El continuo llanto de una madre que a duras penas narró las últimas horas de su hijo asesinado mientras ella dormía, la admisión de un informe de ADN como evidencia y la impugnación de un testigo son los acontecimientos importantes que se dieron en los primeros tres días de la vista preliminar en contra de Steven Sánchez Mártir, señalado como responsable de dar muerte a un paciente en el hospital HIMA.

Tras la postergación de la primera cita de Sánchez Mártir ante la justicia el pasado 28 de agosto, el confinado regresó el pasado 5 de septiembre a la sala 201 del Tribunal de Caguas para la vista preliminar en la que conocería si enfrentará juicio por asesinar a Pedro Marrero Díaz en la habitación 534 en hechos ocurridos el pasado 2 de agosto,

El primer día de vista, la jueza Ana Paulina Cruz Velez, la defensa del acusado y otros se dieron cita para observar a Milda Iris Díaz Díaz, primer testigo del Ministerio Público, recordar como su hijo había sido admitido en el hospital debido a una gastritis y posteriormente fue trasladado al cuarto privado en el que falleció, cuando ella se despertó luego de una 'explosión', según contó en su testimonio.

Díaz Díaz pensó que esa explosión había sido una que destrozó cristales en el techo teorizando que eso provocó un sangrado en el área de la mandíbula de su hijo. No obstante, al encontrar casquillos a su alrededor, ahí fue que vio que el sangrado de Marrero Díaz se debía a unos balazos. La madre no pudo precisar quien disparó ya que estaba dormida.

En sala, la femina describió al individuo que vio horas antes de los hechos como 'una persona como si fuera un deambulante, desaliñada. No estaba recortado, tenía barba de varios días, no se veía muy limpio, se veía como si fuese una persona deambulante o adicta'. Esta misma persona entró al cuarto, preguntó por doña Carmen y luego observó a Marrero Díaz.

Ya en lo último de su relato despues de identificar a su hijo en una foto mientras la sujetaba en su pecho y con tristeza, la fiscal Maribel Mojica le preguntó si había visto en sala ese día a la persona que describió anteriormente. Afirmativamente respondió y procedió a identificar a Sánchez Mártir como la persona que entró a la habitación 534 y observó en dos ocasiones previo a los hechos.

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El segundo día, celebrado el pasado 6 de septiembre, el banquillo de los testigos acogió a Gerardo Burgos Rosado, un retirado de la Marina y con experiencia en seguridad de hospitales, acompañaba a su padre durante la fatídica noche. Su primogenito había sido hospitalizado hace dos meses y medio.

Burgos Rosado y su padre habitaron el cuarto 531. En la noche del 2 de agosto a eso de las 8:20 p.m., el hombre de 63 años de edad, escuchó una ráfaga de disparos que sonaban identico al ruido de un 'chip hammer' y salió del cuarto. En la puerta de la habitación, a la derecha tenía el cuarto 534 y a su izquierda unas puertas de metales las cuales cruzó. Una vez llegó al pasillo que conectaba con la Unidad de Cuidado Intensivo, giró a la izquierda y al final observó a un 'individuo alejándose de donde yo estaba'.

Aproximadamente a unos 120 a 125 se encontraba el hombre, al que describió entre de 5'6' y 5'7', delgado, vistiendo sueter gris, pelo hasta el cuello negro y tez más oscura. Ubicado de espalda a Burgos Rosado, el individuo giró su rostro hacia su derecha miró al exmilitar y continuó su camino hacia las escaleras.

Con su conocimiento, Burgos Rosado le exhortó a enfermeros a difundir una clave a traves del sistema de altoparlantes y se fue tras los pasos del individuo. El hombre recordó haber bajado por las escaleras hasta el primer piso y se detuvo pues avistó un sueter gris. Luego de eso, continuó hasta el sótano llegando hasta la seguridad del hospital y preguntó si habían visto a alguien corriendo a lo que le contestaron que no.

Despues de la infructuosa búsqueda, Burgos Rosado regresó al quinto piso para acompañar a su padre y ofrecer descripciones del hombre a agentes de la Policía que se personificaron al lugar. En sala, señaló a Sánchez Mártir como la persona que vio en el pasillo del quinto piso.

Referente al pasado viernes 7 de septiembre, tercer día de vista preliminar, el Ministerio Público sentó a su quinto testigo. El agente, Xavier Estrada Benítez, quien participó del directo de Mojica, pero una vez regresaron del receso de almuerzo, Jane Hoffman Mouriño, abogada de defensa, indicó que el testigo no había sido incluido en un listado de 20 testigos que se le proveyó. El fiscal, Yamil Juarbe, solicitó el retiro del testimonio, pero Cruz Velez le otorgó varios días a la defensa para que se preparara y realice el contrainterrogatorio el próximo jueves 13 de septiembre.

Ese no fue el último de las confrontaciones que tuvo la fiscalía y la defensa. Juarbe, en horas de la tarde, pidió a la jueza la admisión como evidencia de un informe del Negociado de Ciencias Forenses en el que se determina material genetico de Sánchez Mártir en una colilla de cigarrillo ocupado justo cerca de la entrada del hospital. La magistrada lo admitió con el reparo de Hoffman, quien indicaba que la prueba no había surgido del testimonio de un perito, pero en esta etapa de los procesos no es necesario el testimonio de un experto.

Además de estos testigos, el agente Jorgedwin Rosario Rodríguez, de la Sección Tecnica de Grabaciones en la Comandancia de Humacao, ofreció su testimonio como tercer testigo. El oficial estuvo encargado de recoger el material de las cámaras de seguridad. El cuarto testigo fue el agente, Jose Miguel Torres Rivera, de la División de Drogas en San Juan, quien puso bajo arresto a Sánchez Mártir el pasado 6 de agosto en el residencial Rafael López Sicardó.

Ambas partes acordaron regresar al Hospital HIMA el próximo martes para observar los videos de hasta tres horas antes y despues de los que se extrajeron y fueron presentados en sala durante el pasado viernes.

La vista preliminar continuará hoy jueves con el contrainterrogatorio de Estrada Benítez. Está pautado para las 9:00 a.m.

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