Acusarán a dos colombianos por la práctica ilegal de la odontología
Fueron identificados como Johan Eduardo Posse Torres, de 43 años y Santiago Andrés García Briñas, de 27 años, con oficina en Mayagüez.
El Departamento de Justicia, a través de su División de Delitos Económicos, presentará cargos hoy contra dos individuos, de nacionalidad colombiana, que presuntamente se dedicaban a la práctica ilegal de la medicina dental en Puerto Rico.
Johan Eduardo Posse Torres, de 43 años y Santiago Andrés García Briñas, de 27 años, fueron arrestados hoy en un establecimiento identificado como Colombia Smile Design, durante un allanamiento coordinado entre el Negociado de la Policía y el Departamento de Justicia, que también contó con la participación de la Administración Federal de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y el Colegio de Cirujanos Dentistas de Puerto Rico.
En el allanamiento se ocuparon medicamentos controlados y equipos administrados por empleados que no están autorizados legalmente para ejercer la práctica de la medicina dental en Puerto Rico.
El caso está a cargo de las fiscales Jhanny Rodríguez y Rosa Molina, de la División de Delitos Económicos del Departamento de Justicia, que es dirigida por la fiscal María Teresa Carro.
Según la investigación, los individuos coordinaban las citas a través de plataformas digitales, lo que les permitía operar en el clandestinaje para ofrecer sus servicios de carillas dentales, conocidos en el mercado como rediseño de sonrisa o “Perridientes”. Estos practicaban la medicina dental ilegal desde un local comercial sin ningún tipo de permisos ni protocolos de salubridad.
El presidente del Colegio de Cirujanos Dentistas, el doctor Miguel Alvarado, explicó que la práctica de medicina dental, por parte de personas sin adiestramiento ni certificación para operar a nivel local, poner riesgo de la salud de los pacientes.
“Este tipo de tratamiento no es un asunto meramente estético e inofensivo. Esto conlleva la aplicación de medicamentos controlados, el desgaste de los dientes naturales, que es irreversible, la manipulación de tejidos de la boca, entre otros procesos, que en manos de personas que operan ilegalmente, no tienen ningún tipo de garantía de salubridad. Una persona que llega con la ilusión de mejorar su dentadura, puede terminar en un hospital o con un trabajo y reversible e irreparable, que complique o perjudique su condición original. Por todo ello, es importante que los pacientes se aseguren de no dejarse tratar su boca, por nadie que no sea un dentista certificado para practicar en Puerto Rico, quien está obligado a seguir estándares en extremo rigurosos, y su práctica es fiscalizada por el Colegio de Cirujanos Dentistas y la Junta Dental Examinadora”, dijo.