La defensa trata de evitarlo por la pandemia del coronavirus.

La defensa de Salvatore Anello, el abuelo acusado de negligencia después de que dejara caer a su pequeña nieta desde la ventana de un crucero que atracó en un muelle de San Juan, no logró que el juicio pueda verse mediante videoconferencia, tras alegar que el acusado corre peligro al viajar a Puerto Rico por pertenecer al grupo de alto riesgo de contagio del coronavirus COVID-19.

En una vista realizada esta mañana en la sala 1001 del Tribunal de San Juan, ante la jueza Gisela Alfonso Fernández, el abogado José Pérez Ortiz alegó que “no es seguro que mi cliente venga a Puerto Rico, por tener dos condiciones que lo ponen en riesgo del COVID”.

Luego, solicitó que se le excusara al estar ausente.

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La jueza lo excusó, sin embargo, solicitó una fecha razonable para que comparezca a sala. La determinación de la togada provocó un intercambio en el que esta dijo que entendía el reclamo, pero expuso que era necesaria la presencia de Anello debido a la alegación de culpabilidad y la probatoria que vendría después de declararse culpable.

Alfonso Fernández explicó que para poder orientar bien al acusado de las implicaciones que conlleva una alegación de culpabilidad, debía tenerlo en persona. El abogado solicitó que fuera una fecha distante, en “varios meses”, pero la jueza entendió que era demasiado tiempo.

“No hay otra alternativa para el tribunal”, dijo la jueza. “Tiene que venir en 45 días. No puedo suspender este caso sujeto a la situación del coronavirus. Si no me da una fecha, el tribunal la va a señalar”, agregó.

A pesar de la inconformidad del abogado, la continuación del proceso judicial fue establecido para el 22 de septiembre a las 11:00 de la mañana.

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A su salida del tribunal, el licenciado se negó a hablar con la prensa y explicar cuáles son esas condiciones de salud que le impiden a Anello estar en sala.

En un momento dado en la corte, sin embargo, expuso que es diabético.

Anello renunció a su derecho de juicio por jurado, posteriormente, el inicio de la pandemia ha ido dilatando el proceso. Fue acusado por homicidio negligente luego de que expusiera a la menor de 1 año y 7 meses a una ventana del crucero Royal Caribbean y esta cayera al vacío, perdiendo su vida.

Anello, quien reside en Indiana, ha insistido en que él creía que la ventana estaba cerrada.

Durante el proceso legal, la familia de Anello ha demandado a la línea Royal Caribbean, alegando que no siguieron las medidas de seguridad de la industria al tener ventanas abiertas sin aviso de que pudieran estarlo.