El fin de Zokku's: cierra sus puertas definitivamente
Antes de detallarse una serie de operativos y multas en su contra, Zokku's Lounge & Restaurant, Inc., anunció se rindió ante la orden del tribunal a los fines de revocarles el permiso de uso del comercio localizado en Isla Verde, razón por la cual cerró sus puertas de manera definitiva.
El local fue protagonista de un tiroteo en la mañana del 6 de enero, Día de los Tres Reyes Magos, que culminó con la muerte de una persona y desató un operativo en el residencial Ernesto Ramos Antonini en búsqueda de los sospechosos del incidente violento. Aunque las autoridades contaban con ocho órdenes de arresto y tres de cateo, el resultado fue dos aprehensiones y alto un despliegue policíaco.
'Los directivos de la corporación determinaron que ese era el mejor curso de acción, obviamente ante la posición de los vecinos, las expresiones que se hicieron en sala y esa fue la decisión que se tomó por la corporación, allanarse a que se expidiera el 'injunction' provisional y el permanente tambien', señaló el abogado Joarick Padilla Aviles, quien representó a Zokku's y a su actual administrador, 'Reggie' Ortiz Rosado.
De esta manera, Zokku's --que operaba como barra y club nocturno contrario a su permiso de restaurante-- no volverá a abrir sus puertas y el letrero que identifica el lugar será removido en los próximos días.
En sala se reveló que Zokku's originalmente fue administrado por Jessie J. Ortiz Rosado, quien solicitó su permiso de uso en el 2007, pero por los pasados años el manejado estuvo a cargo de 'Reggie' bajo ROR Corporation. Según los abogados municipales, el primero reside fuera de Puerto Rico y había evitado ser emplazado, lo cual dilató el proceso legal en contra del local.
Reggie no se dio cita al Tribunal de Primera Instancia en Carolina por razones que no fueron especificadas en sala, no obstante, las partes involucradas se reunieron con la jueza Luisa Lebrón Burgos y abordaron los motivos.
Según el licenciado Padilla Aviles, los administradores no vislumbran continuar con la operación de un negocio de ese tipo en ningún municipio de la Isla.
'Ese negocio va a dejar de existir, en unos próximos días ustedes van a poder pasar por ahí y no van a ver ni siquiera el letrero. El negocio desde el día que ocurrieron los hechos que todos conocemos no ha vuelto a abrir. Definitivamente la corporación va a dejar de existir y no van a abrir ningún negocio más de ese tipo ni en Carolina ni en San Juan ni en ningún otro lugar', reiteró Padilla Aviles.
Además de los problemas de emplazamiento, salió a relucir que el verdadero dueño de la estructura que alberga a Zokku's es un tercer individuo que no fue identificado ni incluido en el pleito. Esto quiere decir que el espacio podría ser utilizado nuevamente para fines comerciales si así lo permite la Oficina Municipal de Permisos.
Ante preocupaciones de la jueza futuros negocios en la misma localización, el Municipio de Carolina aseguró que se seguiría una serie de requisitos a la hora de evaluar la solicitud de permisología.
Fuera de sala, el alcalde del ayuntamiento, Jose Carlos Aponte Dalmau, aseguró que no tendría problema con otro negocio, siempre y cuando sus servicios salvaguarden el balance comunitario. O sea, podría verse un restaurante, una floristería o hasta una clínica veterinaria.
'El problema no fue el permiso, el problema son los arrendatarios o las personas que tienen estos permisos, que usan el permiso de forma ilegal. O sea, esto era un permiso para un restaurante y ellos terminaron haciendo uso de una barra con música y convirtieron eso en una discoteca y obviamente eso trajo todos estos problemas', argumentó Aponte Dalmau.
Cadena de incumplimiento
En sala, la abogada del Municipio de Carolina Ayleen James Reyes enumeró la cantidad de operativos policíacos en el restaurante, ubicado en Isla Verde, que se tradujeron a múltiples multas administrativas que datan desde el 2011.
En las instancias relatadas por James Reyes, las infracciones municipales eran de $1,000 y siempre fueron pagadas por el administrador del local en dinero en efectivo.
En el 2011 se radicó la primera querella contra el local que alertaba sobre su uso indebido del permiso otorgado, ya que permiso de uso, según solicitado por Jessie, solo justificaba la operación de un restaurante con venta de bebidas alcohólicas al detal.
Entre las condiciones de operación se especificó que el comercio no podía hacer ruido excesivo y que dicha venta de alcohol debía ser vista como un complemento y no el atractivo principal del comercio, puesto que el negocio colindaba con un distrito residencial.
Sin embargo, en ese tiempo el negocio contaba con un disc jockey y música en altos volúmenes. En abril de 2012, se emitió una multa de $1,000 porque el negocio operaba como barra.
La multa fue impugnada por el entonces administrador del negocio, quien además pidió una nueva inspección al ayuntamiento para comprobar su nivel de cumplimiento.
'Fue un engaño al Municipio porque posteriormente volvieron a ponerlo', contó James Reyes, en alusión al equipo de música. Posteriormente, un tribunal denegó la reconsideración de la multa presentada por el administrador y rechazó su petición de convertir el espacio en una barra.
Las multas continuaron en el 2016, esta vez con 'Reggie' como administrador, tambien por $1,000 por las mismas razones. Luego, en enero de 2017, la Policía Municipal llevó a cabo un operativo en el lugar junto a la Oficina de Permisos. Otro operativo tuvo lugar un año despues, en el cual arrestaron al guardia de seguridad de Zokku's porque no contaba con permiso de portación de armas. En agosto se registró otra multa.
Igualmente, 108 residentes firmaron una carta quejándose de la música, las personas intoxicadas que se paseaban por el vecindario y que a esas horas de la madrugada procedían a sostener relaciones sexuales en sus vehículos.
En el tercer operativo en el lugar, se emitieron 141 boletos por violaciones de tránsito, referentes a vehículos interrumpiendo la acera.
El pasado 10 de enero, la Junta de Directores de Zokku's Lounge & Restaurant, Inc., determinó cerrar sus puertas de forma permanente, luego de la orden de cese y desista emitida por la Junta de Planificación.
En ese momento, el negocio anticipó que se acataría a cualquier remedio solicitado por el Municipio de Carolina. De la misma forma, en el mensaje compartido a traves de sus redes sociales, afirmó que a consecuencia de eso una cantidad indefinida de empleados fueron despedidos.