Un nuevo corazón
Emanuel nació en el pueblo de Jayuya, rodeado por una exuberante belleza en donde el verde de nuestros campos se entrelaza de forma especial con la naturaleza y los animales. Tuvo una niñez maravillosa rodeado de su familia. Practicó softball, aprendió a montar y se destacó en atletismo. Su vida transcurría con mucha alegría y naturalidad. Un día comenzó a sentirse fatigado y con dificultad para respirar. Fue sometido a toda clase de estudios. Finalmente llegó un terrible diagnóstico, Emanuel tenía cardiomiopatía.
La cardiomiopatía es el nombre que se usa para llamar a las enfermedades del músculo cardíaco. Estas enfermedades aumentan el tamaño del corazón o lo hacen más grueso y rígido que lo normal. Algunas personas con cardiomiopatía tienen vidas largas y sanas. Sin embargo, en otros casos puede hacer que el corazón sea menos capaz de bombear sangre a todo el cuerpo. Esto puede causar complicaciones muy serias como: insuficiencia cardiaca, ritmos cardíacos anormales o paro cardíaco.
Los infartos, la hipertensión arterial, algunas infecciones y otras enfermedades también pueden causar cardiomiopatía. Algunos tipos de cardiomiopatía son hereditarios. A pesar de eso, en muchas personas se desconoce la causa. El tratamiento en algunos casos puede incluir medicinas, cirugía, procedimientos médicos y cambios en el estilo de vida; en otros, como lo fue el caso de Emanuel, era necesario un trasplante de corazón.
Emanuel no estaba ni preparado ni convencido de que el trasplante fuese necesario. El creía firmemente que Dios obraría un milagro y lo curaría. Tenía mucha fe, pero no entendía que su milagro ya estaba en camino en la forma de un trasplante de corazón. Ese milagro sería posible gracias a la generosidad de unos padres que acababan de recibir la triste noticia de que una de sus hijas tenía muerte cerebral. Bimbi, como le decían cariñosamente, había sufrido un accidente automovilístico. Sus padres al ver que ya su vida se apagaba, decidieron donar sus órganos para que su vida se prolongara a través de otros.
Emanuel lleva en su pecho el corazón de Bimbi y una vez transcurrido un tiempo, tuvo la oportunidad de conocer a su familia. Desde entonces, tiene una hermosa relación con Maria, la madre de Bimbi, y ha vuelto a vivir, a disfrutar de sus caballos y de sus paseos por el campo. Tiene una segunda madre y ambas familias agradecen a Dios por ese milagro.
Tú también puedes salvar o mejorar la calidad de vida de personas como Emanuel al convertirte en un donante de órganos y tejidos. Una sola persona puede beneficiar hasta a sesenta personas más. Regístrate como donante en www.donevidapuertorico.org. Para más información puede comunicarse al 1-800-558-0977 a las oficinas de LifeLink® de Puerto Rico.