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Tribunales

Supremo pone fin a controversia por permisos de construcción en condominio Sol y Playa

Desestimó la demanda presentada por el Consejo de Titulares; deberán demoler lo construido y limpiar los escombros de la playa.

Las protestas por la construcción de un área recreativa en el condominio Sol y Playa en Rincón iniciaron en mayo del 2021.
Foto: Archivo/Juan R. Costa

El Tribunal Supremo de Puerto Rico desestimó ayer, lunes, la demanda incoada por el Consejo de Titulares del Condominio Sol y Playa contra la Junta de Planificación (JP) por haber revocado los permisos de construcción en el complejo de vivienda, en Rincón.

De esta forma, el Alto Foro puso fin a la disputa en el complejo de viviendas que provocó encontronazos entre ambientalistas y las autoridades por la construcción de un área recreativa frente a la Playa Los Almendros.

Tras la decisión, el Consejo de Titulares deberán demoler la verja que allí se construyó, recoger los escombros y dejar limpia el área de la playa.

En febrero de 2022, el juez Abid Quiñones Portalatín, del Tribunal de Aguadilla, atendió una demanda presentada por la JP para que se le revocara el permiso de construcción del área recreativa del condominio.

El juez declaró nulo los permisos y ordenó demoler la verja que allí se levantó y limpiar el área de la playa.

El Consejo de Titulares elevó el caso al Tribunal de Apelaciones, pero en mayo, ese foro validó la revocación de permisos.

El caso, entonces, llegó al Supremo, que finalmente desestimó la demanda de los condómines.

“Examinadas la Moción de auxilio de jurisdicción al amparo de la Regla 28 del Reglamento del Tribunal Supremo de Puerto Rico y el Certiorari presentadas en el caso de epígrafe, se provee no ha lugar a ambas”, determinó escuetamente el Supremo, con fecha del 6 de junio.

Mientras, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) anunció hoy que acogió el informe de un oficial examinador y también declaró nula la certificación de deslinde de la zona marítimo terrestre que había sido concedida al complejo de viviendas en noviembre 2020.

El Condominio Sol y Playa fue escenario de fuertes protestas de grupos de ambientalistas y ciudadanos que reclamaban que la construcción del área recreativa del complejo -que incluía piscina y gazebos y que fue destruida durante el paso del huracán María- se desarrollaba sobre la playa pública y por ser área de anidaje de tortugas.

Varios manifestantes, incluso, detuvieron en más de una ocasión las construcciones que allí se llevaban a cabo y protagonizaron encontronazos con la Policía.

Un campamento permanente se levantó en la playa, el cual estuvo activo por varios meses, hasta la determinación del tribunal de paralizar las obras.