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Tribunales

Defensa alega que Zaveri hizo un disparo "de misericordia" contra perrita y pide desestimación

Sostienen que el tercer disparo fue uno "de misericordia" a un animal "moribundo" y piden desestimar los cargos en su contra.

Salil A. Zaveri
Foto: Luis Alberto López

Como "un acto de eutanasia" describió la defensa de Salil A. Zaveri, el tercer disparo que este le propició a una perrita en un campo de golf en Río Grande, hecho por el que pide que se le desestimen los cargos en su contra.

Zaveri acudió al Tribunal de Apelaciones luego de que el juez superior del Tribunal de Fajardo, José M. Marrero Pérez, declarara no ha lugar a una petición de desestimación de los cargos en su contra.

Mediante alegaciones bastante parecidas a las anteriores, aunque ampliadas, la defensa del empresario pidió al Tribunal de Apelaciones que se declaren los cargos como desestimados porque "erró el Tribunal de Primera Instancia al aplicar por analogía la Ley Penal ya que el artículo 7 de la Ley 154, no tipifica como delito el dar muerte a un animal realengo".

En diversas ocasiones la defensa ha alegado que el animal era uno realengo y que representaba peligro para Zaveri. Como contexto, la defensa utiliza que el empresario es de nacionalidad india y que "no le debemos exigir estar de acuerdo con nuestra costumbre "irracional" de no temerle a los perros realengos".

"A los mismos (perros) que la Ciencia Veterinaria Mundial clasifica como muy peligrosos y un problema de salud pública", argumentan también en el escrito sometido.

Entre los argumos para pedir la destimación de los cargos, la defensa alega también que nadie estuvo en riesgo de ser herido por los disparos de Salil.

"Al momento del primer disparo, el testigo estaba a treita o cuarenta pies. No estaba en peligro de recibir un disparo. No había nadie cerca del perro que estuviera en peligro de recibir un disparo", sostienen.

Sobre los disparos, que fueron en total tres aunque el segundo se desvió -según describen-, dicen que el hecho de haber disparado más de una vez contra la perrita representó "misericordia".

Descrito como "un disparo de misericordia" y un acto "de eutanasia a un animal moribundo", alegan también que luego de disparar, Salil estaba "triste".

"Un acto, por reprochable que pueda ser, no es delito si no ha sido tipificado como tal", sostienen.

La defensa del empresario pidió que se desestimen los cargos en su contra, o que por el contrario, se instruya al jurado "que deben presumir que de haberse preservado el cuerpo del animal, dicha evidencia habría sido favorable para el acusado". Anteriormente, la defensa ha elevado reclamos sobre el cuerpo del animal, al que no pudieron hacer pruebas de rabia.

Zaveri espera por el inicio del juicio en su contra.