Aunque la única ingresada a prisión es la madre, el padre no se zafa de una investigación a la Ley de Maltrato de Menores

El cuadro familiar de la niña abandonada en Barrio Obrero y que mantiene a la ciudadanía debatiéndose entre culpables, es más complicado de lo que luce a simple vista.

NotiCel acudió a múltiples fuentes hoy, en el entorno tanto de la madre, Elianni Bello Gelabert, de 22 años, residente del Barrio San Agustín en San Juan, como del padre biológico, Yon Arias Lugo, de 42 años- residente en Barrio Obrero, para indagar sobre las circunstancias de este caso.

Según vecinos de la madre, ésta tiene al menos cuatro querellas ante la Policía de Puerto Rico, entre los meses de enero y marzo, por maltrato y negligencia, que fueron referidas a la División de Delitos Sexuales y Maltrato a Menores. La Policía, alegadamente, hizo los referidos pertinentes al Departamento de la Familia.

No obstante, la jefa de la Administración de Familias y Niños, Glenda Gerena Ríos, dijo en entrevista con NotiCel que los acontecimientos se dividen en acusaciones de parte y parte y no necesariamente conforman cuatro querellas. Mamá se quejó contra papá y papá se quejó contra mamá. Por lo tanto, padre y madre son investigados a la luz de la Ley 246 de Maltrato de Menores y no se descartan acusaciones contra ninguno. La querella inicial fue de los vecinos.

"Una de las querellas es el 20 de marzo de 2022. Son dos querellas. Mamá no quiere asumir responsabilidad y papá no quiere asumir responsabilidad", dijo la funcionaria para ejemplarizar el caso.

"Una menor vulnerable va por encima de cualquier cosa", dijo Gerena Ríos, por lo cual ambos están siendo investigados.

Bello Gelabert tenía una trabajadora social asignada a sus querellas, la que contactó previo a dejarla en un asiento protector para infantes, frente a la residencia del padre, de acuerdo a fuentes, tras lo que también contactó a la Policía. Además, se habría comunicado con el Centro de la Mujer Dominicana de San Juan, debido a que tiene estatus migratorio ilegal. El padre, también de origen dominicano, tiene estatus legal en la isla.

Aunque varias fuentes atribuyen estas querellas a posibles problemas vecinales con la joven madre, el récord gubernamental refleja que el padre de la niña mantenía una orden de protección contra la madre de la infante, por asuntos de violencia doméstica, la que estuvo vigente hasta el pasado 30 de marzo de 2022.

Según vecinos de la joven madre, era conocida la relación con el padre a pesar de éste de ser casado.

El Departamento de la Familia mantiene la custodia de la infante. Filosóficamente no descartan el concepto de reunificación familiar.