También prohibieron la firma de documentos que buscan eximir a personas del requisito de vacunación.

La Conferencia Episcopal de Puerto Rico (CEP), organismo que reúne a todos los obispos católicos de Puerto Rico, determinó hoy que todos los sacerdotes y diáconos católicos deberán vacunarse contra el covid-19 y que ningún sacerdote, diácono o agente pastoral de la Iglesia podrá firmar documento alguno para que una persona sea eximida de la vacunación.

De igual manera, los obispos han pedido a los feligreses no vacunados que se abstengan de participar en actividades comunitarias presenciales de las iglesias, aparte de las misas.

En un decreto sobre el requisito de vacunación emitido con fecha de ayer, 24 de agosto, los obispos católicos parten del hecho de que los casos de positividad, al igual que las hospitalizaciones en Puerto Rico debido al covid-19, van en aumento, lo que ha ocasionado ya 2,742 muertes y 164,759 contagios y estos números siguen creciendo.

“La autoridad máxima de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, ha expresado la validez moral y ética de vacunarse con estas vacunas contra el COVID-19. A su vez ha expresado que estas vacunas representan esperanza para la humanidad. Que vacunarse es un acto de amor propio y hacia el prójimo; es un acto que promueve al bien común”, dice el decreto.

El documento menciona que la CEP conoce que algunos fieles laicos han acudido a sacerdotes, diáconos o agentes pastorales para que declaren bajo juramento en los formularios provistos y sean eximidos de la vacunación.

“Los sacerdotes, diáconos o agentes pastorales de la Iglesia no debemos declarar bajo juramento dichas exenciones ya que no hay fundamento en la enseñanza moral de la Iglesia para rechazar los requerimientos de vacunación”, afirman los obispos.

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A continuación los siete decretos incluidos en el documento, que fue firmado por todos los obispos, excepto el de Arecibo, Daniel Fernández.

Primero: A los fines de evitar contagios o brotes en las parroquias, ante la presencia de la variante Delta, el alza de casos y del índice alto de positividad, en nuestras respectivas diócesis y parroquias estaremos reservando un espacio para los no vacunados en la celebración litúrgica de la Eucaristía y otras celebraciones litúrgicas. Esta medida la tomamos por su propia seguridad, por la de los sacerdotes, religiosos, religiosas y también la de familiares y feligreses de las parroquias.

Segundo: Sugerimos que los no vacunados al menos por el tiempo presente y hasta una ulterior determinación de la CEP, se abstengan de participar en las demás actividades comunitarias presenciales de las iglesias y sigan aplicando con rigor las conocidas recomendaciones sobre el uso de mascarillas, lavado de manos, distancia física, etc. Les recordamos que el precepto dominical no obliga cuando hay una causa excusable razonable como lo es la pandemia. A todos les pedimos ese gesto de amor y solidaridad, que ya hicimos todos durante los meses que duró el encierro del pasado año. Se exceptúa de esta norma a aquellos que no pueden recibir la vacuna por no tener la edad dispuesta por el CDC o el FDA y a aquellos que cumplen con los requisitos para la exención médica.

Tercero: Se mantiene vigente la norma de que la Comunión será distribuida únicamente en las manos.

Cuarto: A los fines de proteger a nuestros ministros y fieles, efectivo el 15 de septiembre del 2021, todos los sacerdotes y diáconos que participen en las liturgias deben estar vacunados o al menos haber recibido la primera dosis. Presentarán su certificado de vacunación a los cancilleres de nuestras diócesis en o antes del 15 de septiembre del 2021.

Quinto: No se autoriza en nuestras diócesis que sacerdotes, diáconos o agentes de la Iglesia comparezcan ante notarios a declarar bajo juramento las exenciones por razones religiosas ya que no hay fundamento en la enseñanza moral de la Iglesia para rechazar los requerimientos de vacunación. Aunque los fieles son responsables de sus propias acciones, cortésmente debemos clarificarles que no pueden usar de fundamento las enseñanzas morales de la Iglesia Católica para rechazar las vacunas.

Sexto: Tampoco estaremos aceptando declaraciones juramentadas que afirmen que las enseñanzas de la Iglesia son fundamento para rechazar la vacunación y/o texto similar ya que dicha aseveración no tiene fundamento en la enseñanza moral de la Iglesia. De la misma forma, ningún otro patrono o entidad pública o privada estará obligada a reconocerlas.

Séptimo: Todos los empleados y voluntarios que realicen sus labores o servicios de manera presencial deben estar vacunados completamente para el 15 de septiembre del 2021. Después de esa fecha, de no estar completamente vacunados, no podrán ejercer sus funciones o prestar su servicio en nuestras diócesis.

En las pasadas semanas se ha reportado que el obispo de Arecibo ha dado instrucciones de asistir en su diócesis a aquellos fieles católicos que interesen ser eximidos de la vacunación.

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Lea aquí el decreto completo de la CEP.