Lo que dice el protocolo de Policía sobre personas transgénero
A raíz del asesinato de Alexa, la mujer transgénero que fue asesinada en Toa Baja luego de que un ciudadano la acusara sin pruebas de haber entrado a un baño a espiar mujeres con un espejo, se han levantado muchos cuestionamientos relacionados con el manejo de este caso por parte de las autoridades.
Uno de los reclamos vino de parte del activista Pedro Julio Serrano, quien, junto a portavoces de otras organizaciones pro derechos humanos, exigió que se investigue el ángulo de crimen de odio y que la Policía de Puerto Rico divulgue el resultado de la investigación llevada a cabo el domingo tras la intervención a Alexa en el restaurante de comida rápida donde se reportaron los hechos. Se solicitó, además, que se realizara una investigación administrativa en torno a la manera en que se condujo dicha intervención policíaca, y si se siguieron los protocolos establecidos al trabajar con personas trans, y personas que padecen condiciones de salud mental.
El colectivo se refiere al protocolo de interacción con personas transgénero y transexual que forma parte de la reforma de la Policía de Puerto Rico, y que se detalla en la página digital de la agencia. Según se especifica en el portal, la orden general tiene como propósito “establecer la política pública y procedimientos operativos y administrativos para los empleados del Negociado de la Policía de Puerto Rico en su interacción con personas transgéneros o transexuales. Con el fin de proveer seguridad, respeto y dignidad a esta comunidad”.
Fuera de la intervención que agentes de la Policía hicieron a Alexa en el restaurante, es poco lo que se conoce sobre cómo se llevó a cabo la intervención, más allá de la versión que dicta que los agentes la dejaron ir sin investigar lo suficiente o proveer la asistencia necesaria a las partes involucradas, según denunció molesto el ciudadano que colgó la publicación en Facebook. En la opinión pública, son muchos quienes han adjudicado el asesinato de Alexa a la manera hostil en que los sucesos se describieron -- sin evidencia alguna -- en las redes sociales. De hecho, no se presentaron cargos contra Alexa tras la intervención.
“Las redes sociales fueron un instrumento de odio este fin de semana. Es hora de que el país se ponga de pie y sea un instrumento para la equidad, la vida y la paz de las personas trans”, fue el mensaje contundente enviado por el Comité Amplio para la Búsqueda de Equidad (CABE), tras el asesinato de Alexa.
Parte del protocolo que debe seguir la Policía establece que “los empleados del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR) tratarán a todas las personas trans de manera respetuosa y apropiada, de acuerdo con la identidad de género y/o expresión de género de la persona”. De acuerdo con la orden general, si el agente “no está claro el género con el que la persona se identifica y la persona no lo solicita, el empleado del NPPR le preguntará de forma cortés y discreta cuál es su nombre legal y cómo prefiere ser llamada. Es decir, el pronombre (“él o ella”) y por cual nombre le gustaría ser llamada”.
También se establece que, en caso de detención se les debe permitir usar el servicio sanitario de acuerdo a la identidad y/o expresión de género al momento de la detención o arresto. Sin embargo, si la persona teme por su seguridad al usar el servicio sanitario, podrá utilizar el servicio sanitario en el que se sienta más segura.
Este, de hecho, ha sido uno de los temas que ha generado mayor controversia tras el asesinato de Alexa, ya que, al momento de los hechos, ella utilizaba el baño que consideraba compatible con su identidad, pero fue catalogada por autoridades como un “hombre vestido de mujer en un baño de mujeres”.
“Este país que el domingo persiguió y acosó a Alexa desde las redes sociales hasta provocar que la asesinaran, deben reflexionar sobre el significado del amor al prójimo y lo que significa tener compasión y empatía. No podemos dejar que los discursos de odio nos obliguen a perder nuestra humanidad y nuestro sentido común en tiempos en los que la violencia nos acosa. La equidad no hace daño”, dijo el activista Pedro Julio Serrano.
Según el protocolo, todo cateo o registro se realizará conforme a lo establecido en la Orden General Capitulo 600 Sección 612, Titulada “Autoridad para llevar a cabo Registros y Allanamientos. “No podrán, bajo ninguna circunstancia, catear a una persona con el fin de determinar el sexo biológico o genitales de la misma”, se establece. “En la medida que sea posible, y la seguridad y circunstancia lo permitan, si la persona Trans prefiere ser cateada por un policía hombre o una policía mujer, el MNPPR buscará un MNPPR del sexo preferido. Si no hay ningún MNPPR de ese sexo presente, seguirá los pasos según establece la Orden General”, añade. Nunca se determinó, y no se sabe si se podrá determinar, si se siguió este proceso en el caso de Alexa.
Aparte de una vida que, a todas luces, fue segada por la desinformación y la intolerancia que se propagó velozmente en las redes sociales, una cosa queda clara: las autoridades tienen un largo camino por recorrer en lo que respecta al estudio y reconocimiento de los derechos humanos y civiles de los ciudadanos; independientemente de su identidad.