Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Tribunales

Pide justicia por alegada negligencia médica durante su parto

Los hechos ocurrieron en el Hospital San Lucas de Ponce en medio de la pandemia en el 2020.

Archivo/ EFE EmbarazoArchivo/ EFE
Foto: Archivo/ EFE

La joven madre puertorriqueña Priscilla Seda-Rodríguez se fue de la Isla entre lágrimas luego de pasar un parto traumático, a causa de una presunta negligencia médica en medio de su parto, causándole traumas a su bebé de por vida.

Los nueve meses de embarazo, según Seda Rodríguez, fueron saludables y en los resultados médicos del bebé se proyectaba que venía lleno de salud. Sin embargo, su vida cambió por completo el 20 de diciembre de 2020 cuando dio a luz a su hijo luego de 48 horas en labor de parto.

"El embarazo estuvo bien, en realidad lo difícil fue el parto. Yo me fui en parto y se extendió demás. Yo diría que fueron demasiadas horas. Las enfermeras no me escucharon en ningún momento. Cuando yo llegué todo estaba normal. Las primeras 24 horas estaba manteniendo la calma pero luego veía que no pasaba nada conmigo y empecé a preguntar si podían hacerme una cesárea porque nunca había escuchado de un parto tan largo como el mío. Ya yo estaba agotada física y mentalmente", contó Seda- Rodríguez a NotiCel.

Historia relacionada: PIP hace llamado a la legislatura para que actúe sobre la violencia obstétrica

El 18 de diciembre fue admitida al hospital a las 6:38 a.m. y dio a luz el 20 de diciembre a las 7:08 a.m.

"Yo llegué con contracciones cada cuatro minutos estando en cuatro centímetros. Ya tenía 40 semanas y cinco días y me habían dicho que me había pasado de la fecha límite. No sé si fue el proceso de pandemia, pero sentí que no me estaban escuchando y fue horrible", argumentó.

Desde el 7 de mayo de 2020, cuando apenas tenía un mes de embarazo, hasta diciembre de 2020 recibió atención prenatal del ginecólogo/obstetra, Dr. Roberto Burgos-Rodríguez en Southern Obstetrics & Gynecologic Center, P.S.C. en Ponce.

Historia relacionada: La atención a la salud materna empeoró después de María

En su última visita prenatal, el 11 de diciembre , se le realizó un examen pélvico, y se le informó que se esperaba que su bebé naciera el 15 de diciembre.

También se le indicó que su hijo sería un bebé sano.

"Yo le reclamaba a las enfermeras. pero obviamente las decisiones las tomaba él (refiriéndose al ginecólogo obstetra). Ellas preguntaban y le decían pero no sé si era por miedo o por qué, no tenían respuesta de su parte", sostuvo.

Fue víctima de violencia obstétrica según Seda Rodríguez, a manos de Burgos Rodriguez y las enfermeras del hospital pues, entre otras cosas, ignoraron las constantes alarmas del monitor fetal del bebé y otras señales de alerta que indicaban que una cesárea era médicamente urgente y necesaria.

Paul Rodríguez, abogada de Seda Rodríguez, indicó que durante más de ocho horas se ignoró el reclamo de su cliente de que se le hiciera una cesárea. En cambio, tuvo un parto por extracción de vacío en violación, según el abogado, del estándar de atención aplicable y las mejores prácticas médicas, así como de los derechos y el bienestar de la mujer.

La National Library of Medicine explica que durante un parto por extracción al vacío( Vaccum), el médico o la enfermera obstetra utilizan una ventosa para ayudar a mover al bebé al canal de parto. La ventosa del extractor de vacío utiliza una copa plástica que se coloca en la cabeza del bebé por succión. El médico o la enfermera obstetra utilizan un mango en la copa para mover al bebé a la superficie.

"El me dijo directamente que no a la cesárea y que si yo la quería no me iba atender. Esas fueron sus palabras. Yo estaba asustada porque las correas sonaban cada vez que tenía una contracción, le baja la oxigenación y los latidos. Yo sabía que algo estaba mal. Al momento del parto tuvieron que reanimar al infante", indicó Rodríguez Seda.

Su pequeño sufrió una lesión cerebral anóxica (cuando se interrumpe el suministro de oxígeno en el cerebro), parálisis cerebral, microcefalia, síndrome de Horne (cuando hay una interrupción en una vía nerviosa desde el cerebro hasta la cabeza y el cuello), retraso en el desarrollo social y emocional, atrofia óptica, miopía de ambos ojos, dificultades en la alimentación, entre otros.

Actualmente es diagnosticado principalmente con Espectro Autista.

"Es causado por el daño cerebral. No es autismo genético porque ya se le realizaron todas las pruebas", opinó la madre.

Las causas y daños al infante fueron certificadas por médicos especialistas.

"Mi hijo venía sano y una de las enfermeras se acercó hacia donde mi y me dijo que ellas estaban asustadas, que esto no había pasado nunca y que ellas vieron lo que pasó", sostuvo.

Priscilla se mudó al estado de Oklahoma luego de varios intentos en la Isla de buscar tratamientos y terapias a su primer y único hijo.

"Lo más difícil es cuando estaba en Puerto Rico y no habían doctores. No habían citas en plena pandemia. Se me empezó a complicar mucho. Por eso nos fuimos a Carolina del Sur, luego Massachusetts viviendo en un shelter (albergue) para llevarlo a todos los especialistas. Pasé por demasiado de verdad", contó.

Demanda a Roberto Burgos-Rodríguez

La representación de Seda Rodríguez y su hijo son los abogados Paul Rodríguez y David Efron, quienes presentaron una demanda por daños causados al menor y a su madre por la presunta mala práctica médica del Centro Médico Episcopal San Lucas Ponce, Inc. – Hospital San Lucas de Ponce, el Southern Obstetrics & Gynecologic Center, P.S.C.

La demandante exige una cantidad de $30 millones que incluiría los daños especiales, compensatorios y punitivos, costos y honorarios de abogados, entre todas las demás compensaciones aplicables.

Entretanto, la parte legal del demandado respondió al recursos legal argumentando que no tienen responsabilidad sobre las consecuencias causadas.

La representación legal del médico, encabezada por José González Villamil, no contestó llamadas de NotiCel. Sin embargo, este medio digital tuvo acceso a la respuesta a la demanda presentada en el Tribunal Federal.

El caso es atendido por la jueza Aida Delgado.

"El tratamiento brindado por el el acusado cumplió con todos los requisitos médicos aplicables estándares. Los daños y perjuicios reclamados por los demandantes, de ser ciertos, que son negadas, son excesivas y no guardan proporción con los hechos alegado en la denuncia", reza la contestación a la demanda.

"En todo momento, el compareciente (Dr. Burgos) ha ejercido la debida diligencia y cuidado en la atención médica y tratamiento proporcionado y no incurrió en negligencia alguna como se alega en la denuncia y los daños alegados en la demanda, de ser probados, fueron causados ​​por negligencia propia del demandante y/o por la de otros individuos o instituciones que no estaban bajo el control de el demandado compareciente", detalla el documento.

"Por el cual, el compareciente no puede ser considerado responsable. Si los demandantes tienen una causa de acción, que es denegada, solo sería recurrible contra otros terceros y/o demandados respecto de los cuales no se admite responsabilidad", se destaca.

La representación legal también respondió a la cantidad solicitada por los daños al sostener que Ley 136 de Centros Médicos Académicos Regionales, se ha definido un límite de responsabilidad que no puede exceder la cantidad de $150,000 entre todas las partes cubiertas por la inmunidad.

Hasta el momento, se desconoce si el doctor Burgos Rodríguez ha tenido casos similares.

"Que sepamos este doctor no ha tenido casos anteriores. El proceso de descubrimiento de prueba acaba de empezar y ahora se solicita ese tipo de información", mencionó el licenciado Paul Rodríguez.

"El doctor fue crasamente negligente. A Rodríguez Seda había que hacerle una cesárea mucho antes no solo porque lo estaba pidiendo sino porque estaban las señales físicas de hacerle una cesárea. La carta de derecho del paciente en Puerto Rico, otorga a todos los pacientes el derecho a escoger cual es su preferencia médica en cuanto a tratamiento y en contexto de un parto, la madre tiene el derecho de decidir si quiere que le haga una cesárea o no", explicó Rodríguez.

"Además tiene derecho a que le informen sobre el proceso para tener un consentimiento informado. En el caso de Priscilla, el uso del vacum requería que le explicaran los posibles efectos o consecuencias a su hijo y nunca se le pidieron autorización al respecto", sostuvo el licenciado.

El proceso de demanda está actualmente corriendo y Priscilla se mostró afectada emocionalmente ante el suceso.

"Estoy todavía asustada, no tengo todavía certeza de mi hijo pero los cambios me han afectado emocionalmente. Esto es para el resto de la vida y me quiero enfocar en él. Mi hijo necesita 40 horas semanales de terapia y necesita ir a muchos especialistas para realizarle estudios todavía. Estoy preocupada por el futuro de mi hijo", concluyó Rodríguez Seda.

Periodista con más de ocho años de experiencia en los medios de comunicación de Puerto Rico, enfocada en los temas legislativos y políticos.