El Tribunal de Apelaciones denegó al convicto Pablo Casellas Toro su petición de un nuevo juicio por considerar insuficiente su petición para menoscabar la confianza del veredicto en su contra.

El argumento de la defensa de Casellas se centró en que 'se violó su derecho a un debido proceso de ley y juicio justo, porque el Ministerio Público había ocultado o suprimido evidencia exculpatoria que pudo haber servido para impugnar el testimonio de uno de los testigos'

De acuerdo a los abogados, el acuerdo de inmunidad que se le otorgó al testigo Joselito Rivera Seda, quien vendió el arma que dio muerte a Carmen Paredes en el hogar de la pareja.

A Rivera Seda se le ofreció un acuerdo de inmunidad que se le hizo público a la defensa aunque no por completo, según los representantes legales de Casellas. En dicho acuerdo con la fiscalía, se acordó archivársele un cargo criminal a Rivera Seda en Puerto Rico, pero dos años después la defensa advino que el hombre también transó un acuerdo para que se le archivara un caso en su contra en el estado de Nueva Jersey.

No obstante, para el Tribunal de Apelaciones la moción no justificaba un nuevo juicio pues no menoscababa la versión de los hechos de los otros dos testigos que vincularon a Casellas con el arma.

'Para que el peticionario prevaleciera en su solicitud de un nuevo juicio no bastaba con que alegara que prueba nueva suprimida le podía ser favorable. Tenía que demostrar que era material en cuanto a su culpabilidad o la condena que se le impuso… El peticionario tenía que convencernos de que la alegada ‘prueba favorable suprimida' arrojaba una luz diferente en el juicio, al extremo de socavar la confianza en el veredicto de culpabilidad que recayó en su contra. Eso no sucedio', sentenció el Tribunal denegando la moción.

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