Madre de expareja de Ruiz Costas asegura su hijo “estaba arrepentido”
Suicido de Miguel Ángel Ocasio Santiago desata el deseo de su familia de exponer su versión sobre las acusaciones de asesinato y destrucción de evidencia que enfrentaba.
El suicidio de Miguel Ángel Ocasio Santiago implica que nunca se verá en corte la evidencia que fiscalía había acumulado en su contra por la muerte de su expareja, Andrea Ruiz Costas, lo que parece haber desatado el deseo de su familia de precisamente disputar esas alegaciones que se habían manifestado en cargos de asesinato, uso de arma blanca y destrucción de evidencia.
Después de que su abogado, Rubén Parrilla Rodríguez, asegurara a NotiCel que la confesión que decía tener el Ministerio Público no era una confesión directa del asesinato, fuentes de NotiCel indicaron que la confesión es de una pelea como consecuencia de la cual Ruiz Costas muere y sobre cómo posteriormente el hombre quemó el cuerpo. Con el fin del proceso judicial, ese documento queda ahora solo dentro del expediente del fiscal y del abogado de defensa.
Pero la madre de Ocasio Santiago, Adela Santiago González, expresó en declaraciones escritas que su hijo “estaba luchando con su realidad, estaba arrepentido de lo que había pasado y ni siquiera tuvo oportunidad de expresarlo o manifestarlo”.
“Lejos de ser un monstruo como lo han pintado era un padre, hijo y hermano, amoroso y cariñoso. Era un ser humano amado por su familia y todo el que lo conocía. Hoy somos dos familias las devastadas”, aseguró la mujer, quien expuso que ella y su esposo son servidores públicos retirados y que criaron a sus cuatro hijos “en un ambiente de cariño y amor”. Ocasio Santiago es el menor de los hijos.
Santiago González enfocó sus recriminaciones en el Departamento de Corrección y el siquiatra del Estado, William J. Lugo, quien concluyó que Ocasio Santiago tenía suficiente capacidad para ser procesado por la muerte de Ruiz Costas. El hombre era reincidente y, en un caso que tuvo para 2012 por violencia doméstica en modalidad de maltrato y tentativa de asesinato, había pasado siete meses declarado “improcesable”.
Su abogado en el caso relacionado a la muerte de Ruiz Costas, había planteado que no era procesable y que del propio expediente médico correccional surgía que sufría de alucinaciones y que había intentado suicidarse varias veces después de su arresto el 29 de abril pasado.
La madre de Ocasio Santiago recaló en que la evaluación que le hizo Lugo fue corta, por videoconferencia y sin indagar en su expediente médico o en condiciones preexistentes.
“Los funcionarios que tenían que cuidarlo y protegerlo le dieron la espalda. El siquiatra le hizo un examen mental sin fundamento científico alguno. Un examen por video que no permitió identificar rasgos psicóticos y mánicos. Lo dejaron solo”, acusó Santiago González en expresiones que entregó a NotiCel.
En el único día de vista preliminar, el 23 de julio pasado, Ocasio Santiago dijo sentirse “entre la espada y la pared” con relación a que el tribunal lo había obligado a quedarse con la representación de la Sociedad de Asistencia Legal aunque no quería por entender que había surgido un conflicto cuando otra región de la Sociedad prestó orientación legal a una de las testigos del Ministerio Público. Ese mismo día, el agente investigador de la Policía describió cómo levantó evidencia y testimonios que convirtieron a Ocasio Santiago en el sospechoso número uno y cómo lo puso bajo arresto cuando se percató de que tenía golpes y moretones en varias partes de su cuerpo que eran recientes, cuando el hombre le había alegado que eran de dos semanas atrás.
Luego de que Parrilla Rodríguez hiciera la alegación sobre la confesión, fuentes dijeron a NotiCel que la noche del asesinato, Ocasio Santiago confrontó a Ruiz Costas por unos mensajes de voz que ella escuchaba y que le había dejado otro hombre. Esto degeneró en una discusión donde ambos se golpearon y cayeron al suelo pero, en una segunda caída, Ruiz Costas habría muerto. Ocasio Santiago no hizo nada ni buscó ayuda, pero limpió el apartamento de la mujer, donde ambos se encontraban, en la urbanización Villa del Rey de Caguas.
Al día siguiente, Ocasio Santiago consiguió desbloquear el celular de Ruiz Costas y, según el único testigo que hubo en vista preliminar, desde ahí envió mensajes a una amiga de su expareja que buscaban levantar una historia de que la mujer estaba por Guavate con otro hombre y que había sufrido una caída. Las faltas de ortografía delataron a Ocasio Santiago ante los ojos de esa amiga. Al anochecer, casi 24 horas después del impacto que habría causado la muerte de Ruiz Costas, el hombre se llevó el cuerpo y un tanque de gasolina a un área de Guavate, donde depositó el cuerpo y lo prendió en fuego, aunque luego intentó apagarlo.
Al tercer día, después de dejar el cuerpo quemado, se bañó, afeitó y fue a su trabajo como supervisor de seguridad en el centro comercial Montehiedra, donde le sorprendió la noticia del hallazgo del cuerpo y se desesperó, según las fuentes, provocando que sus propios compañeros lo llevaran a la Policía. El agente investigador lo puso bajo arresto, en parte por la alegación que hizo sobre la cantidad de tiempo que tenían los golpes que mostraba en su cuerpo.
Uno de los testigos que el Ministerio Público anunció que presentarían en vista preliminar fue Héctor Luis Caraballo López, una expareja de Ruiz Costas con quien había tenido una relación de años y con quien estaba comunicándose durante su última noche con vida.
La familia de Ruiz Costas, por su parte, reaccionó al suicidio del hombre de 41 años el domingo en la noche, enfatizando que nunca mostró arrepentimiento y redoblando su compromiso de lograr cambios en el sistema de justicia ya que la mujer intentó en dos ocasiones que el tribunal la protegiera de su expareja, pero no lo consiguió.
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