Entre el Capitolio y los Cangrejeros: Distintos juegos de pelota dura (columna)
(Nota del editor: El autor de esta columna, el licenciado Gamelyn Felipe Oduardo Sierra, es abogado civil y activista social, pertenece al National Lawyer's Guild y fue líder estudiantil en la pasada huelga universitaria. Este escrito fue realizado durante un partido de los Cangrejeros de Santurce en el estadio Hiram Bithorn, luego de que el joven letrado pasara gran parte de la tarde y noche en las afueras del Capitolio observando las manifestaciones de la clase magisterial, causa con la que se identifica. -Hermes Ayala)
El beisbol tiene mucho de lucha de clases. Es un asunto de adelantar posiciones. Algunos, ilusos, pensábamos que habíamos adelantado mucho, que ya nadie se atrevería a tocar ni de lejitos a nuestro sistema de educación. Vengo del Capitolio, y la verdad es que me parece absurdo que tengamos que seguir dando razones. Llamo al cervecero y me siento en el palco.
Evidentemente, los que hemos estado pendiente a esta lucha nos equivocamos en nuestra estrategia mediática y práctica, cuando se han dado mil propuestas y, cual sordo el Gobierno y sus incondicionales, se atreven a seguir haciendo la misma pregunta: Cuál es su propuesta?
Hace tiempo no venía al parque. Todo se ve nuevo. Igual que frente al Capitolio. Desde que nos fueron aquel día a palos en el cuatrienio pasado, le han llamado a aquello la plaza de la democracia. El cinismo es increíble, igual que el ‘timing', el ‘chanchulleo', y la desfachatez.
Me debo ver gracioso con la laptop escribiendo aquí en el Hiram Bithorn. Estamos en la alta del sexto y los Canrgejeros vamos a frente por dos. Batean los Indios. Cae la lluvia sobre el campo de juego. Los fanáticos se guarecen y ponen las lonas sobre el montículo. Escampa, pero los palcos están mojados, y ya nadie quiere sentarse allí.
Los Cangrejeros no han salido del sótano en toda la temporada y la gente no llega al parque como en el inicio. Pero al igual que a la protesta, al Bithorn ya sólo van los verdaderos. Yo vine porque mi pana Guillermo Rebollo-Gil y yo estamos antojados de una gorra desde que fuimos a ver jugar a nuestro equipo en Juncos, en un estadio de Doble A, la temporada pasada.
No sé que está más ‘chavao', que una franquicia histórica y santurcina haya jugado posmodernamente como local en Juncos, o que la bandera azul celeste ondee al lado de la americana, o que haya un cruzacalles gigante con el nombre de una alcaldesa ausente que resalta en el right field. La última vez que escribió en Twitter fue antes de que estallara el asunto del retiro. Hablaba algo de que el Bithorn tiene luces nuevas. Es verdad, se ve el juego clarito.
Asumo que si aparece, pedirá lo mismo que sus correligionarios y correligionarias. A pesar de que se les han presentado mil propuestas, a pesar de que a nosotr@s, contrario a los asesores políticos, no nos pagan por estar ideando propuestas para este tipo de asuntos, me imagino que nos diría pero cuál es su propuesta? No actuar no es una opción, diría, con la certeza de los ex-huelguistas con ínfula de jefes de estado que anoche presentaban un proyecto de ley, mientras le decían al pueblo que no existía tal proyecto.
Ganaron los Indios. Se fueron ‘adelante' en el octavo. Al final fui al baño. Estaba igual de asqueroso que hace veinte años cuando iba con el viejo, al salir de la escuela a buscar el autógrafo de Carlos Delgado, antes de que fuera Carlos Delgado. Algunas cosas nunca cambian. Como el discurso público de la emergencia y la crisis. Podemos darle capota y pintura. Pero el problema es de fondo.
Nos tildarán de intransigentes. Pero es que es increíble como a un año de Gobierno y en plena época pacífica de Navidad, se atrevan a meterle mano a l@s maestr@s.
Hablábamos, ex huelguistas de la universidad y hippies revoltosos, los sospechosos usuales, en la Plaza de la Democracia, sobre muchas cosas. Sobre todo, nos convencíamos mutuamente de que no éramos intransigentes. Pero que no nos tocaran la educación.
'Hay cosas que no se pueden recortar hasta el final', nos decía en las afueras del Capitolio la profesora de la Escuela de Derecho de la UPR y reconocida abogada, Érika Fontánez Torres.
Escuchábamos atentamente a la profesora: 'La educación es una de esas cosas'. Al cinismo del Gobernador, de la Legislatura y del resto de los monigotes de este juego político hay que responderle con la misma medicina.
Que cuando pregunten cual es la propuesta, que les digamos, sin medias tintas y sin ambages: Nuestra propuesta es NO!
Santurce y los Cangrejeros, mientras tanto, siguen buscando la manera de resucitar dentro y fuera del diamante de juego. Igual que en esta coyuntura del 'retirazo', no debemos desaprovechar la oportunidad de encender una lucha que vaya mucho más allá de la Plaza de la Democracia. El gobierno está en tres y dos. Vamos a poncharlo.
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