación del derecho al aborto por parte del Supremo federal no lo elimina en Puerto Rico, pero abre la puerta a que la Legislatura lo haga.
La divulgación del borrador de una decisión que denota que una mayoría del Tribunal Supremo federal decidió derogar el derecho constitucional a practicar abortos es un "tsunami" cuyas repercusiones todavía no se han revelado completamente, pero que en Puerto Rico no provocaría cambios automáticos, aunque abre la puerta a que la Asamblea Legislativa restrinja más, o hasta prohíba, esa práctica en la isla.
Así lo evaluó la catedrática de Derecho de la Universidad Interamericana, doctora Esther Vicente Rivera, quien defiende el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo sin la intervención del estado. La profesora añadió que, más allá del efecto en el tema del aborto, el razonamiento que usaría el Supremo para revocar ese derecho, si el contenido del borrador se mantiene, es peligroso porque con ese mismo razonamiento se pueden revertir múltiples derechos basados en la privacidad que no están explícitamente reconocidos en la Constitución de los Estados Unidos, pero que las interpretaciones judiciales han reconocido.
La filtración el lunes en la noche a través del medio electrónico Político no tiene precedentes y provocó una orden de investigación del Juez Presidente John Roberts, a la vez que el líder del Poder Judicial federal confirmó la autenticidad del documento calificando el incidente como "traición a la confianza de la corte". Se espera que el tribunal emita la decisión formalmente en junio y no se sabe cuánto cambiaría el borrador desde febrero, la fecha que muestra el documento filtrado, y la versión final. El juez asociado Samuel Alito es el ponente del escrito con el que se borraría el precedente del caso de 1973, Roe v. Wade, y el de otros subsiguientes que se basaron en este.
Como defensora del derecho al aborto, Vicente Rivera consideró positiva la filtración del borrador porque "nos preparamos" para la revocación del derecho, algo que no esperaba. Pero, por otro lado, la filtración "deja mucho que desear de las cosas que están ocurriendo en esa corte".
No está convencida todavía de si la filtración fue del lado que se opone al derecho o del lado que lo favorece porque entienden que ambos se pueden beneficiar de que el público conozca y procese la decisión ahora, semanas antes de que sea oficial. Pero de lo que está convencida es que "las personas que decidieron dar a conocer ese borrador están enviando un mensaje, independiente del lado en que estén, en el sentido de que la institución como tal tiene graves problemas".
Para ver el borrador filtrado, pulse aquí:
Derogar un derecho fundamental basado en la protección de la intimidad y que llevaba casi 50 años establecido es "como un tsunami, crea mucha incertidumbre en la comunidad sobre la estabilidad del derecho".
"Todas (las garantías constitucionales) que descansan en el derecho a la intimidad están en riesgo... esa corte es una corte que se dispara cualquier maroma", afirmó.
El borrador dice que el derecho al aborto es revocable porque "la Constitución no hace referencia al aborto" y la profesora recordó que de la misma manera, no hay una referencia directa en la Constitución federal a conceptos como la intimidad, la privacidad y otros derechos que se han desarrollado sobre esos conceptos, los cuales van desde el matrimonio gay hasta el que la Policía no puede revisar el celular de una persona sin orden judicial.
"La estabilidad de los derechos con los que hemos contado los que nos hemos criado después de los años 60, esos derechos con los que hemos contado hasta ahora, están en riesgo. Por eso entiendo que el lado que fuera que dio a conocer el borrador, probablemente lo ha hecho como una advertencia", comentó.
Vicente Rivera no anticipa que la reacción pública al borrador cambie el bloque mayoritario de cinco votos en contra del derecho que se entienden estaría compuesto por Alito, Clarence Thomas, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett porque hay "compromisos políticos" en sus posturas y porque son "personas autoritarias, personas conservadoras con la vida de los demás, porque en su vida privada hacen lo que les da la gana, (que) no escuchan (y) lo que ellos opinan es lo que todo el mundo tiene que seguir".
En cuanto al efecto legal que tendría la decisión, de mantenerse, la profesora explicó que se va hacia atrás al escenario antes de Roe v. Wade en 1973, en el que cada estado podía regular el aborto, o prohibirlo, provocando que las mujeres con recursos viajen para realizarse los procedimientos y las de escasos recursos queden condenadas a la "clandestinidad". La revocación, sin embargo, no afecta la posibilidad de que las mujeres puedan optar por tomar píldoras abortivas, aunque el proceso y los efectos cuando se usa píldora no es tan directo y corto como un aborto tradicional.
En Puerto Rico, defendió Vicente Rivera, no debe haber cambio porque la protección y regulación del aborto no depende directamente de Roe v. Wade sino que tiene sus propias leyes, reglamentos y jurisprudencia que quedarían vigentes como un ejercicio legítimo de regulación por parte del gobierno territorial. Pero eso podría cambiar por acciones de la Asamblea Legislativa y decisiones de nuestro Tribunal Supremo.
Distinto a la Constitución federal, la del Estado Libre Asociado sí reconoce explícitamente los derechos de privacidad, prohíbe el discrimen y protege la dignidad de los individuos, todo lo cual, entiende Vicente Rivera, debe provocar que se mantenga aquí el reconocimiento al derecho de la mujer decidir. Sin embargo, la decisión principal en ese tema del Tribunal Supremo de Puerto Rico, el caso Pueblo v. Duarte de 1980, se basó completamente en Roe v. Wade.
En la opinión mayoritaria, el juez Ángel Martín reconoció que la Constitución local reconoce más derechos que la federal, pero expresó que, "[n]o obstante, en materia de aborto, advertimos que la extensión de las protecciones que brinda nuestra Constitución no es mayor a la que brinda la norteamericana; por tanto, sólo nos referimos a ésta". En un escrito separado, varios jueces criticaron este enfoque por entender que el caso debió ser decidido basándose en que, el derecho a la intimidad tiene "raíces distintas" en el ámbito local que en el federal y que, "[a]l igual que los estados federados de la Unión Americana, Puerto Rico puede expandir los derechos garantizados por la Constitución de Estados Unidos, pero no contraerlos".
Para leer el caso de Pueblo v. Duarte, pulse aquí.
El caso surgió cuando la joven de 16 años, identificada como Wanda Ivette, quedó embarazada de su novio, Tito, y el padre y un hermano de este la llevaron, sin consultar a la madre de la joven, al doctor abortista Pablo Duarte Mendoza en Juncos y pagaron la tarifa de $300, a razón de $100 por cada mes de gestación, para que le realizara el aborto. Como consecuencia, el doctor y su enfermera fueron acusados criminalmente y así la controversia llegó al Supremo, que revocó la condena. El aborto se llevó a cabo cinco meses después de que se decidiera Roe v. Wade.
El juez asociado Martín indicó también que, mientras la Legislatura no adopte un estatuto más estricto en cuanto a aborto, "el criterio en Puerto Rico continuará siendo más permisible que el expresado por el Tribunal Supremo federal". Y Vicente Rivera entiende que una consecuencia de la revocación del derecho a nivel federal sería que la senadora de Proyecto Dignidad, Joanne Rodríguez Veve "va a enmendar el proyecto fatulo y va a hacer uno peor", en referencia al Proyecto del Senado 693 que se discutió la semana pasada en vistas públicas y que está endosado por el presidente del Senado, José Luis Dalmau del Partido Popular Democrático, así como del senador Thomas Rivera Schatz, del Partido Nuevo Progresista.
La medida cuenta con la oposición de los médicos y los departamentos de Salud y de Justicia, y con el favor de grupos religiosos.
La profesora reconoció que la revocación del derecho a nivel federal podría provocar la limitación o eliminación del derecho en la isla por vía legislativa, pero consideró beneficioso que, sin el precedente federal, los políticos puertorriqueños tendrán que asumir posición definitiva sobre el tema "y decir si de verdad creen en la libertad, dignidad y no discriminación contra las mujeres".
"Yo confío en la gente de Puerto Rico y yo espero que también la gente de Estados Unidos le dé una lección a esas personas conservadoras. Hay elecciones (congresionales) de medio término en noviembre y el temor es que el Partido Demócrata pierda control, esto (la revocación del derecho al aborto) puede ayudar a que no lo pierda", concluyó.
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