Fiscalía federal acusa a Verdejo y confirma que califica para pena de muerte
El relato de la agresión que culminó con la muerte de Keishla Rodríguez Ortiz comienza con el boxeador dándole un puño en la cara.
La Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico acusó esta noche al boxeador Félix “El Diamante” Verdejo Sánchez por el secuestro y muerte de su pareja extramarital, Keishla Rodríguez Ortiz, así como por la muerte de su hijo no nacido, y solicitó al Departamento de Justicia en Washington DC que le permita procurar la pena de muerte, si el acusado es encontrado culpable.
El fiscal federal Jonathan Gottfried sometió esta noche una denuncia con tres cargos: secuestro con muerte, carjacking con muerte y muerte de una persona no nacida. La denuncia es un mecanismo de acusación inicial al que le sigue una acusación de gran jurado, una vez el caso pueda ser presentado a ese grupo de ciudadanos. La solicitud de fiscalía fue arrestar al boxeador de inmediato.
Hoy se radicó también ante la magistrada Giselle López Soler una certificación de que los cargos de secuestro y carjacking conllevan la pena de muerte como castigo máximo pero, “a la hora de esta radicación, no se ha tomado decisión sobre si buscar o no buscar la pena de muerte”. La fiscalía de Puerto Rico tendría que hacer una solicitud a esos efectos al Departamento de Justicia central y allí se toma la decisión de si el caso prosigue o no como uno de pena de muerte. Ese castigo, que lo decide aplicar un jurado distinto al que encuentre culpable al acusado, nunca se ha aplicado en los casos que la fiscalía federal ha llevado en el distrito de Puerto Rico.
Para sustentar la denuncia, el agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Lorenzo E. Vilanova Pérez, sometió una declaración jurada que es la primera versión oficial que se tiene de los hechos que llevaron a la muerte de Rodríguez Ortiz. La declaración está basada en información provista por un testigo “con información personal, de primera mano”, que no es identificado, pero al que se le refiere como un varón.
Verdejo Sánchez habría contactado al testigo el martes pasado, 27 de abril, para que lo ayudara a “acabar con el embarazo de la víctima”, quien ya le había comunicado que estaba embarazada, basado en el resultado de una prueba. El jueves pasado, día de la desaparición de Rodríguez Ortiz, Verdejo Sánchez la habría llamado para encontrarse con ella cerca de la residencia de la joven. El púgil llegó al lugar con la guagua Dodge Durango negra que obtuvo como parte de un arreglo de auspicio de esa marca de vehículos y que la Policía luego incautaría el domingo en la madrugada.
Al llegar al lugar, la mujer se bajó de su Kia Forte, que luego fue hallado en Canóvanas, y entró en la guagua de su pareja, con quien había tenido relación sentimental desde la adolescencia, según la familia de la mujer.
Tras una discusión, “Verdejo (Sánchez) le pegó con un puño en la cara” y, junto al testigo, la inyectaron con drogas compradas en un punto en el residencial Luis Lloréns Torres. El boxeador y el testigo ataron los pies y manos de Rodríguez Ortiz con cable y le amarraron un bloque de cemento. Verdejo Sánchez, en su Dodge, y el testigo, en el Kia de la víctima, guiaron hasta el Puente Teodoro Moscoso.
Una vez en el puente, el cuerpo de Rodríguez Ortiz fue tirado de un lado del puente al agua. “Verdejo (Sánchez) le disparó a la víctima con una pistola desde el puente”, y luego el Kia fue abandonado.
Las cámaras del puente que captaron el movimiento de la guagua de Verdejo Sánchez denotan que el episodio allí duró entre 8:29 am y 9:31 am. Además, la Policía encontró un casquillo de bala en el lugar.
El viernes pasado, mientras el país estuvo atento por horas al hallazgo del Kia en un área de Canóvanas y a la citación que la Policía hizo al boxeador, el FBI obtuvo los récords de llamadas y localización tanto del celular de Rodríguez Ortiz como del de Verdejo Sánchez. El análisis de la data coloca a los celulares del boxeador y su pareja en el área del puente en la mañana del jueves. De la misma manera, ese tipo de récords también refleja llamadas y textos entre Verdejo Sánchez y el testigo entre el miércoles y el jueves.
A la hora de publicación de esta nota, no hay señalamiento de vista en el caso federal, pero es previsible que ocurra una vista tan pronto como mañana, lunes, para discutir los cargos y la posible fianza. Distinto a la jurisdicción de Puerto Rico, en la jurisdicción federal la fianza no es un derecho, por lo que los únicos dos elementos que podrían evitar que el boxeador se mantenga arrestado en espera de juicio es que se demuestre que no es un peligro a la comunidad y que no tiene riesgo de fugarse.
“Seguiremos trabajando para erradicar la violencia de género y ofrecemos nuestras condolencias más profundas a la familia de la víctima”, comentó el jefe de fiscales federales, W. Stephen Muldrow, ala vez que agradeció el trabajo de la Policía y de los fiscales del Departamento de Justicia de Puerto Rico.
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