El licenciado Edwin Prado, quien estuvo a cargo de las capitulaciones prenupciales de Áurea Vázquez Rijos y el empresario canadiense Adam Anhang, aseguró que la acusada de asesinato se le acercó para preguntarle si conocía a alguien que 'hiciera el trabajo' de matar a su esposo.

El dramático y revelador relato ocurrió en el primer día de juicio contra la acusada de haber mandado a matar por encargo a su millonario esposo en el año 2005, cuando salían de cenar y discutir los detalles de su divorcio.

Prado, primer testigo sentado ante el panel de jurado, comenzó ofreciendo detalles de cómo conoció a 'Auri', nombre que utiliza cada vez que la menciona. Relató que la vio por primera vez en un compartir en el año 2002 en un restaurante Chili's, en donde ella acompañaba al reguetonero William Landrón, conocido como Don Omar, y el promotor musical Pompi Vallejo.

Prado es muy conocido por ser asesor legal de muchos artistas urbanos y tener negocios en la industria del entretenimiento.

El segundo encuentro con la acusada, contó, ocurrió en el año 2003, durante una actividad de Mix 107 FM, en la que estaba la acusada y nuevamente se la presentaron, en esta ocasión, Iván Tapia. El mismo año, dijo, Áurea le solicitó trabajo y el la contrató para que realizara funciones como paralegal, trabajando con documentación de propiedad intelectual para un especial del Banco Popular de Puerto Rico en el que trabajaba, llamado '8 Puertas'.

Para ese entonces, ya había una relación más cercana y ella le llegó a comentar que quería sacar licencia como productora y mostró interes en traer a Puerto Rico al cantante colombiano Carlos Vives, algo que dijo, no se concretó.

Prado relató que poco despues, 'Auri' lo visitó y le solicitó que le trabajara un acuerdo prenupcial pues se casaría con un canadiense adinerado y el accedió a visitarlos a su casa de Ocean Park.

Allí, dijo, tuvo muy buena química con el extranjero, despues de que este conociera que el alma mater de Prado era la Universidad de Pensilvania.

El abogado relató que redactó un primer borrador del acuerdo prenupcial y que lo envió por correo electrónico a Anhang, pero al día siguiente, temprano en la mañana, la acusada lo llamó y le dijo que las capitulaciones tenían que estar ese mismo día. Tras una reunión relámpago, en las que llegaron a un acuerdo y el extranjero le dijo que si moría no le importaba dejar el tercio del usufructo, de acuerdo a las leyes de Puerto Rico, se firmó el documento. La pareja se casó al día siguiente.

Meses despues, Áurea le visitó y le dijo que un abogado, a quien no identificó, le había dicho que con esas capitulaciones ella salía mejor con el esposo muerto.

'Recorde el momento en que Adam me dijo que no le importaba dejar el tercio de la herencia. Le dije: 'Quizás sí estarías mejor, pero pense que estaba bromeando. Y me dijo: ¿Conoces a alguien que haga el trabajo? Le dije: ¿Estás loca? No conozco ese tipo de persona. Y ella me dijo: La gente que tú representas conoce ese tipo de gente'.

Luego, pasaron 'de dos a tres meses' y estando en un compromiso en Connecticut se enteró de la muerte del canadiense.

El abogado relató que la familia de Vázquez Rijos lo buscó para que la representara, sin embargo, sabiendo que podría ser testigo en algún momento se negó y los refirió al abogado Jorge Gordon.

En el turno de la defensa, el licenciado Francisco Adams intentó establecer que el socio de Anhang, Roberto Cacho, ejercía presión sobre Anhang para que se divorciara y que llegó hasta la oficina de Prado. Tambien le cuestionó a Prado el porque no había llamado a la Policía o al FBI tan pronto recibió el acercamiento de Vázquez Rijos, o, incluso, despues de conocer de su muerte.

'Como abogado criminal, me di cuenta de que iba a ser parte de la investigación',dijo. Luego declaró que en el año 2013, cuando vio que no era objetivo de la investigación, ofreció su declaración a la ex fiscal María Domínguez, dijo.

Los abogados Artemio Rivera y Fernando Zambrana, en representación de la acusada Marcia Vázquez Rijos, ni el licenciado Ovidio Zayas Perez, en representación del acusado Jose Ferrer no tuvieron preguntas para el testigo.

El juicio continúa mañana, viernes, a las 9:00 de la mañana en el Tribunal Federal del Viejo San Juan.