Los hechos del caso se remontan al 30 de septiembre pasado, cuando Hilda Padilla, madrastra de la joven, fue baleada en su auto.

A pesar de que Keishla Pérez Biggio, una de las imputadas en el asesinato por encargo de la madre y empresaria Hilda Padilla Romero, mientras viajaba en su auto con sus dos hijas por Los Filtros, en Guaynabo, se reservó una alegación de culpabilidad o no culpabilidad durante la lectura de acusación, su abogado Carlos Beltrán, adelantó que hará una alegación de no culpable.

Durante la mañana de hoy, jueves, Pérez Biggio regresó al tribunal para una lectura de acusación, ante la jueza Nerisvel Durán Guzmán, en la sala 504 del Centro Judicial de Bayamón. En la audiencia, en la que también compareció el otro acusado, William Avilés González, su defensa expuso que se acogerían al término de 10 días para informar al tribunal cómo se declararía. Sin embargo, a su salida de la vista, Beltrán adelantó que sería una alegación de no culpabilidad.

“Son 10 días para alegar, y si no se hacen alegaciones, se anota una de no culpable, que es más o menos la misma situación. Pero, obviamente, la alegación de Keishla va a ser de no culpable”, dijo el abogado, quien comparte la defensa con el licenciado Marcelino Ruiz.

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Beltrán también señaló que van a revisar la lista de testigos para ver qué documentos van a solicitar en relación al descubrimiento de prueba.

La defensa de Avilés González, por su parte, también solicitó el término de los 10 días para responder, pero esta solicitud se hizo al momento de que el acusado quedara en libertad a finales del mes pasado, mediante un recurso de ‘habeas corpus’ solicitado en medio de la cuarentena decretada a causa de la crisis de salud provocada por el COVID-19. Este recurso establece que una persona no puede estar encarcelada por más de seis meses sin tener un juicio.

“El 26 de mayo el Tribunal ordenó su excarcelación para que continuara con los procedimientos estando bajo la supervisión bajo el programa de servicios con antelación a juicio. Obviamente, se pidió el término de los 10 días y, al no responder, el Tribunal anota una alegación de no culpable. Este juicio lo vamos a ver en sus méritos”, señaló el licenciado Edwin Castro, a cargo de la defensa de Avilés González.

Además, Castro detalló que se radicó una moción de desestimación en relación a las dos tentativas de asesinato de las dos menores de edad que iban en el auto el día de los hechos, ya que entiende es contraria a derecho.

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“Lo que se argumenta es que, dándole crédito al testimonio del asesino confeso, Luis González, no sabía que en ese vehículo iban dos menores. Él nunca tuvo la intención de disparar a ninguna menor, nunca fue contratado para disparar a ninguna menor, él no sabía que las menores estaban ahí y el delito de tentativa de asesinato según establecido por nuestro código penal y las jurisprudencia que lo interpretan es de intención específica. Si él no sabía que ellas estaban allí, no se puede cometer ningún delito. Y es dentro de ese contexto que la determinación que hubo de causa probable en esos dos delitos de tentativas de disparo a esas menores es contrario a derecho”, expuso Castro.

Las fiscales Jessica Correa González y Lisette Sánchez Vázquez no emitieron expresiones a su salida de la visita.

Después de escuchar las partes, la jueza señaló una nueva vista de estatus para el 30 de julio a las 10:00 de la mañana.

El pasado 30 de septiembre, Padilla Romero viajaba en su vehículo con sus dos hijas cuando un auto se le acercó y le dispararon. Al día siguiente, la Policía confirmó que ella era el blanco de los sicarios y la investigación siguió su marcha. Días más tarde, la investigación llevó a las autoridades hasta Luis González Martínez, quien fue arrestado en un motel de Caguas. El hombre se convirtió en testigo estrella y aseguró que había sido contratado por la Pérez Biggio para que cometiera el crimen por $1,500. El día de los hechos, habría estado acompañado por Avilés González.

Los cargos radicados contra Pérez Biggio y Avilés González implican dos tentativas de asesinato, un cargo por disparar de vehículo a vehículo y cuatro cargos distintos por utilizar un arma de fuego.