Jasond Calderón: de ingeniero de planta nuclear a hacer reír hasta con sus manos
El comediante y actor habló su preocupación por la educación y la dirección que lleva Puerto Rico, que le ha hecho pensar incluso en irse de la isla.
Jasond Omar Calderón Vargas es un ingeniero mecánico de formación que llegó a trabajar en una planta nuclear en Missouri. Se crió amando las ciencias y las matemáticas en un hogar donde resultaban muy natural. Su padre es cardiólogo y su madre es tecnóloga médica. El rigor académico, que balanceaba con su naturaleza inquieta- rayando en lo incordio- lo logró porque no tenía alternativa y era imposible escapar la disciplina del hogar.
Rafael, su padre, dominicano, llegó a la isla siendo ya médico y vivió en Santurce unos años. Pasó los boards para ejercer en Puerto Rico, y se especializó en cardiología. Era el estricto del hogar al que se sumaba su esposa y tres hijos, siendo Jasond el mayor. Es el responsable su nombre, incluso. J-a-s-o-n son los últimos cinco meses del año. Y el papá, para terminar, le agregó la D de diciembre y así surgió Jasond.
En el Colegio Lasalle, donde estudió, hizo de todo. Era el tipo de estudiante que tenía buenas notas y a la vez estaba en cuanto club de actividad extracurricular que existía. Coro, fotografía, voleibol, baloncesto, pista y campo, ciencias. En todo como el arroz blanco. Y en esa época comenzó su interés por el arte cuando en actividades escolares de talento hacía parodias, exactamente lo que es hoy buena parte de su sustento económico.
Estudió Ingeniería Mecánica porque le encantaba inventar. Comenzó en el Colegio de Mayagüez pero nuevamente el arte se interpuso y provocó una pausa para participar en una competencia de talentos que junto a cuatro más, incluyendo su hermano, ganó. De ahí nació Jyve 5, en un período en que los productores tuvieron que viajar a la isla para pedirle permiso a sus padres. Jasond sabía que sin eso, no iba para ningún lado. Poner la educación en suspenso era algo que sus padres no aceptarían. Pero luego de negociarlo, le dieron permiso para que viviera su aventura, con el compromiso de que en dos años regresaría a terminar de estudiar. Y Jasond cumplió su palabra. Se graduó y trabajó como ingeniero mecánico en una compañía de instrumentos de endoscopía y laparoscopía, aquí en Puerto Rico, y luego haciendo investigaciones en una planta nuclear en Missouri. Esta última experiencia le gustó.
Pero, comenzó a la vez a hacer anuncios de radio. Y científico y calculador al fin, notó que su hora tenía más valor como locutor que como ingeniero. Y ahí cambió todo hasta el sol de hoy.
Comenzó haciendo locución pero su curiosidad lo llevó a poder manejar casi todas las etapas para llegar a un producto final- grabar, mezclar, todo. Llegó a la radio comenzando en La X con Red Shadow, Deddie Romero, Sonya Cortés, Bebo Adames, Glerys. Luego estuvo en Los HP con Danilo Beauchamp y Alejandro Gil, y ahora está con Molusco y Los Reyes de la Punta. También con Francis Rosa en Teleonce.
Admite que ha trabajado con todos los locos de la radio y la televisión. “A todos les falta una tuerca”, dijo.
No le gusta madrugar. “Lee” por audiobooks. Hace crossfit. Está casado y tiene dos hijas, Kiana, de 13 años y Aiona, de 8, a quienes describe como confetti y escarcha. Ambas tienen apariciones esporádicas en sus parodias y lo hace a propósito. Busca que estén firme en su preparación académica pero que exploren más allá del currículo escolar, seguramente pensando que como él, pueden encontrar su verdadera pasión fuera de ello, pero con una base necesaria para el éxito.
Cómo nació su parodia de las manos
La pandemia, como a todos, le cambió la vida. Pero en su caso, un juego de mesa que pidió para combatir el aburrimiento, se convirtió en un palo en su carrera. Un buen día mandó a buscar un Handemonium. El juego viene con dos pares de manitas. Y nunca usó el juego porque se envició creando parodias con las dichosas manos. Y no ha parado.
Lamenta que, como resultado de la pandemia, se haya paralizado el proyecto In the Heights, que habría regresado a escena este año. Pero en agosto estrena una película que filmó aquí, Foodtruckeros.
Sus preocupaciones de ciudadano
Detrás de ese bromista, hay un hombre de 43 años bien preocupado por la dirección que lleva el país, una dirección que, según dijo, lo ha llevado a pensar en explorar oportunidades fuera de Puerto Rico, donde ve tantos obstáculos para todo. No necesariamente en Estados Unidos, sino Latinoamérica o Europa.
Lo ha pensado, además, porque a pesar de que personalmente le va bien, vive de su vocación y se da sus gustos, le obsesiona el tema de la educación y teniendo dos hijas, ello adquiere mayor importancia. Señala la educación como una de las grandes fallas de nuestro sistema como país y si pudiera sentarse a hablar con algún dirigente político, ese sería el tema que escogería para abogar por un cambio verdadero.
Pero no es solo el gobierno, le preocupa la dejadez de muchos ciudadanos, la poca importancia que le dan a aprender y que la carga de ese desinterés, la terminen pagando los que se fajan día a día por echar pa’lante.
Conversar con él es un chiste, como lo hizo con El Push de la Mañana, edición estelar, un martes “a las 10 de la madrugada”. Pero la verdad de este comediante con grandes ganar de inventar, es que tiene un lado sensible bastante agudo. Lo intenta ocultar y se hace el desentendido cuando se le pregunta qué le conmueve, hasta que acepta que se le salen las lágrimas de vez en cuando viendo películas, hasta fresitas.
Jasond es un ejemplo de que los sueños se encuentran y pueden llevarte a vivir de ellos, pero que la educación no se deja de lado porque siempre es mejor aprender.
Vea la entrevista aquí en El Push de la Mañana, edición estelar: