Un estudio replantea el plazo de recomendación de condón en casos de viruela
Los resultados apuntan que la recomendación actual del uso del preservativo para prevenir la infección durante 12 semanas a partir del diagnóstico de la enfermedad podría reducirse a 6 semanas.
BARCELONA, ESPAÑA - Un nuevo estudio indica que el semen no es una vía de transmisión de la infección de la viruela de mono a largo plazo, por lo que la actual recomendación de usar preservativo durante 12 semanas después del diagnóstico podría reducirse a 6 semanas.
Es la conclusión de un estudio de la Fundación Lucha contra las Infecciones y el Hospital Germans Trias de Badalona (Barcelona), coordinado por la doctora Clara Suñer y publicado en la revista 'The Lancet Infectious Diseases'.
El estudio describe el tiempo de reducción de la carga viral en muestras tomadas en diferentes localizaciones del cuerpo de 77 voluntarios con la enfermedad, con el fin de identificar sus posibles vías de contagio y evaluar las medidas de aislamiento en vigor.
En la investigación han participado el centro Checkpoint y la Unidad de ITS Drassanes–Vall d'Hebron de Barcelona, así como el Hospital 12 de Octubre de Madrid.
Los 77 voluntarios diagnosticados con mpox (nueva denominación de la viruela del mono) recogieron ellos mismos muestras de lesiones de la piel, orofaringe, recto, semen, vagina y sangre seca, que después enviaban a los centros de salud de referencia.
Con los datos recopilados, el estudio corrobora que las lesiones de la piel son la localización del cuerpo con niveles más elevados de virus y donde más frecuentemente se replica, constituyendo la vía de contagio más efectiva.
En cambio, el estudio revela que el semen no es la localización en la que el virus se mantiene más tiempo, así que no es una vía de transmisión de la infección a largo plazo.
En este sentido, los resultados apuntan que la recomendación actual del uso del preservativo para prevenir la infección durante 12 semanas a partir del diagnóstico de la enfermedad podría reducirse a 6 semanas.
Actualmente, las medidas generales para frenar la transmisión de la enfermedad consisten en el aislamiento de la persona infectada hasta la caída de la costra de las lesiones, lo que supone un plazo aproximado de tres semanas, un tiempo que los investigadores ven "adecuado".