Todos estamos de acuerdo que la Autoridad de Energía Eléctrica no brinda un servicio de calidad y que sus tarifas son de las más altas en el mundo. Las averías, servicio al cliente inexistente, y el misterioso ajuste por combustible que asalta el bolsillo del pueblo, son parte de las desgracias de nuestro diario vivir. Ahora, esa misma agencia de gobierno desea ser el proveedor de servicio de Internet en Puerto Rico. En vez de enfocar esfuerzos en mejorar su servicio al pueblo y en invertir para mejorar su planta externa deteriorada, La AEE desea incursionar en el mercado de las telecomunicaciones. No nos preocupa la competencia porque es el ambiente natural en el mercado de telecomunicaciones; pero, si objetamos que la AEE siga gastando millones de dólares que podría muy bien usar para mejorar su infraestructura y servicio de energía eléctrica o bajar los costos al consumidor, incluyendo a individuos y empresas, prefiriendo lanzar una competencia desleal en contra de una industria exitosa.

Algunos ' 'bloggeros' a sueldo han salido en la defensa de esta aventura por la AEE. No dan explicación de por qué la AEE ha mantenido artificialmente alto los precios del Internet, los costos de fibra óptica y otros servicios relacionados, y por qué ahora dicen que pueden hacer algo para ayudar al consumidor que en quince años antes teniendo la oportunidad decidieron no hacerlo. Aprovechamos este medio para así hacerlo. Este gran elefante blanco del Internet del Gobierno no es otra cosa que la misma AEE, que fue a escondidas al Estado de Delaware y creó varias subsidiarias con caretas para disfrazarse; Prepa Holdings, Prepa Net, y OnNet. Todas son la misma cosa: la AEE. Por 15 años han controlado uno de los dos puntos de entrada de cables submarinos que permiten conexión de Internet a la Isla, y pusieron fibra óptica por los postes de alta tensión con los mismos empleados y camiones que se suponía arreglaran tus averías cuando te quedabas sin luz. La conexión a esas líneas la cobraban tan cara, que a las compañías privadas les salía más barato instalar sus propias líneas que usar las de la Autoridad. El ingreso de esas conexiones tampoco se usó para bajar el costo de la luz porque la Autoridad los dividió entre sus distintas subsidiarias disfrazadas para que pareciera que tenían ingresos propios. Los únicos beneficiados han sido los que dirigen ese embeleco de la AEE; no ha sido beneficiado el consumidor de la AEE.

La realidad es que la única responsable de haber mantenido los altos costo del internet por los pasados 15 años es la AEE. Y del famoso ajuste de combustible que estrangula al país han malgastado más de $100 millones en esta aventura disfrazada, donde sólo han recibido de vuelta $4 millones por su 'inversión'. La AEE le cedió de gratis a sus subsidiarias el cargo por uso de postes y la Autoridad ahora no recibe NADA de lo que recibía antes directamente. Así quiebra cualquier empresa, pero no la AEE, porque ese déficit al final de cuentas lo está pagando el pueblo de Puerto Rico.

El alto costo del internet cambió hace 3 años cuando Columbus Networks y Claro terminaron de instalar más cables submarinos, y la Autoridad de Energía Eléctrica se vio obligada a bajar los precios; aun así son más caros. Hoy los costos del puerto de acceso al Internet son una tercera parte de lo que eran hace 5 años, no gracias a la AEE! Eso ha permitido el desarrollo de pequeñas empresas nativas como las nuestras que llevamos el servicio de Internet a toda la Isla, inclusive a áreas que los demás no llegan y que la misma AEE prefiere no servir para concentrarse en negocios a sobreprecio con el gobierno.

Ahora que la AEE ha visto como con tesón y esfuerzo hemos elevado la chiringa, han decidido entrar a 'competir' con ventajas y privilegios que no son permitidos en un mercado donde verdaderamente existe libre competencia. Para enamorar y engañar a nuestro pueblo, hablan en generalidades, y prometen precios más bajos y un supuesto mejor servicio. Lo que no dicen es que el supuesto precio bajo es un espejismo, porque la diferencia real la seguiremos pagando todos en nuestra factura de la luz. Tampoco dicen que no tienen la infraestructura para servirte y que tendrán que construirla con el dinero que te seguirán cobrando de más en el ajuste por combustible. Prometen mayor velocidad de Internet, pero la experiencia de una vida nos ha enseñado que la velocidad que tiene la Autoridad de Energía Eléctrica es solo para cobrar y cerrarte en la cara la ventanilla de servicio al cliente.

El Proyecto del Senado 1370 busca que la Autoridad de Energía Eléctrica pueda hacer dinero con el exceso de fibra óptica que tiene, pero sin desplazar a la empresa privada que ya invirtió en Puerto Rico. Se quitará el disfraz del engaño de la AEE; no pagará por acceso a Internet a sí misma y a sobre precio, no tendrá que gastar $30 millones en un edificio en Isla Verde, ni $5 millones más en oficinas ejecutivas en la Milla de Oro que vienen del bolsillo del pueblo. Con la aprobación del P de S 1370 se evita legitimar el despilfarro de dinero público en aventuras disfrazadas de empresa privada. Y no se envía el mensaje equivocado a inversionistas potenciales de que en Puerto Rico el gobierno cuando ve tu éxito te monta un negocio paralelo para competir deslealmente contra ti. Somos las más de cincuenta PYMES que junto a empresas multinacionales hemos apostado a Puerto Rico, que hemos invertido en nuestra gente y en la economía de nuestra Isla, creando casi 10 mil empleos directos bien remunerados. Resulta insólito que por un lado el Gobierno se precie de ser un facilitador de la actividad económica y que por otro pretenda comerse a su propia cría. Queremos caminar adelante, o queremos seguir con lo mismo que nos ha traído a la crisis fiscal actual? Debe de ser la empresa privada en competencia justa la que provea tu Internet, celulares y otros servicios de telecomunicaciones, o quieres dejar que la AEE lo haga sabiendo que al final de cuentas los platos rotos los pagas tú? Nuestro Pueblo sabe más que eso. Por el bien de Puerto Rico, todos respaldamos el Proyecto del Senado 1370.

Carta Abierta PYMES APT 2 noviembre 2015_15670