Grave escenario por falta de técnicos quirúrgicos: hay necesidad de 300 en hospitales
El presidente del Colegio de Administradores de Servicios de Salud, Jorge Pesquera, alerta sobre la suspensión o reducción de cantidad de cirugías porque no hay suficiente de este personal.
La labor de los técnicos quirúrgicos en los 60 hospitales del país es vital. Y no podría calificarse de otra forma a la luz de la misión que cumplen en una sala de operaciones: preparan al paciente, lo llevan en la camilla, preparan la bandeja quirúrgica, se encargan de mantener el área estéril y esterilizar los instrumentos, pasan los instrumentos y los materiales quirúrgicos al médico, cuentan las pinzas, las gazas… Sin ellos, claramente, no hay intervenciones.
Y son 300 los que se necesitan, los que los hospitales buscan para cubrir plazas vacantes y no tener así que suspender o reducir la cantidad de operaciones, un escenario que está ocurriendo en los centros asistenciales del país, según el presidente del Colegio de Administradores de Servicios de Salud (CASS), Jorge Pesquera.
“La problemática no es solamente de los técnicos quirúrgicos en las salas de cirugía, que son sumamente importantes. También está sucediendo con ecografía, con rayos x, con los optómetras; está sucediendo con los mismos médicos. La salud se está quedando sin profesionales que nos atiendan ante una población que envejece cada día y que tiene más necesidades médicas de este tipo de profesionales de la salud”, sostuvo.
Agregó que “la realidad es que este problema lo tienen todos los hospitales de Puerto Rico, privados y públicos. Hay cerca de 60 hospitales en el país y Centro Médico tiene un déficit de 200 y yo he hecho varias llamadas a hospitales de la isla y todos tienen plazas vacantes, de 15 hasta una por hospital. Estamos hablando de que podrían haber 300 plazas de necesidad para hospitales públicos y privados. Sin temor a equivocarme”.
Para Pesquera, “el escenario es grave: hay hospitales que tienen que suspender o reducir la cantidad de cirugías que hacen porque no tienen suficiente personal y el que hay viene cansado por la pandemia, donde el estrés ha sido fuerte tratando a pacientes contaminados y, además, ellos tienen familia y van a sus casas”.
Un asunto clave, para el portavoz del CASS es el tema de los salarios, debido a que en Puerto Rico “están de $9.50 a $10.50 la hora y en Estados Unidos, por ejemplo, paga 23 dólares. Y entonces dicen que se van a Estados Unidos porque les ofrecen muchísimo, más del doble del salario, pero también se van a cualquier ‘fast food’ que también paga $9.50 y no tienen el estrés que tienen en una sala de operaciones todo el día… Me voy pa’ Burger King. Los ‘fast food’ están ofreciendo planes de retiro, planes médicos, vacaciones, están ofreciendo todo. Pues mira, dicen ‘yo estudié esto, me gusta, pero por ocho pesos que estás ofreciendo, no era’”.
También describió la labor esencial que cumplen en las salas de operaciones, en las que pueden haber entre cinco a ocho por hospital “y para cada sala necesitas un equipo de trabajo. Este personal, supervisado por profesionales de la enfermería, es el que prepara al paciente, lo trae en la camilla… Es quien prepara la bandeja quirúrgica. Si van a operar un apéndice es una bandeja; si es un corazón, es otra bandeja. Se encarga de mantener el área estéril y esterilizar los instrumentos. Se encarga de pasar los instrumentos y los materiales quirúrgicos al médico o cirujano. Es quien cuenta que si te pasé una pinza, ese médico tiene que devolver esa pinza. Es quien le dice al médico ‘doctor yo le he dado a usted 57 gazas, así que me tiene que devolver las 57 gazas porque si me falta alguna ese paciente no se puede cerrar hasta que aparezca la 57’”.
A la problemática, añade otra variable: “Las escuelas que gradúan a estos profesionales, cuando la pandemia, estuvieron cerrados 18 meses, así que toda esta gente que se iba a graduar, toda esa juventud, no se ha podido graduar porque están retrasadas año y medio sus graduaciones. No han podido completar la práctica. Eso abona. Y esto se estudia, en universidades como Ana G. Méndez y en colegios. Es un grado asociado y hay una asociación, pero no están colegiados”.
“¿Cómo se soluciona? Sentando en una misma mesa a los sectores que tengan que ver con la salud. Desde la universidad que gradúa a los médicos, desde los colegios vocacionales o que dan grado asociado en tecnología quirúrgica, ecografía, rayos x y laboratorio, todos estos. A los planes médicos hay que sentarlos en el mismo lugar y a los legisladores. Hay que comenzar a montar una mesa redonda para tratar de lograr que todos dentro de la industria de la salud jalemos para el mismo lado y no estemos jalando la soga para distinto sitio, porque no vamos a llegar a ningún lugar”.
Y entonces, da la clave que afecta todo por estos días: “La industria de salud está pasando por una etapa bien difícil porque no hay dinero para pagar a los profesionales. Yo diría que la parte económica es esencial”.