Después de un contencioso proceso para escoger su liderato legislativo, van a la caza de apoyo que no sea del PNP.

Después de una suave elección de liderato en el Senado, y una extremadamente contenciosa en la Cámara de Representantes, los legisladores electos del Partido Popular Democrático (PPD) encaminan sus esfuerzos a establecer acuerdos con partidos minoritarios que le permitan tener algún tipo de mayoría segura en los cuerpos legislativos ya que, por sí mismo, lo que tiene es una mayoría incompleta y frágil.

Si el escrutinio general y el recuento no cambian el panorama, el PPD tiene 13 escaños en el Senado, por lo que siempre van a requerir de por lo menos un voto para poder alcanzar mayoría simple de 14, mientras que en la Cámara tienen 26 escaños, por lo que tienen el número justo para alcanzar mayoría simple.

A la vez, en el Senado existirían cinco escaños divididos entre el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), el Proyecto Dignidad (PD) y el senador independiente José Vargas Vidot. En la Cámara, el PIP, MVC y PD tienen cuatro votos.

El miércoles, las respectivas delegaciones del PPD escogieron sus líderes y ambos enfilaron hacia crear puentes con los legisladores minoritarios.

“Nos corresponde configurar un Senado muy diverso... necesitamos un 14 así que esos diálogos tienen que darse”, manifestó el presidente del Senado electo, José Luis Dalmau Santiago, quien presentó su experiencia en el Senado del gobierno compartido que hubo entre 2005 y 2009, cuando el popular Aníbal Acevedo Vilá ganó la gobernación, pero el PNP controlaba la Asamblea Legislativa. La situación en el cuatrienio que comienza en 2020 es a la inversa, el PPD controla la Asamblea Legislativa y el penepé Pedro Pierluisi la gobernación.

“Que el país haya castigado al PNP no quiere decir que el PPD ganó”, fue como enmarcó el presidente cameral electo, Rafael “Tatito” Hernández Montañez, su lectura del mensaje que los electores enviaron, especialmente en la papeleta laegislativa. De entrada, anunció que el reglamento de caucus del PPD no va a obligar sobre asuntos de status ni religiosos, precisamente para facilitar los acuerdos con MVC, PD y PIP. Hernández Montañez espera poder demostrar “contrastes con el PNP” en su forma de manejar las minorías este cuatrienio.

Ambos presidentes electos enfrentan unos retos públicos de entrada, adicionales al diálogo con las minorías. Por un lado, Hernández Montañez solo se convirtió en presidente después de que el representante novato por el distrito 12, Edgardo Feliciano, cambiara de bando, ya que hubo varias votaciones en el caucus en las que quedó empate con Jesús Manuel Ortiz González. El nuevo presidente cameral electo hereda también una Cámara de Representantes en virtual quiebra financiera.

En el caso de Dalmau Santiago, su cercanía con el actual presidente senatorial, Thomas Rivera Schatz, quien le dio a presidir una comisión este cuatrienio a pesar de no ser un senador de mayoría, estará a prueba por el repudio público a, por ejemplo, la manera en que Rivera Schatz convirtió la Oficina de Asuntos Gubernamentales del Senado en un sistema de embajadas partidistas que se usaron para refugiar a políticos, a parientes de políticos y para levantar estructura política a candidatos favorecidos por el líder PNP.

De la misma manera, está la oficina del Senado que Rivera Schatz estableció en la capital federal con un salario de $13,730 para su directora ejecutiva sin que se conozca qué rendimiento ha tenido esa inversión. Y, en un asunto más personal, Dalmau Santiago enfrenta críticas también por tener de empleada en su oficina a su propia hermana, Diana Dalmau Santiago. A todos estos asuntos, el nuevo presidente senatorial electo dijo ayer que los tenía “bajo evaluación”.

Vea:

El poder de un caucus minoritario en una Asamblea Legislativa sin mayoría fuerte del PPD ni PNP